Por Dick & Mirian Emanuelsson
“Colombia es el Israel del imperialismo en Latinoamérica y es un caramelo muy duro para Estados Unidos de perder”
Video de la entrevista (21 min.):
Video del documental Colombia Invisible (64
min.):
ESTOCOLMO / 2014-06-11 / Como muy pocos reporteros y cineastas, Unai Aranzadi logra convertir al Pueblo Colombiano Invisible en primera sala bajo la luz pública. Pero no para ahí. También coloca en el banquillo de los responsables de los falsos positivos y el desplazamiento de una comunidad indígena a un coronel y a una empresa transnacional española, respectivamente. El documental “Colombia Invisible” es uno de las mejores producciones que se ha hecho sobre la realidad colombiana.
Unai Aranzadi, que todavía no ha cumplido 40 años ya tiene experiencia como pocos colegas de los conflictos sociales y armados en el mundo. De origen vasco, casado con una compatriota sueca viaja entre Bilbao, Estocolmo, Chechenia, Kurdistán, Palestina, África o Colombia, produciendo documentales frecuentemente para la Fundación Mundubat con sede en Bilbao. Ha trabajado para varias de las agencias internacionales como CNN, pero pese a esos vínculos es un crítico despiadado al periodismo corporativo que en pocas palabras esta al servicio de los halcones de la guerra en el mundo.
El reportero sueco Dick Emanuelsson entrevistando a Unai Aranzadi.
Con él nos encontramos de visita en Suecia en un hermoso parque de Estocolmo para intercambiar algunas opiniones sobre su más reciente producción, Colombia Invisible. El documental ha recibido últimamente varios premios en diferentes festivales del cine en el mundo y una mención especial en el Festival de Cine de Bogota, Colombia o el Premio del Festival de DD.HH. de Nariño, departamento del sur de Colombia.
– Son premios más interesantes y agradables, ya que es de la propia Colombia que da esos premios.
El festival de Bogota es para un público de masas mientras en el departamento de Nariño es donde existe el conflicto social y armado permanentemente, agrega Unai.
– Las reacciones (en Colombia) han sido bastante positivas en general y algunas sorprendentes. Ha habido sectores de la sociedad con muy poca empatía ante la realidad lo que muestra la película. Pero ante la contundencia de las violaciones de los derechos humanos de los crímenes del Estado que mostramos en la película, reconocen que tiene un valor de denunciarlos.
“Seguir facilitando la vida a los empresarios e inversionistas”
Unas de esas secuencias que impacta al espectador es la joven familia indígena, que por la extrema pobreza se muere su bebé recién nacido, Heidi Membache, durante el reportaje o la producción de Colombia Invisible.
A solo unos 500 metros del lugar, se estrena el nuevo megapuerto de Buenaventura. El presidente Juan Manuel Santos es el anfitrión que recibe a la gerencia y dueños de la empresa transnacional española con las siguientes palabras:
– Hoy somos (Colombia) el primer país en Latinoamérica de protección inversionista. Por eso tenemos que seguir facilitando la vida a los empresarios e inversionistas, nacionales o extranjeros.
Presidente Santos y los gerentes españoles en la inauguración del megapuerto en Buenaventura
Las secuencias va y viene entre el evento en el puerto y del entierro del bebé de los indígenas. Estos últimos ni siquiera tienen recursos económicos para contratar un taxi que puede llevar el pequeño ataúd blanco a su último descanso en un barranco donde será enterrado, sino les toca a tomar el bus público.
Llevando el pequeño ataúd blanco en un bus público para enterrar el bebé en un barranco
Por el otro lado, la cámara de Unai muestra la recepción en el puerto donde meseros y meseras sirven champaña, caviar y langosta encima de manteles blancos. Las mujeres se cuidan para que su piel blanca no se oscurezca. Todos están vestidos en tela blanca, como, dice Unai, “en la época colonial”.
Dos mundos y un conflicto social y armado
Es inevitable pero comienza hervir en el pecho un odio de clase que es real en la Colombia Invisible. No se puede ver más clara la situación de los dos mundos en donde una oligarquía ha provocado el conflicto social y armado. En esas secuencias, de menos de un minuto, se entiende el por qué de aquel conflicto; la guerra del Poder Fáctico contra su propio pueblo que lleva ya más de un siglo en Colombia.
– Esa es Colombia, la gente pobre no tiene dinero para comprar la cajita cuando muere un hijo, o para comprar un lotecito de tierra en el cementerio, constata Unai que lleva documentando el conflicto colombiano desde hace más de diez años.
Pero además, agrega, la muerte de los indígenas en Buenaventura es producto del desplazamiento como resultado de la construcción del megapuerto, una suerte que comparten con miles de compatriotas a costa de los saqueadores nacionales y extranjeros.
El megapuerto de Buenaventura.
Empresario e integrante de Reporteros Sin Fronteras
– A las 11 de la mañana me planto en el evento en el puerto y pude ver como todas las cámaras del mundo daban toda la atención a los empresarios y al presidente Santos, que decían que en Buenaventura se vive muy bien, que habrá millones para ayudar a los inversionistas extranjeros. Y apenas 500 metros de ahí, no había ninguna cámara para documentar la realidad de esos indígenas desplazados.
– De todos esos empresarios (españoles) que había ahí, se destaca la familia Pérez Maura que tiene muchas acciones en la empresa que opera ahí en Buenaventura. Se destaca la persona que fue citado por el propio Santos, Ramón Pérez Maura, que es o ha sido el adjunto director del diario español ABC (derecha) que hace análisis internacionales para este grupo mediático en España.
Ramón Pérez Maura figura como uno de los redactores en ABC.
– Por lo tanto, tenemos personajes que contando a la sociedad española que sucede en Colombia, a la par que están haciendo negocio en Colombia. ¿No será casualidad que este señor ha sido hecho ciudadano colombiano por decreto presidencial hace unos años?
Cuenta Unai que Ramón Pérez Maura también hace, o hacia parte, de la Asamblea de Reporteros Sin Fronteras (financiados por USAID u otros organismos ocultos de la CIA, nota D.E.).
– Un día antes de la inauguración del megapuerto en Buenaventura, hubo un plante de periodistas colombianos en Buenaventura por que les han matado 20 periodistas. Pero también por que las guardias del megaproyecto portuario han golpeado severamente a muchos periodistas que iban a informar. Pero ¿hubo algún gesto de solidaridad de ese señor Ramón Pérez Maura con sus colegas colombianos o algún comunicado de los Reporteros Sin Fronteras? Pues lo que me dijeron ¡que no! Y yo tampoco lo vi.
– Ésta es la gente lo que esta contando al mundo que sucede en Colombia, gente que tiene intereses económicos de carácter privado para su lucro personal y a la vez otra faceta de periodista.
Ramón Pérez Maura, ¿empresario o periodista, analista internacional o accionista?
El periodismo como prostitución
Unai es un duro crítico a la corriente común del periodismo reflejado en los medios corporativos. Ha trabajado por varias agencias internacionales como por ejemplo CNN, entre varias. Dice lo que se ve o se lee o se escucha en esos medios lo resume en una sola frase: “Se refleja lo que quieren que se refleje”.
– Incluso cuando se refleja a esa agenda que ellos quieren que se refleje, se refleja el lado de ese conflicto que ellos quieren. En dentro del sistema capitalista en que vivimos, hay una forma de censurar muy sofisticada a la vez muy efectiva; “te compramos, como en el caso de freelance (periodista por propia cuenta) un tipo de historia si nos interesa. Si no nos interesa que esta realidad, este sufrimiento y realidad salga, no lo compramos”.
– Por lo tanto, a final viajan solo los periodistas que van a contar esas historias que le interesan al capital transnacional que les cuentas.
De la película "Colombia Invisible", imagenes pocas veces vistas en la prensa corporativa como ABC
Reportajes del servicio capitalista
Entonces, ¿Quién tiene los recursos económicos para viajar y cubrir los conflictos?
– La teoría del capitalismo nos dice que podemos viajar a cualquier lado, podemos contar cualquier historia. Pero quien pueda pagar por esas historias solo compra la historia que le interesa. No tenemos ese carburante para movernos por el mundo y denunciar que es el dinero. No creo que haya una verdadera libertad de expresión cuando solo se puede expresar en forma efectiva a aquellos que cuenta con dinero.
Próximas producciones
Solo unas semanas antes de la entrevista, Unai Aranzadi recibió un premio en la ciudad de Houston, Atlanta por un documental de Congo, África. ¿Cuales son los próximos planes que tiene éste colega incansable?
– Estoy editando un documental sobre los palestinos de Jerusalén del Este y creo que se estrenará en septiembre próximo. A la vez voy a terminar un documental sobre el Golpe de Estado en Honduras y el rol que los medios de comunicación han tenido durante todos estos años de represión, hasta las más recientes elecciones el año pasado (26 de noviembre de 2013) en las cuales se podían incorporar el Partido Libre (Libertad y Refundación).
La guerra mediática contra Venezuela
El documental Colombia Invisible estrenó en forma pública en el canal continental americano Telesur en el mes de mayo éste año. A raíz de ese evento fue invitado el colega a Caracas para presentar su obra.
Los gobiernos de Chávez y de Maduro han sido los gobiernos más criticados por medios y gobiernos del mundo capitalista. Y Unai se ríe casi resignado ante las denuncias por parte de organismos como Reporteros Sin fronteras o los dueños de los medios como el SIP, Sociedad Interamericana de Prensa que son los mismos explotadores de los reporteros en el continente americano.
– Tengo el convencimiento que será (el caso venezolano) estudiado en las facultades, no sé si será de comunicación o de sociología, pero tengo el convencimiento que el día de mañana será estudiado como uno de los casos de la historia de mayor guerra sucia propagandística contra un gobierno legítimo y democráticamente elegido. Hay tantos ejemplos de desinformación que ha sufrido el proceso Bolivariano que a estas alturas apestan un poco. Venezuela debe continuar con su proceso, tratar de construir medios populares al nivel interno para que su gente sepa que esta pasando. De cara al exterior, a estas alturas tampoco hay mucho de esperar.
El peligro de ejercer el periodismo en Colombia
No es posible de dejar al colega sino hacerle la pregunta que piensa sobre el papel de los medios colombianos en el conflicto armado y el Proceso de Paz que en el mes de noviembre ya cumple dos años. Los reporteros, tanto en La Habana como en Colombia, el mundo e incluso en el País Vasco han sido objetivos de espionaje por parte de un grupo especializado de la inteligencia militar colombiana. Y no solo los colegas, sino a los mismos negociadores del gobierno de Juan Manuel Santos fueron víctimas.
– Tu mismo, Dick, has sufrido en carne propia por esos espías del DAS (policía política secreta) como fuera una película de la industria cultural, en las películas o en libros, pero esto sucede en la realidad. Y siguen sucediendo. Es una lista interminable, dice Unai y se le sale una carcajada y dice que “es casi surrealista, pero es muy grave y no cedan ese tipo de episodios en Colombia”.
El mismo colega Unai Aranzadi tuvo problemas para salir de Colombia con su material cuando iba a tomar el vuelo de regreso a Suecia el año pasado (2013) lo que muestra que la Paz tiene enemigos muy poderosos. El DAS no quiso soltarlo sin antes firmar varios documentos en que decía que había sido tratado bien, un hecho con el mensaje; ¡“Mucho cuidado, te tenemos bajo la lupa”!
¿Y el proceso de Paz?
– Hay muchos intereses internos y externos. Los internos circulan alrededor del tema de la tierra, ahí esta el conflicto en Colombia. Pero al nivel internacional es comparable Colombia con Israel para el capital, Estados Unidos y Europa. Colombia es el Israel del imperialismo en Latinoamérica y es un caramelo muy duro para Estados Unidos de perder.