Fuerzas de la Contraguerrilla del Ejército Nacional, iguales tropas que fueron emboscados en Puerto Lozada. FOTO: DICK EMANUELSSON. |
Colombia: “El monstruo de la guerra sin paz
sostenible, sigue ahí”!
TEGUCIGALPA / 2020-06-18
/ El mismo día cuando se contabilizaba el No 200 de guerrilleros desmovilizados
asesinados desde la firma de Paz, 14 militares colombianos fueron dados de baja
por una corriente de las FARC rearmada
Seis muertos y ocho heridos es el saldo de una
emboscada realizada por el 7º Frente de las FARC rearmadas en Puerto Lozada en
el departamento de Caquetá, sur de Colombia.
El lugar lo llaman “el Corazón de la Historia del
Conflicto Armado" por su ubicación geoestratégica en el centro del país.
Pero también por su biodiversidad
Es un duro golpe militar, pero posiblemente también un
golpe político. Porque ilustra que la guerrilla que no firmó, o firmó pero
regresó a la montaña por que el Acuerdo de Paz no fue cumplido sino saboteado
por el Estado colombiano, está nuevamente reagrupándose y adquiriendo fuerza en
el campo colombiano.
La región en donde se realizó la emboscada a la Fuerza
Especial del Ejército Colombiano ha sido escenario de confrontaciones entre
campesinos, cultivadores de la hoja de coca y el ejército. La orden a los
uniformados es erradicar las plantas como sea y dejar a los campesinos sin
sustento para sus familias.
En el punto rojo se encuentra Puerto Lozada. |
En la región esta ubicado también una ETCR, Espacios
Territoriales de Capacitación y Reincorporación en donde están concentrados
decenas de excombatientes de las FARC. Pero debido a la actuación agresiva del
Estado y la situacion de inseguridad generalizada por varios actores y
factores, los ex combatientes se van, lo que es un nuevo golpe al Acuerdo de
Paz. En esa ETCR se cultiva diferentes productos agrículas y en forma exitosa.
Como es una región histórica guerrillera, las fuerzas
militares han intentado con todo tipo de acciones hostiles, menos con Reforma
Agraria, inversiones sociales y económicas que fue establecido en el Acuerdo de
Paz en La Habana. Pero como el Estado y el Gobierno de Iván Duque consideran
que el Acuerdo no es de su gobierno, pues las consecuencias lo vemos ahora;
asesinatos sistemáticos a los combatientes desmovilizados y hostigamientos,
asesinatos y bombardeos de las fincas campesinas, como si la historia de
Marquetalia se repitiera de la década de los 60´.
Y para rematar definitivamente todo el espacio de paz o lo que resta del Acuerdo de Paz en Colombia, el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece diez millones de dólares en recompensa por información que permita la ubicación y captura de los exjefes de las FARC-EP; Seuxis Hernández Solarte (Jesús Santrich') y Luciano Marín Arango ('Iván Márquez').
Iván Márquez fue el jefe de la delegación de paz de
las FARC-EP en La Habana y Jesús Santrich fue integrante de la delegación desde
el primer día en octubre 2012 hasta la firma en noviembre de 2016. Regresaron a
las montañas después que la fiscalía, cómplice con el Departamento de Estado,
hicieran unos montajes para formalizar la extradición de los dos comandantes
guerrilleros, ya desmovilizados. Pero los dos lograron burlar los arquitectos
del montaje y en agosto del año pasado oficializaron que se rearmaron y
regresaron a la montaña bajo el nombre FARC-EP, Segunda Marquetalia.
Alberto Pinzón* resume en la siguiente reflexión sobre
el conflicto de nunca terminar:
¡“El monstruo de
la guerra sin paz sostenible, sigue ahí”!
Dick Emanuelsson
* ALBERTO PINZON SÁNCHEZ, ex integrante de la Comisión de Notables constituidos por cuatro personas, dos elegidos por el gobierno de Andrés Pastrana y dos por la guerrilla de las FARC en las negociaciones de Paz entre 1999-febrero 2002. Fueron llamados el 2001 para facilitar y resolver el estancamiento de las negociaciones. Presentaron varias propuestas pero a final el gobierno conservador de Pastrana lo engavetó y decidió romper el proceso de paz, ordenó a la aviación de bombardear a las concentraciones guerrilleras y enviar el Ejército Nacional de retomar las posiciones de las FARC-EP. Pastrana estrenó al otro día de la ruptura de las negociaciones el PLAN COLOMBIA, o Plan de Guerra como fue bautizado el plan del Pentágono.
Los seis militares muertos en la emboscada guerrillera, hijos del pueblo, igual como los guerrilleros. Los "Señores Oligarcas de la Guerra" nunca envian sus hijos al campo de la batalla. |
Colombia: Y cuando despertó, el dinosaurio estaba ahí
Por Alberto
Pinzón Sánchez
La muerte, este 17 de junio 2020, de 6 soldados
profesionales y súper especializados de la fuerza de tarea Omega del ejército
colombiano que iban en una caravana militar en una importante operación de la
fracasada War on Drugs, en la semi selvática región amazónica del rio Lozada y
la herida grave a otros 8 más, al parecer por una demoledora y sangrienta
emboscada atribuida por la prensa adicta a “un grupo armado organizado
residual” (GAO-r) con el que se pretende vaporizar con nombres abstrusos a la
fracción de las Farc-EP que no firmó el Acuerdo Santos- Timolíon Londoño,
vuelve a poner el inmenso deseo de los colombianos por la paz y contra la
“guerra” (ese monstruo grande y pisa fuerte como lo llamaba la grande Mercedes
Sosa), frente a la realidad real de un conflicto social y armado no acabado que
continúa reciclándose, el cual que se ha pretendido mantener encubierto y de
bajo perfil para no alarmar el Orden Público, pero que hoy como el micro cuento
de Monterroso nos muestra, como también lo sabía decir Jaime Garzón sobre el
gringo, que sigue ahí.
Si a lo anterior se suman los escándalos diarios de
corrupción, narcotráfico, paramilitarismo que envuelven a la cúpula dominante,
a la pandemia covid y a la invasión de tropas estadounidenses (como se analiza
en el siguiente enlace
https://medium.com/@misionverdad2012/esc%C3%A1ndalos-pandemia-y-tropas-gringas-los-frentes-en-los-que-iv%C3%A1n-duque-est%C3%A1-perdiendo-def159c45e0e) no hay duda que se ha agregado otro factor más a la desestabilización al Poder
dominante en Colombia.
Lo cual nos obliga a seguir persistiendo “contra
viento y marea” en la necesidad de continuar la discusión sobre dos aspectos
centrales en la lucha actual por nuestra emancipación y preguntarnos: ¿Es la
Paz sostenible, esa ficción que le vendieron a los colombianos con su Acuerdo
del 2016, Santos para lograr el premio Nobel de la paz y con ello llegar hoy a
la mieles imperialistas de ser nombrado miembro de la super cúpula de “junta
directiva” de la Fundación Rockefeller, y Timolíon con su tornillo y sus
compañeros, para canjear armas-por-curules y llegar a las miles del Poder
legislativo dominante en Colombia?
¿Es acaso una Solución Política al conflicto social
armado de Colombia, el haber suprimido de esta concepción el objetivo final de
generar un proceso constituyente que concluyera en una Asamblea Constituyente,
amplia, democrática y popular, como lo habían propuesto al movimiento social y
político desde sus orígenes, los líderes fundacionales de las Farc-EP?
Obviamente, los hechos reales de la realidad externa
como la persistencia y continuación del conflicto armado, el genocidio
para-Estatal de líderes sociales y ex guerrilleros desmovilizados por ese
Acuerdo en curso, así como la perfidia Estatal (conejo +trizas) para implementar
el agónico Acuerdo sellado entre estos dos grandes dirigentes de la sociedad
civil colombiana, nos ponen frente al hecho de tener que decir que NO.
Que ese Acuerdo 2016 no significó una paz sostenible
como lo escribieron y mucho menos que la supresión del objetivo final de una
Asamblea Constituyente para reemplazarlo por un pacto de armas-por-curules,
dejó a la movilización social colombiana huérfana y con la necesidad imperiosa
de seguir luchando por una Solución Política al conflicto social que sigue
desarrollándose. El haber aceptado la tesis Santista de que el conflicto tenía
un solo aspecto, que era solamente armado, negando su más importante aspecto de
que era un conflicto social que también se expresaba en la resistencia armada
al Poder dominante, nos ha conducido o vuelto a sacar como dicen los campesinos
prácticos de mi pueblito, “al mismo llanito”.
A ponernos frente a esa pesadilla que ya creíamos
haber superado de las sangrientas emboscadas guerrilleras, de los muertos y
heridos (hijos del Pueblo trabajador) de ambos bandos, del dolor de los
entierros colectivos y de las respuestas inmediatistas o amebianas del señor
presidente de que va a descargar todo el poder de la ley y el orden (es decir
del Estado) “contra esos criminales narcoguerrilleros comunistas y castro
chavistas sin Dios ni ley”. Es decir, a despertarnos de la pesadilla y
comprobar aterrorizados que el monstruo de la guerra sin paz sostenible, sigue
ahí.
Y entonces, en lugar de UNA paz, ahora como novedad se
nos imponen dos (2): Una, con los diversos movimientos políticos que siguen en
armas, es decir una Solución Política al aspecto militar. Otra, la paz con los
movimientos sociales, el aspecto social transado del conflicto colombiano, que
no fueron tenidos en cuenta durante las discusiones en la mesa de diálogos en
la Habana o fueron escuchados como quien escucha un memorial de agravios, pero
sin ningún poder de negociación directo con el Estado y que ahora,
necesariamente ya empoderados, en medio del desastre social y el hambre que se
anuncia en la postpandemia, van a tener que presentar sus propias
reivindicaciones al Estado y luchar en la calle hasta lograr su solución.
Mientras tanto JM Santos eufórico y como buen tahúr logra otra ficha millonaria
y de triunfo, en la ruleta de juego de sus vanidades.
Fuente Imagen: Ejército Nacional colombia. 6 soldados
muertos en puerto Lozada, Colombia.