Imelda Daza Cotes, vocera de paz en el Congreso Nacional de Colombia:
“Vamos andando, no
es fácil el camino, no es fácil superar lo vivido, pero es posible construir
una mejor sociedad”
Por Dick & Miriam Emanuelsson,
Resumen Latinoamericano
“La izquierda, el movimiento
alternativo y el movimiento popular en Colombia tienen hoy en las elecciones
del año entrante una gran posibilidad de avanzar, pero se requiere de dos cosas
muy importantes: Compromiso Real con la causa popular y Vocación de Poder”.
UNA DE LAS MÁS APLAUDIDAS intervenciones durante el Foro
de Sao Paulo en Managua 15-19 de julio, 2017, fue la de la colombiana Imelda
Daza Cotes. El 15 de diciembre del 2016 fue seleccionada por la guerrilla de
las Farc, junto con cinco compatriotas más como una de seis voceros de paz en
el senado y cámara de representantes, tres en cada instancia parlamentaria. Es
de notar que los seis no son de las Farc sino forman parte del movimiento
político Voces de Paz y Reconciliación que en el congreso opinan en los debates
sobre el Acuerdo de Paz pero no tienen derecho a voto.
Con Imelda
me he encontrado varias veces en su municipio Jönköping del departamento de
Småland en Suecia, hermosísimo lugar en el extremo sur del lago más profundo de
Suecia, Vättern, con 128 metros de profundidad y un área de 1912 km². Invitado
por el sindicato de TCO en la ciudad para hablar sobre Latinoamérica, en el
público siempre ha estado esta combativa colombiana que en el 1989 se vio
obligada de abandonar su querida Colombia como consecuencia de la guerra sucia,
siendo militante y líder de la Unión Patriótica (UP) en Cesar.
Establecida
en Jönköping continuó la lucha política en una nueva trinchera, siendo concejal
desde el 2002 en el consejo, peleando con los concejales de la derecha pero,
como dice, siempre con el respeto mutuo.
ORIUNDA Y NACIDA EL 17 de marzo de 1947 en el
departamento de César, en el norte de Colombia, con larga frontera con
Venezuela estudió economía y se graduó también como docente. Fue concejal en el
municipio de Valledupar del ala ´Galenista´ del Partido Liberal 1982, siendo la
primera mujer presidenta del concejo. En 1986 ingresó a la Unión Patriótica cuando
este movimiento de izquierda nació como un resultado del Acuerdo de Cese al Fuego en el municipio de La Uribe en mayo del 1984 entre el gobierno conservador del
presidente Belisario Betancourt y el Secretariado del Estado Mayor Central de
las FARC-EP.
Aquel
acuerdo estimuló y facilitó una explosión de nacimientos de movimientos populares
y sindicales como la UP y la mayor central obrera de Colombia, la CUT (Central Unitaria de Trabajadores). Igual
como la UP, estos también fueron en su mayoría víctima del exterminio físico por
parte del Terrorismo de Estado.
EL DEPARTAMENTO DE CÉSAR fue uno de los departamentos más
golpeados por la alianza estatal-paramilitar. La gobernación fue paramilitarizada,
siendo una de las viejas familias oligarcas y terratenientes que la presidía
como Hernando Molina Arújo, alias el paramilitar ´Comandante 35´, gobernador de
Cesar entre el 1 de enero de 2005-17 de mayo de 2007, durante el periodo de Alvaro
Uribe Vélez.
El poder
político regional utilizaba el paramilitarismo por mantener la hegemonía
política-económica. El hombre fuerte del César fue el jefe paramilitar, ´Jorge
40´, Jorge Tovar. Fue acusado por miles y miles de asesinatos y masacres a la
población, tildándola colaboradores de la guerrilla. En la mira estaba Imelda
pero también uno de sus más queridos amigos y camaradas de ella en la UP,
Ricardo Palmera, más conocido como ´Simón Trinidad´, un banquero de una vida
cómoda, como dice Imelda, pero que prefirió incorporarse a la lucha popular y
construir la Nueva Colombia en vez de gastar el tiempo en la ´High Society´ de
Valledupar.
Pero ante la
cruda realidad en Colombia en la segunda mitad de los 80´ los dos tomarían dos
caminos diferentes; Imelda al exilio, primero a Lima, Perú donde no la dejaron
quedarse y después a Suecia que sí la recibió con su camarada de vida, Álvaro.
A Simón no
le pareció el exilio y prefirió irse a la montaña. Ingresó a las filas de las
Farc y su 19º Frente en la región bananera de Ciénaga y la hermosura de Sierra
Nevada entre indígenas y campesinos, la base social de la guerrilla. Los
camaradas que quedaron en Valledupar y en el departamento de César, siguiendo
la vida legal de la UP, fueron en su gran mayoría asesinados o desaparecidos.
La UP fue literalmente enterrada.
Cuando nos
vemos nuevamente, pero esta vez en Managua, la capital de Nicaragua, es un
reencuentro emotivo.
INSPIRA OPTIMISMO ANTE LA firma del Acuerdo de Paz. Habla
de la necesidad de multiplicar los esfuerzos para salvar Acuerdo de Paz y el
momento histórico que vive el país y la misma América Latina ante la latente y
abierta amenaza que representa para estos pueblos de este continente, los
Estados Unidos en cabeza del presidente Donald Trump.
El colega y
colombiano Nelson Lombana, que escucha la entrevista resume las palabras de
Imelda:
“Su
reflexión comienza con una clara concepción marxista: ´La historia la hacen los
pueblos´ y termina afirmando que el proceso revolucionario que se viene
desarrollando en la hermana república bolivariana de Venezuela será
irreversible. Plantea con asombrosa claridad la perspectiva actual de la
izquierda, la cual según su criterio, debe tener dos elementos fundamentales:
Compromiso real con la causa popular y vocación de poder. La izquierda debe
superar el estado de la simple oposición y asumir con grandeza y decisión la
búsqueda del poder”.
Y Imelda es,
a pesar de todo, muy optimista, como diría Marx, optimista histórico aunque
dice; “vamos andando, no es fácil el camino, no es fácil superar lo vivido,
pero es posible construir una mejor sociedad”.
Postulada como gobernadora
FUE INVITADA A COLOMBIA por la Unidad de Víctimas de
la UP y arribó a Valledupar el 25 de junio de 2015 pero ahí quedó, además
convencida por la gente allá de postularse al cargo como gobernadora de Cesar.
Fue respaldada por la Alianza Verde, Polo Democrático, MAIS, Progresistas y
otros sectores políticos de base liberal, independientes, y organizaciones
sociales.
“Vine con un
tiquete por diez días y maleta de mano. Llegué a Valledupar a comentar a los
poquísimos conocidos, amigos no había. Todos mis compañeros de la actividad
política en la UP en el Cesar o se habían desplazado al exterior, o estaban en
la guerrilla o habían sido asesinados. No encontré a nadie de los viejos amigos
de la actividad política. Con los hijos de algunos de ellos empecé a conversar
sobre ese acto de desagravio y ahí surgió la propuesta de ser candidata a la
gobernación del Cesar por la Unión Patriótica. En un primer momento me pareció
una temeridad; ¿”Cómo, con qué recursos, con qué equipo, con quienes vamos a
poder a hacer esa campaña? Era finales de junio de 2015 y las elecciones eran
era el 15 de octubre. Teníamos apenas tres meses de hacer una campaña para la
cual no había un solo peso.
“Sin embargo
al día siguiente nos reunimos de nuevo y dos días después yo era candidato a la
Gobernación de Cesar”, dice y se sonríe con esa linda sonrisa con un
ingrediente de pícara de la simpática.
Resume esos
días de decisiones “que no tenemos nada de perder porque ya lo perdimos todo
que fue la vida de nuestros compañeros”.
“Todo lo que hagamos de aquí y
adelante es ganancia. ¡Qué importa si logramos 500 votos, son 500 personas que
honradamente creen que es posible la construcción de otra sociedad y de otro
país! Así iniciamos contando con aportes individuales de amigos de Bogotá que
organizaron desayunos, cenas, homenajes, en fin una serie de actividades para
recaudar fondos y colaborarnos en esa tareas”.
Orgullosa
sigue el relato de que cumplieron la campaña electoral en Cesar, aunque era muy
precaria pero cargada, como dice nuevamente, con mucho entusiasmo y concluye:
“Se unió con
nosotros, lo cual es una muestra que es fácil construir unidad en la acción que
construir unidad alrededor de personalidades, y llegaron a mi sede de campaña
amigos del Polo Democrático, Alianza Verde, Progresistas fueron los
colaboradores más comprometidos, gente sin partido, por supuesto el Partido
Comunista Colombiano (PCC) y armamos espontáneamente un equipo y se unió
también el Congreso de los Pueblos. Este fue el equipo que comenzó a trabajar
durante tres meses”.
“EL RESULTADO FUE 10.300 VOTOS. Pero la Registraduría, que es
el ente que finalmente decide quién gana y quien pierde, en Colombia las
elecciones son un fraude siempre, dijo la primera vez; “10.300 votos”. La
segunda vez dijo “9140 votos” y la tercera vez decía “8300 votos”.
“Es muy
extraño que un resultado electoral termina en dos ´00´, rara vez ocurre. En
todo caso, esa votación fue muy cercana el resultado para un curul a la Cámara.
Pero además me sorprendió mucho, porque el departamento tiene 25 municipios y
yo, por falta de tiempo y de recursos solo visité 16. No quiere decir que hice
asambleas o manifestaciones en 16 municipios pero me fui en la puerta de la
iglesia o al parque, o al frente a una escuela y hablé con la gente, repartí
algunos afiches y alguna propaganda. Fueron nueve municipios que no visité,
nunca mandé un afiche o boleta. Sin embargo tuve votos en los 25 municipios”.
“Posteriormente
me he encontrado con gente de esos municipios a los que nunca fui y me saludan
y me abrazan con alegría de conocer la persona. Como en el municipio de Copey
que decían que hacían campaña invitando a la gente a votar por mí porque era la
mejor opción. “Pero yo ¡nunca estuve en Copey”! comenté. ´Ahí Usted obtuvo 125
votos´. “Pero ¿cómo me conocieron ustedes a mí”? y decían; ´Por radio. La
escuchamos hablar por radio´. Y así ha sido en el resto de los municipios donde
nunca fui pero me escucharon. Esto quiere decir que la radio es el mejor medio
de llegarle al último rincón del cualquier parte del territorio”.
En la
capital de Cesar, Valledupar obtuvo 4491 votos. El candidato del Centro
democrático (Partido Uribista) obtuvo 6900 votos. Concluye diciendo que hay un
pueblo esperando una nueva propuesta con nuevas ideas y proyecto de país.
“Hay una
disposición de cambio y esperanza que Colombia de verdad puede construir paz”.
“La historia la hacen los
pueblos”
¿Cuáles eran los reclamos y reivindicaciones de
la gente cuando tú hablabas con ellos en el parque o en la puerta de la
iglesia?
“Eso también
me sorprendió. Los mayores se quejan de la salud, es lo más grave. El segundo
es el desempleo, la desocupación, la educación y la inseguridad, básicamente
estas cuatro son las mayores preocupaciones que la gente manifiesta”.
“Pero la
mayoría que se me acercaba para escucharme eran jóvenes. Me decían: ´¡Acá no,
no nos hagan diagnósticos ya sabemos cuáles son los problemas! Pero ¿Cuál es su
propuesta?´, la gente está cansada que diagnostique sus problemas. Quieren
propuestas y soluciones, quieren un proyecto de país, de región y de ciudad´.
En la medida que me escucharan logré que se comprometieran con nuestra campaña”.
¿Es también importante que el mismo pueblo sea
protagonista en esa campaña y lucha?
“Es con
ellos. La historia la hacen los pueblos, no sus líderes, ellos simplemente son
conductores y orientadores. En Colombia el 60 por ciento de la población
habilitada para votar no participa en las elecciones y tiene toda la razón.
Nuestra tarea ahora consiste en convencerlos de que estamos ante la primera
alternativa real y efectiva de acceder al poder”.
“La
izquierda, el movimiento alternativo y el movimiento popular en Colombia tienen
hoy en las elecciones del año entrante una gran posibilidad de avanzar, pero se
requiere de dos cosas muy importantes: Compromiso Real con la causa popular y
Vocación de Poder. Es una izquierda y movimiento alternativo resignado a ser oposición
eternamente, a criticar, censurar, a señalar, acusar, juzgar y condenar a
quienes nos han gobernado. Esa página debemos pasarla”.
“Dispongámonos
ahora a comprometernos con ese cambio y esa transformación con la
implementación plena y total del Acuerdo de Paz y desarrollemos en nosotros la
voluntad de acceder al poder, de utilizar ese poder que tiene el 65 por ciento
del pueblo colombiano de utilizar su cédula y votar correctamente por quien
interprete con fidelidad y con lealtad sus intereses y se comprometa a que ese
acuerdo de paz es la herramienta de trabajo y la plataforma sobre la cual hemos
de construir entre todos esa nueva Colombia”.
El encuentro entre el hijo
paramilitar y hermano guerrillero
Durante nuestra
gira periodística en el mes de mayo en Colombia, y precisamente en el
departamento de Cesar, nos comentó uno de los líderes populares en Valledupar
que en un acto durante la campaña por el “Si al Acuerdo de Paz” el año pasado,
el hijo del jefe paramilitar, Jorge Tovar y Jaime Palmera, hermano de Ricardo
Palmera, ´Simón Trinidad´, aparecieron juntos en ese acto y en donde se
abrazaron como un signo de reconciliación. El relato me impactó sinceramente porque
nunca antes había escuchado algo similar en un país marcado por el odio, guerra
y muerte.
Imelda confirma
los hechos ya que estuvo personalmente en ese acto.
“Fue en el
marco de un foro sobre la paz organizado por la revista Semana y Cámara de
Comercio de Valledupar. Allí, llegaron Jorge Tovar, el hijo de Jorge 40 y Jaime
Palmera, hermano de Ricardo Palmera, ´Simón Trinidad´. Era una conversación
relativamente breve (ellos se conocían por supuesto, alguien los había puesto
en contacto y habían hablado un poco). Ese día llegué yo y también saludé a
Jaime y él presentó al hijo de Jorge 40. Fue un momento de mucha sorpresa,
expectativa y de sentimiento encontrado”.
“Este
muchacho es muy joven, no ha cumplido 30 años, pero refleja 21, 22 años, muy
sonriente, un rostro en realidad limpio, una sonrisa muy natural y me dijo: “Yo
también soy víctima de la guerra y yo también estoy cansado de la guerra. Hemos
sufrido mucho todos, ustedes y nosotros. Yo creo que es hora de superar esto”.
“Jaime
conmovido también dijo que sí, que igual, que ellos también habían sufrido
mucho. Yo les dije: Llegó el momento de la reconciliación. No es de perdón
porque ni tú has hecho nada que te obligue a pedirle perdón a Jorge Tovar, ni
Jorge ha hecho nada que lo obligue a pedirte perdón a ti, pero en nombre de los
actores de esta guerra, pidámonos perdón mutuamente, aceptemos el perdón y
demos un ejemplo de reconciliación. Digámosle al país sí es posible la
reconciliación”.
“De una
manera jocosa les dije también: La reconciliación no quiere decir que yo vaya a
celebrar mi cumpleaños con el papá de este joven (Jorge 40), ni él me vaya a
invitar a celebrar la navidad con él, pero sí que en un próximo evento
electoral, yo puedo ser candidata a la gobernación, él también y ninguno de los
dos piense en utilizar la violencia para competir, sino que sea una batalla
electoral en la cual él puede exponer su proyecto de departamento y yo el mío,
libre y ampliamente y que a él lo sigan quienes quieran y a mí también. Eso es
civilidad, eso es democracia”.
“Acto
seguido ellos se dieron un gran abrazo que fue muy aplaudido y muy fotografiado.
Ninguno de los dos es actor político, ninguno de los dos tiene interés en ser
activista político, pero los dos representaban dos fuerzas muy importantes en
el imaginario popular”.
“Ese gesto
sin duda ayuda construir paz también en ese departamento del Cesar tan
duramente golpeado por la violencia. Hoy, hay otro ambiente sin duda, hoy hay
una actitud de más tolerancia, aunque no suficiente todavía y una cierta disposición
a la reconciliación”.
“Yo lo he
vivido también, he sido invitada a otros foros, a otros eventos y he conversado
con gente que yo sé que políticamente está en el otro extremo mío, pero es
gente a la que yo conocí cuando todos éramos jóvenes. Hoy hay como una especie
de reencuentro, con un halo de tristeza por lo que hay en ese intermedio, pero
como una disposición a retomar nuestra amistad y nuestra relación de juventud
para seguir adelante”.
“El pensamiento fascista de
Uribe”
El ramo de
olivo que el comandante Timoleon Jiménez le hizo llegar al senador del Centro
Democrático, Álvaro Uribe Vélez, el año pasado, como gesto reconciliación, fue
tirado a la basura. El mismo Álvaro Uribe ha prometido de revocar gran parte
del Acuerdo de Paz si él llegue al poder en las próximas elecciones en el mes
de marzo, 2018. Su ex ministro de Justicia y del Interior, Fernando Londoño,
aseguró el 7 de mayo, año en curso, en la convención del Centro Democrático que
Colombia debería hacer “trizas” del Acuerdo entre el Estado y las Farc y por
ende regresar a la guerra nuevamente.
“Uribe tiró
el ramo de olivo (de Timochenko) a la caneca. Definitivamente el Centro
Democrático, “centro demoniaco”, como dicen algunos, y su vocero principal
Álvaro Uribe son enemigos declarados y confesos del proceso de paz. Les
conviene la guerra, les sirve la guerra, se benefician de la guerra y no les
importa porque los hijos de ellos no van a la guerra, a la guerra van hijos de
madres de los sectores populares. La guerra en Colombia, se hizo con hijos
ajenos”.
“Mientras
estos muchachos se mataban entre sí en los campos de batalla, la gran burguesía
colombiana almorzaba junta. Esa es la verdad dura y cruda. El guerrillero, el
sicario paramilitar, el soldado, el policía, son todos hijos de madres de los
sectores populares”.
“Por eso la
necesidad de acabar con esta guerra injusta. Álvaro Uribe Vélez, no tiene ni
hijos, nietos que corran el riesgo de ir a la guerra y ninguno de los que lo
acompañan en su temerario proyecto, tampoco permiten que sus hijos vayan a la
guerra. Van los hijos de sus sirvientes, de sus súbditos”.
“Por eso, a
ellos no les importa, no tienen sensibilidad social, no tienen sentido de comunidad,
no les importa el bienestar común, les importa el bienestar de ellos,
individual. Su actitud se puede enmarcar ideológicamente dentro del fascismo.
Esa es la verdad. Es triste que en Colombia un movimiento de ese corte haya
podido desarrollarse como lo ha hecho y es lo más lamentable que haya gente de
los sectores populares, colombianos pobres, víctimas de la injusticia, de la
falta de democracia, de la inequidad social, que crea que Álvaro Uribe es la
salvación para este país”.
“Claro, los
uribistas son expertos en engañar a la gente, en mentir mil veces sobre una
misma cosa, hasta convertirla en “verdad”. Tienen unas estrategias
publicitarias que son efectivas, hay que reconocerlo y que le permite a ellos
engañar a millones de colombianos y de convencerlos de que son alternativas de
poder”.
“Nosotros
tenemos eso como un reto, desmontar ese aparataje mediático que ellos utilizan
y convencer al pueblo colombiano de que es posible construir paz, sí es posible
lograr una sociedad más equitativa”.
“En el Parlamento nadie
escucha a nadie”
Lo
preocupante es que queda poco tiempo para las elecciones presidenciales. Y para
complicar la implementación aún más, impuso la Corte Constitucional una
decisión en que da los congresistas derecho de imponer nuevas cuestiones en el
Acuerdo de Paz, discutir y decidir artículo por artículo en vez de un solo
Bloque llamado “Fast Track”. Esa decisión de la Corte en realidad dilata y
sabotea el Acuerdo, sirviéndose así al Uribismo y a los guerreristas
colombianos. Según Imelda todavía hay 30 decretos de ley para discutir y dice,
con una voz casi resignada, que así se va a implementar el Acuerdo en dentro de
tres años, en vez de clausurar el proceso en el mes de noviembre.
¿Cómo ha sido la experiencia como vocera de paz
en el congreso nacional? Vemos hoy, 18 de julio de 2016, que la decisión del 19
de diciembre de 2016 en el Congreso Nacional, cuando se decidió sobre una
amnistía a los más de tres mil guerrilleros encarcelados, todavía quedan más de
2400 farianos en las cárceles colombianas.
“Es
inexplicable que una ley aprobada hace siete meses, no hayan querido
implementarla. Se han negado a la libertad de los presos políticos a pesar de
la ley de amnistía, a pesar del decreto reglamentario de la misma, a pesar de
todas las orientaciones del mismo presidente Santos”.
“La
experiencia en el congreso ha sido única. Primero, me llevó a entender cuánto
en mí influyó la cultura sueca. Me sorprende y no tolero el desorden y la
indisciplina que hay en las salas donde se reúnen los parlamentarios. Desde el
2002, soy concejala en Suecia, en el municipio (Jönköping en el departamento de
Småland) donde vivo y allá, pues todo transcurre con tanto orden, tanta
discreción, tranquilidad, armonía y democracia”.
“Yo me
sentaba en el concejo municipal al lado de la vocera del neofascismo
Sverigedemokraterna (los Demócratas
Suecos). Nunca tuve con ella una discusión personal. En algunas ocasiones
ella se paraba traer café y me preguntaba si quería, otro día llegué y me había
cortado el pelo y me dijo: “Te queda muy bien el pelo así”. Es decir,
cordialidad. No quiere decir que nosotros simpatizáramos ideológicamente, pero
no nos atacábamos para nada. Respeto mutuo. Allá, nos sentamos la coalición de
derecha a un lado y la coalición de izquierda al otro lado. Nosotras dos
coincidíamos al final: Respeto total, nadie agrede a nadie, todo el mundo
escucha a todo el mundo, a todo el que habla. Todo el mundo respeta la palabra
del otro”.
“Aquí, en el
Congreso nada de eso. Nadie escucha a nadie. Todos hablan para que los enfoque
la cámara de la televisión que transmite en directo. O sea, se habla para la
galería, para el pueblo que está afuera de ese salón viendo el programa.
Adentro a nadie le importa lo que el otro esté opinando y se habla de temas que
no tienen nada que ver con lo que ahí se está tratando, porque no se habla para
los que están en el recinto, nadie permanece sentado más de media hora, todos
hablan por teléfono, conversan, se ríen, comen”.
“Ha sido
durante estos seis meses muy incómodo para mí porque yo sí me acoplé
perfectamente al orden, a la disciplina y al respeto de la actividad política
en Suecia”.
“El Uribismo se ha
comprometido a hacer trizas el proceso de paz”
El día antes
de la entrevista con Imelda, el principal diario colombiano, El Tiempo
informaba sus lectores que el Uribismo ya comenzó la campaña electoral en
Colombia. Con la experiencia histórica que significa una campaña electoral y su
“fiebre”, quiere decir que todos los demás temas, como la paz, se vuelven a un
segundo plano en el escenario político. Imelda está de acuerdo y muy preocupada
por ese panorama nacional.
¿Qué lo que puede salvar al acuerdo de paz en
estos momentos? La derecha está organizada y no solo actúa alrededor del Centro
Democrático, sino también del ex vicepresidente German Vargas Lleras, líder del
partido Cambio Radical, un tradicional político de la derecha guerrerista,
teniente de la Reserva del Ejército y un abierto y casi ciego enemigo de las
Farc. Ha mantenido un perfil muy bajo durante el proceso de paz y últimamente
ha hecho declaraciones muy temerarias al Acuerdo de Paz después que dejó la
vicepresidencia el 14 de marzo 2017.
“El proceso
electoral está en marcha. Es innegable. El Uribismo está en campaña desde
siempre, ellos están en campaña todo el tiempo. Han prometido hacer trizas al
acuerdo de paz. Yo creo que no lo van a lograr. Soy un convencida de que no lo
van a lograr. El pueblo colombiano mayoritariamente respalda este proceso, el
resultado del plebiscito no es lo que refleja la voluntad del pueblo colombiano”.
“Ese
plebiscito obtuvo una mayoría por el NO, porque el Centro Democrático adelantó
una campaña perversa, de mentiras, de engaños, de tergiversaciones y un pueblo
como el colombiano, que nunca ha disfrutado del buen gobierno, ha generado
históricamente una actitud escéptica frente a todo lo que viene del gobierno. Y
ese escepticismo fue perfectamente utilizado por esa ultraderecha para
alimentarlo y rellenarlo de tergiversaciones, de mentiras completas, de
mentiras a medias, que repetido un millón de veces, se convierte en “verdad”;
engañaron flagrantemente al electorado”.
“Yo nunca he
reconocido ese triunfo porque si un ciclista compite en un evento en el giro de
Italia, gana el trofeo, le cuelgan medallas, le dan regalos y lo reconocen como
ganador. Pero, quince días después, se demuestra que él se dopó, usó sustancias
que le dieron una fuerza extraordinaria. ¿Qué ocurre con ese ciclista? Pierde
la medalla, debe devolver los premios, lo sancionan y no puede competir en un
lapso largo de tiempo. Eso ha debido hacerse en Colombia. Esos que ganaron la
prueba con mentiras, con engaños, con doping deben ser sancionados y ese
triunfo tiene que ser negado. Yo nunca lo he reconocido”.
“El proceso revolucionario
venezolano es irreversible”
En el año
2010, el ex mandatario Uribe entregó en una bandeja siete bases militares al Pentágono
y el Comando Sur de EE.UU. Seis de esas bases son dirigidas su actividad hacia
Venezuela. Unos diez años antes, el senador republicano Paul Coverdell escribía
el 10 de abril de 2010 en Washington Post bajo el título; “Starting with Colombia” (empezando con Colombia), en la víspera del
debate en el congreso de EEUU sobre Plan Colombia, que “Para controlar a Venezuela es
necesario ocupar militarmente a Colombia”.
Pero el
gobierno de Colombia no tiene planes de desocupar esas bases militares de
tropas estadounidenses, menos ahora cuando Colombia es un tipo de asociado con
OTAN. Es más, El mismo día de la entrevista con Imelda, Donald Trump amenazaba
a Venezuela que si se realizara las elecciones a la Constituyente en el país
vecino tendría que pagar las consecuencias. Unos días después de la entrevista supimos
también que el jefe de la CIA, Mike Pompeo, reconoció en un evento en Colorado,
EEUU con agencias de inteligencia y de seguridad que él había viajado a Bogotá
y a Ciudad de México, teniendo conversaciones con los dos mandatarios para
participar en el derrocamiento del gobierno bolivariano en Venezuela.
El ex
presidente conservador colombiano Andrés Pastrana hizo intervenciones públicas
en las calles del este de Caracas, acompañado por mercenarios encapuchados que
han quemado a 29 personas en Venezuela, instigando al pueblo de Venezuela a
ejecutar un golpe de estado.
“El
presidente de los Estados Unidos es una amenaza para toda América Latina, una
amenaza al pensamiento libre, al espíritu crítico, al derecho y a la libertad
de los pueblos de determinar su política interna y definir quién puede
gobernarlo o no; es un irrespeto rotundo a la dignidad del pueblo de Venezuela
la injerencia de Estados Unidos disfrazada de “lucha por la democracia”.
Falso”.
“El problema
de Venezuela son sus reservas petrolíferas, las más grandes del mundo,
comprobadas. Y un poco de Colombia, porque el territorio es el mismo”.
“Es que
traer petróleo de Arabia Saudita demora cuarenta días y llevarlo de Maracaibo,
demora cuarenta horas. Así de sencillo. La escasez de petróleo los tiene
desesperados. Y el sostenimiento que ha tenido el proceso de democratización de
Venezuela ya los desesperó”.
“Muerto
Chávez creyeron que era fácil combatir a Maduro y destruir el proceso
revolucionario chavista. Ahora se han convencido que la campaña que han hecho,
que además, ha sido muy torpe, no les ha dado los resultados que esperaban, se
han puesto plazos y plazos y han tenido que aplazar y aplazar ahora ante la
realidad de una Asamblea Nacional Constituyente que con seguridad dará el
triunfo al gobierno de Venezuela, asume ya una actitud desesperada. Y claro, un
loco desesperado es muy peligroso”.
“Estos locos
ultraderechistas andan desesperados por hacer algo que definitivamente tumbe a
Maduro. Es por eso peligroso. Pero, yo estoy segura de que el 30 de julio esa
votación se realizará, el pueblo venezolano ratificará, determinará, cómo es
que se quieren gobernar y seguirán luchando y seguirán enfrentando a los
enemigos. El proceso de Venezuela es irreversible.
Los integrantes de las Voces
de Paz y Reconciliación
El Punto 3
del Acuerdo de Paz, firmado el 24 de noviembre de 2016 por el máximo comandante
de las FARC-EP, Rodrigo Londoño y el presidente Juan Manuel Santos estipula
sobre las “Garantías para el nuevo partido o movimiento político” de la
guerrilla. Y este punto generó las condiciones para el nacimiento de la
agrupación Voces de Paz y Reconciliación,que según lo pactado, debía tener asiento en el Congreso para acompañar la
implementación del acuerdo.
En el
congreso son los siguientes voceros de este movimiento:
Senado: Jairo Estrada, Pablo Cruz,
Judith Maldonado.
Cámara de Representantes: Imelda Daza, Francisco Tolosa
y Jairo Rivera.
Comenzaron
su trabajo el 19 de diciembre de 2016.