Parte la clase política mafiosa colombiana que se mantiene en un país donde la mitad del pueblo no vota, porque no se identifica c on la democracía de la oligarquia. |
Colombia: La clase política está contenta
Por Juan Leonel Pérez
La gran prensa y los dirigentes de la
derecha del país están muy contentos con los resultados electorales del 11 de
marzo de 2018, los tiene sin cuidado que hayan sido elegidos, paramilitares o
familiares de estos, como también personajes corruptos o sus esposas e hijos,
investigados y algunos con condenas por paramilitarismo y corrupción. La
importancia de la justa electoral fue la derrota de las FARC, ya estas no son
un peligro, el castro-chavismo dejó de ser una amenaza.
Aseguran que a las FARC no la quiere el pueblo, no tiene ningún respaldo y por ende Santos fue un imbécil que les regaló 10 curules en el parlamento. 5 en el Senado y 5 en la Cámara de Representantes.
Aseguran que a las FARC no la quiere el pueblo, no tiene ningún respaldo y por ende Santos fue un imbécil que les regaló 10 curules en el parlamento. 5 en el Senado y 5 en la Cámara de Representantes.
Le ocultan al pueblo colombiano y a
la comunidad internacional, que en los 15 meses de firmado el acuerdo de la
Habana han sido asesinados 50 excombatientes y 150 dirigentes sociales, la
política de la ultraderecha es matar, aniquilar a las personas que mueven
opinión pública, quienes son dirigentes de masas están condenados a muerte, es
decir quitarle el agua al pez. Con esta política nadie se acercará a un
dirigente del Común porque su vida corre peligro.
“En los últimos cuatro años se
registran 18 desapariciones forzadas, 126 asesinatos de defensores y defensoras
de derechos humanos, 560 agresiones individuales, 532 asesinatos y 2.374
amenazas, 305 atentados, 171 detenciones arbitrarias. En el año 2017 se
registran: 126 asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos, 560
agresiones individuales. En los 64 días del año 2018 han sido asesinados 14
dirigentes sociales y llegan a decenas las amenazas.” (Tomado de Rebelión,
marzo 13 de 2018.de qué posconflicto hablan señores del Estado.)
El paramilitarismo sigue haciendo su
trabajo de terror, matando, amenazando, desplazando y ocupando los territorios
en los cuales las FARC tienen influencia, miles de campesinos no pudieron
votar, o porque sus cedulas no aparecieron o porque fueron amenazados de muerte
si salían a votar. El presidente Juan Manuel Santos se empeña en decir en los
medios de comunicación y en reuniones privadas que en Colombia no hay
paramilitares, y el nefasto Ministro de la defensa se atrevió a decir que
muchos de los asesinatos eran por problemas de faldas, que irrespeto para las
víctimas.
A 15 meses de firmado el acuerdo de
la Habana, se ha cumplido en un 18.5 %, no se ha comprado un milímetro de
tierra para los campesinos que no la tienen; la reforma política que se aprobó
en la Habana fue tan desfigurada que tuvo que ser hundida en el congreso; la
JEP Justicia Especial para la Paz fue mutilada y dejada únicamente para los
guerrilleros; las sustitución de Cultivos Ilícitos no se han llevado a cabo; la
financiación a la que tiene derecho todo partido político fue retenida hasta
una semana antes de las elecciones; el saboteo a la campaña electoral fue
organizada por la ultraderecha, contratando buses y esquiroles para que le
tiraran todo lo que fuera posible a los candidatos, inclusive intentando
agredirlos físicamente, fue una campaña contra todas las adversidades que la
clase política impuso, ¡Y por eso están contentos!
¿Contentos porque con meses de
anterioridad se compraron a dirigentes de los barrios de las veredas, de los
pueblos para que les llevaran a los votantes, contentos por que compraron miles
votos el día de las elecciones, contentos porque el día de las elecciones “regalaron”
miles de tamales, miles de botellas de ron? Sí, tienen porqué estar contentos
la corrupción sigue su curso impunemente. Sin embargo a pesar de todo al Senado
ha llegado una bancada de 23 Senadores, que el pueblo anhela que se conviertan
en fustigadores contra la corrupción, la injusticia, que predomina en la clase
política.
Marzo 13 de 2018.