La rearmada guerrilla de las
FARC-EP en el departamento de Putumayo aclara quienes son los autores detrás de
los asesinatos de líderes sociales en el departamento de Putumayo
En un comunicado leído por Danilo Alvizú, integrante del Frente
Carolina Ramírez de las FARC-EP, en el cual se denuncia que la banda
narcoparamilitar conocida como SINALOA,
en alianza con sectores estatales y con antiguos cabecillas de los extintos Frentes
48, 49 y 32 de las FARC, son los responsables de las amenazas y asesinatos contra
dirigentes sociales en el Putumayo.
Uno de esos ex Farc ha sido Abel Antonio Loaiza Quiñónez, alias Azul, del ex Frente 48 que operaba en Putumayo y Nariño,
responsable, según la Policía Nacional de varios asesinatos de líderes
campesinos.
El estado colombiano ha intentado de lavarse las manos culpando
la rearmada guerrilla de las FARC-EP como “la disidencia”. Pero en el siguiente
comunicado del Frente Carolina Ramírez de
las, FARC-EP su comandante da otra imagen en donde también el Estado
Colombiano utiliza este tipo de sicarios para proteger a las transnacionales
que operan en esta región de Colombia, con unas de las reservas petroleras más grande
de Colombia.
Dick E.
Putumayo
insurgente
La lucha Faríana
continúa hasta alcanzar la victoria
Danilo Alvizú. |
Asistimos nuevamente a una guerra más, de las tantas que históricamente la oligarquía criminal le ha
declarado al pueblo colombiano y de las cuales, el Putumayo no ha estado exento.
Este extenso territorio amazónico es hoy al igual que en
su pasado, víctima de una explotación indiscriminada de sus más valiosos
recursos que lo está llevando a la destrucción y de los cuales no recibe ni el
más mínimo beneficio, explotación que no solo afecta de manera considerable la
tierra, hoy reconocida como sujeto de derechos, sino que atenta contra la vida
misma de quienes habitan este hermoso departamento.
AL IGUAL QUE EN
TIEMPOS PASADOS,
somos testigos nuevamente de la macabra alianza entre el Ejército Nacional de
Colombia y el narcoparamilitarismo para desocupar los territorios y
entregárselos al capital transnacional. La Mafia Sinaloa, como se autodenomina
esta estructura narcoparamilitar y que viene operando en el departamento, es la
principal responsable de la serie de asesinatos que se han venido presentando
en contra de líderes, lideresas sociales y campesinos que, en su mayoría,
venían liderando el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos
Ilícitos (PNIS) en el marco del Acuerdo General de Paz.
Así mismo, son los responsables de diferentes
desplazamientos de familias que se han venido presentando en los territorios.
En algunos casos, han pretendido responsabilizar a nuestra organización de esos
crímenes.
Es importante señalar que, a diferencia de nosotros, ésta
estructura no tiene ninguna propuesta política, ni proyecto de país. Su único y
principal interés es el control de la siembra, producción, comercialización y
tráfico de la pasta base de coca. Sin embargo, en zonas de explotación
petrolera están al servicio de las transnacionales como estrategia de
intimidación a las comunidades que se oponen a la explotación
minero-energética.
Y DENTRO DE SU
ALIANZA con
el ejército mercenario de Colombia cumplen el papel de reprimir la resistencia
campesina asesinando a sus líderes y lideresas, entre quienes se encuentran: GLORIA OCAMPO; asesinada el pasado 7 de
enero del presente año, junto a HELODIO
MORENO en la vereda La Estrella, inspección El Cedro, municipio de Puerto
Guzmán. Gloria era directiva de la Junta de Acción Comunal de esa vereda y
además, era delegada a las instancias de PNIS y PDET.
Nueve días después asesinan en la vereda Teteye,
municipio de Puerto Asís a YORDAN TOVAR,
líder social y defensor de derechos humanos. Yordan era directivo del Sindicato
de Trabajadores Campesinos del Cordón Fronterizo del Putumayo.
En el mes de febrero asesinaron a LUIS ALBERTO PARRA y a su hijo JADER
PARRA, ambos directivos de la Junta de Acción Comunal de la vereda Villa
Fátima, inspección Galilea, también en el municipio de Puerto Guzmán. Los dos
directivos comunales habían sido secuestrados.
A mediados del mes pasado asesinaron al reconocido líder
social MARCO RIVADENEIRA de la
Asociación Campesina de Puerto Asís, quien venía liderando un programa de
sustitución de cultivos ilícitos. Solo por nombrar algunos, sin pasar por alto,
los campesinos que han sido asesinados por no obedecer sus normas o por
señalarlos de haber prestado algún favor a nuestra organización como ocurrió
recientemente en la vereda La Consolata del municipio de Piamonte donde vil y
cobardemente masacraron una familia.
EN ESE SENTIDO,
ES NECESARIO aclarar
que, muchos de los que integran esta estructura narcoparamilitar, en un pasado
fueron integrantes de las antiguas estructuras de las FARC-EP como es el caso
del extinto Frente 48, donde gran parte de los integrantes de este, pasaron a
trabajar al servicio del narcotráfico, sabemos que están reclutando jóvenes y
les ofrecen hasta dos millones quinientos mil pesos ($2'500.000) mensuales para
que cuiden laboratorios de procesamiento de pasta base para hacer vigilancia y
control del territorio, para servir de escoltas de los cabecillas de esta
estructura criminal, para asesinar a campesinos que se opongan a las normas y
reglas que han impuesto, etc., etc. Lo mismo se evidencia en zonas que antes
fueron del control de los extintos frente 32 y 49, donde cabecillas e
integrantes de milicia de estas antiguas estructuras, hoy también cumplen el
nefasto papel de narcoparamilitares.
Todo este panorama ha generado una gran confusión en las
comunidades rurales y urbanas. Por eso nos vemos en la necesidad de hacer estas
aclaraciones. Valga recordar que las FARC-EP nacieron hace 56 años como una
respuesta popular y revolucionaria al terror institucional y paramilitar del
estado al despojo de las tierras y su acrecentada concentración en pocas manos,
a las profundas injusticias sociales existentes y a la voraz corrupción de las
oligarquías. Realidades todas que, hoy perduran multiplicadas para desgracia
del pueblo.
DECIR QUE, LA
LUCHA GUERRILLERA de
las FARC-EP continua más vigente que nunca, puesto que las razones por las
cuales se originó el alzamiento armado del campesinado en Colombia no se han
resuelto. La tierra sigue estando en pocas manos. Nosotros como Frente Carolina
Ramírez de las FARC-EP tenemos el deber moral y el papel histórico de seguir la
resistencia armada como única respuesta a los aparatos represivos y criminales
del estado en contra del pueblo.
Y en ese sentido hacemos un llamado a las comunidades
urbanas y rurales a organizarse para seguir resistiendo, a vincularse al Partido Comunista Clandestino Colombiano
(PCCC) o al Movimiento Bolivariano por la
Nueva Colombia. Decir también que, esta estructura narcoparamilitar en
algunas áreas se hace llamar `guerrilla
Sinaloa´ y utilizan el discurso revolucionario como estrategia para ganarse las
masas, pero sus acciones van en beneficio del narcotráfico y no del
campesinado.
Por el contrario, se han dedicado a reprimir, explotar y
matar campesinos en las comunidades. Nos han llegado diferentes informes de
cómo están cometiendo todo tipo de abusos y atropellos en contra de la
población campesina, todo eso con el consentimiento y la complicidad del
ejército y la policía.
POR OTRA PARTE,
QUEREMOS COMUNICAR a
la opinión pública que este estado mafioso y paramilitar en cabeza de sus
fuerzas militares y a través de distintos medios de comunicación, en su afán de
deslegitimar y quitarle beligerancia a nuestra lucha, pretende mostrarnos como
una estructura narcotraficante en disputa por el territorio para el control de
la producción y comercialización de la pasta base de coca, poniéndonos al mismo
nivel que la estructura “48”, como ellos la denominan. En ese orden de ideas,
queremos dejar en claro que, la estructura 48 o la mafia Sinaloa es un aparato narcoparamilitar (aliado del Ejército Nacional de Colombia
para combatir la insurgencia y matar campesinos que simpaticen con nuestra
lucha revolucionaria o se opongan a sus intereses) al servicio del narcotráfico
nacional e internacional.
MIENTRAS QUE EL
FRENTE CAROLINA RAMÍREZ,
somos una organización guerrillera que, siguiendo el legado de MANUEL MARULANDA y JACOBO ARENAS luchamos
por un proyecto de país de una Nueva Colombia. Porque nada ha cambiado en
esencia después de la firma del Acuerdo General de Paz, la lucha armada sigue
teniendo vigencia, no solo porque el estado no ha devuelto las tierras que le
robaron a los campesinos a punta de plomo, sino porque sigue utilizando las
armas para asesinar a todo aquel que se oponga a sus intereses económicos y
políticos. Además del sinnúmero de escándalos de corrupción que cada día
carcome este estado podrido de las oligarquías.
¡Que
le quede claro a esta casta criminal y su ejército mercenario: no somos disidencias,
somos FARC-EP, la guerrilla de Bolívar y Manuel que seguirá combatiendo su
tiranía!
Mientras este régimen de dominación no invierta en el
campo y cree condiciones de vida digna para todos los colombianos, sin
excepción alguna, siempre habrá razones para luchar, a quienes nos cerraron la
vía pacífica y legal, lo haremos a través de la lucha armada. Y a quienes aún
puedan luchar desde la legalidad, lo sigan haciendo desde esos diferentes
escenarios. Lo importante, es comprender que la lucha por la Nueva Colombia es
una sola y que, en cualquier momento, todas las luchas que libra hoy el pueblo
desde sus diferentes regiones y sectores sociales, confluirán para derrocar de
una vez por toda esta tiranía fascista e imponer un nuevo orden más justo y humano.
Selvas de Putumayo abril 2020
FRENTE CAROLINA
RAMÍREZ de las FARC-EP
Selvas de Putumayo abril 2020
FRENTE CAROLINA
RAMÍREZ de las FARC-EP
Foto: Gerald Bermúdez