Jacobo Arenas, co fundador de las FARC-EP:
“Las Farc se proponen la toma del poder”
Montañas de Colombia, Campamento Casa Verde, marzo de 1988
Por
Dick Emanuelsson
JACOBO ARENAS, con el
nombre civil Luis Alberto Morantes Jaimes, considerado como “el ideólogo de las
FARC” presenta en esta extensa entrevista (76 minutos) el proyecto político de
la guerrilla y su estructura política-militar, la confrontación política de la
sociedad y su opinión personal sobre el narcotráfico, legalizándolo o no:
“Cuando ingresan a las Farc se
convierten en revolucionarios profesionales”.
VIDEO:
Entrevista con JACOBO ARENAS:
Daily Motion: https://dai.ly/k4rX4f6uZgDYhiA8Qbu
Vimeo: https://vimeo.com/912247295
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Comandante
Jacobo; ¿cuál es el proyecto político de las FARC?
– Nosotros desde hace mucho
tiempo hemos formulado toda una concepción militar y política. Pero en los
tiempos que corren esa formulación adquirió un matiz distinto. Es un proyecto
viejo. Va cumpliendo en este próximo mayo (1988) 24 años cuando comenzó la
lucha armada en Marquetalia. A los pocos días el 20 de julio de 1964, una
asamblea de los combatientes que iniciaron la lucha en Marquetalia con la gente
que los acompañaba a ellos en esa región, miles de campesinos proclamaron un Programa
Agrario. Aquí todavía se le llama el Programa Agrario de los Guerrilleros.
– En realidad, no es propiamente
un Programa Agrario, es un programa de gobierno. Y entonces desde ese tiempo para
acá, hemos tratado de inculcarle en la conciencia a los combatientes, que ellos
desde el momento en que ingresan al Farc se convierten, como digamos, en
profesionales revolucionarios y no descansarán hasta que no lleguen al poder.
El Acuerdo de
la Uribe 1984
– De ahí para acá, y en particular
en los últimos tiempos, especialmente desde hace cinco años para acá, esa
política ha tomado un rumbo distinto. Con los Acuerdos de la Uribe
(Cese al Fuego, 1984) nosotros decimos que hemos inaugurado en Colombia una
nueva filosofía política. Es decir, como quien dice que cualquiera que vaya a
analizar la política colombiana tiene que hacerlo partiendo de los Acuerdos de
la Uribe que le dio categoría de beligerancia al movimiento guerrillero colombiano.
La gente cualquiera persona que se respete en política tiene que hablar de eso,
porque ya los fenómenos de la política colombiana no pueden verse sino como un
todo, y en ese todo está el movimiento guerrillero que se convirtió en un
movimiento que no pudo ser derrotado por el ejército oficial. La historia se
encarga de esa comprobación, en realidad en este aproximado cuarto de siglo.
– En este cuarto de siglo ha habido
muchos combates. Ha habido una enorme cantidad de confrontaciones armadas. Unas
medianas otras pequeñas y otras grandes en el que el movimiento guerrillero, y
particularmente las Farc siempre salen fortalecidos.
– Aquí hubo un grupo pequeño
se inició en Marquetalia con 42 hombres al mando del compañero Manuel Marulanda
Vélez y esos 42 hombres, no exagerando mucho, se han convertido en aproximadamente
42 Frentes. Es decir, si contamos por ejemplo las Compañías Móviles de carácter
estratégico y las Columnas que se desprenden de los Frentes, podríamos llegar
inclusive a 50 (frentes). En caso de reanudación de la guerra, vamos a darles
el nombre a esas columnas y a esas compañías el nombre de “Frentes”. Y cuando
le demos el nombre de Frentes pasamos el número de 50.
– Eso muestra muy a las claras
que la confrontación armada no fue provocada por los por los revolucionarios
aquí en Colombia, sino por los reaccionarios. No ha hecho sino generar el
descontento y entorno del descontento del pueblo colombiano se ha desarrollado,
se ha crecido un movimiento guerrillero que adquiere contornos de Ejército Revolucionario
en Colombia.
Guerrilleros de las FARC en Casa Verde, marzo-abril de 1988. FOTO: DICK EMANUELSSON |
– Mucha gente dice, “bueno, un
ejército debe ser una organización muy grande”. No hablamos de ese tipo de ejército,
digamos en este caso un ejército regular, sino que estamos hablando de un
ejército irregular. Y cada vez que sea más grande ese ejército irregular,
tendrá que ser más irregular.
– Esos ejércitos revolucionarios
tienen que organizar una estructura del mando. La estructura de mando nuestra
tiene actualmente 1250 comandantes. Una estructura de ese tipo resiste un
ejército de 50,000 o 60,000 hombres. Es decir, estamos preparando la estructura
jerárquica de mando para que en un momento determinado se abran las compuertas
en las Farc para el crecimiento de ese ejército.
– En todas las metas que
nosotros nos propusimos hace 24 años, como estrategia en sí de un planteamiento
revolucionario, se ha concretado en la práctica. Es decir, hoy somos en
realidad una fuerza 50 veces mayor o mucho más a lo que fue esa fuerza en sus
inicios en 1964 Marquetalia.
“La Teoría de
la Seguridad” [Nacional]
– ¿Qué es lo que nos proponemos
para responder propiamente tu pregunta, qué se proponen las Farc? Las Farc se proponen
la toma del poder. ¿En cuánto tiempo? No, no hemos diseñado en el tiempo una culminación
de proceso semejante. Sin embargo, en el caso de ruptura general de la tregua
en Colombia (El Acuerdo de Uribe, 1984), y parece que vamos hacia allá, aun
cuando el gobierno en este momento esté hablando un lenguaje distinto, que
parece conducirnos de nuevo a nuevas conversaciones para buscar nuevos acuerdos.
Las presiones que recibe el gobierno son muy grandes. Por ejemplo, en estos países
de América del Sur se practica desde hace mucho tiempo la Teoría de la Seguridad
[Nacional]. La teoría de la seguridad es prácticamente hoy en el mundo actual
la política exterior norteamericana. En casos como Colombia también adquirió
esa doctrina la categoría de estado. Es decir, se instaura en el estado, es
decir la concepción del estado va al gobierno y el gobierno practica ese tipo de
política.
– Por ejemplo; ahora estamos
viviendo aquí desde hace algunos años la guerra sucia. La guerra sucia es la
guerra más barata que desarrolla la doctrina de la Seguridad Nacional. Es la
guerra que le resulta más económica y entre otra cosa más ventajosa a cuando
eso desprestigia enormemente a las fuerzas armadas. En realidad, las fuerzas
armadas aquí en Colombia no necesitan hacer más cosas para desprestigiarse,
están haciendo cosas malas desde 1946 para acá, -56, -66, -76, -86. es decir;
hace 42 años está haciendo cosas malas para recibir el repudio de la opinión.
Cuando haya aquí el liderazgo de un partido de un Movimiento Político de un
líder, que sea capaz de canalizar la opinión insurgente de esta nación, la parte
más aborrecida de la sociedad colombiana serán las Fuerzas Armadas. Porque han
hecho muchas cosas malas, crímenes, torturas, persecución, violencia, mucho
terror. Será la parte más aborrecida de la sociedad. Claro, que tampoco en el
caso de triunfo de la Revolución, vamos a pasar por las armas a todos, porque
entonces habrá lo que se llama perdón y olvido. Eso es lo que informa la concepción
política nuestra.
Obreros y campesinos
los aliados naturales
– Nosotros nos hacemos el
planteamiento del poder. Pero teniendo en cuenta la teoría de la estrategia
militar de guerra guerrillera. Esa teoría enseña, que una guerrilla por fuerte
que ella sea, un movimiento guerrillero por grande, por experimentado que sea
en un país solo no puede llegar al poder. Él puede llegar al poder si hace una
política tendiente a movilizar a la opinión de ese país. Y la opinión de ese
país son los obreros, son los campesinos, son las capas intermedias de la
población, son los intelectuales.
– Es decir, toda la gente susceptible
de movilización y de combate, son apenas los aliados naturales en ese proceso. Nosotros
nos hacemos ese planteamiento y hablamos, por ejemplo, que estudiamos con mucha
frecuencia lo nuevo que va surgiendo en la confrontación clasista del país, y
nos hemos enterado a través de esos de esos análisis de que en Colombia se
están dando situaciones en algunos lugares del país que indican que han surgido
en los últimos tiempos condiciones insurreccionales. No en todas partes, ni menos
por igual.
¿Naciendo
una situación revolucionaria?
– Pero por ejemplo
Barrancabermeja está diseñando una nueva conducta de las masas que luchan. En el
año que pasó y este que va ha habido en Barrancabermeja seis paros cívicos que terminan
con confrontación armada frente al ejército y a la policía, con barricadas, con
combates de calle. Eso cuando comienza a darse eso es la señalización de que
hay elementos que van conformando en uno la idea de que haya asomos de una
situación revolucionaria en Colombia.
– Cuando hablamos de una
situación Revolucionaria, no estábamos diciendo que eso es general y que,
dentro de dos, tres, seis meses o un año Colombia estará envuelta en una
insurrección popular. ¡No, no, no! No decimos eso. Estamos diciendo que están
surgiendo elementos nuevos, que es necesario que los revolucionarios analicen
en profundidad, porque de ese análisis necesariamente tiene que desprenderse un
planteamiento estratégico distinto al planteamiento que se hacen hoy por ejemplo
otros sectores revolucionarios de la nación.
– Esa es la lucha que nosotros
hemos librado por unir el criterio de los diversos movimientos guerrilleros del
país, y en eso nos ha ido muy bien porque ya se ha conformado la Coordinadora
Guerrillera Simón Bolívar que agrupa a todos los movimientos guerrilleros. En
ese sentido tenemos mucho por hacer. Ya se produjeron los primeros acuerdos y esos
acuerdos nos dieron una declaración pública, unas conclusiones políticas internas
y una cosa que la opinión colombiana no conoce, ni la internacional tampoco; sino
unas conclusiones militares de orden interno. Hasta hoy yo estoy diciendo esas cosas
porque ya alguien, en otro movimiento guerrillero lo dijo. Entonces dejó de ser
secreto y es que es apenas natural que cuando se reúnen en una cumbre, los
representantes de varios movimientos guerrilleros, lo primero que se les ocurre,
o tiene que ocurrir es que saquen de una reunión una conclusión de orden militar.
Casa Verde durante la 2a Cumbre Guerrillera Simón Bolívar. FOTO: DICK EMANUELSSON. |
– Porque no van a sacar solo
una conclusión de orden político y una declaración pública, tendrá esa reunión
que ocuparse de lo específico de la reunión. En este caso lo específico de una
reunión de ese tipo es lo militar. Lo militar indudablemente es expresión de la
concepción política que tengan, los que integran un movimiento sus líderes o lo
que sea. Pero de todas maneras se maneja un instrumento y ese instrumento es el
movimiento armado, es decir la guerrilla. De la misma manera, por ejemplo, que
los sindicalistas tienen un instrumento para movilizar la confrontación
clasista del país y ese instrumento es el movimiento sindical. Los de la Provivienda
(organismo de vivienda creado por el Partido Comunista Colombiano y que ha
construido 200 barrios en Colombia, nota del autor) tienen una Concepción también
de esa política, que es la lucha por el techo para la gente. Igual que los campesinos
cuando plantean con en sus organizaciones nacionales o locales la lucha por la
tierra. Cosas de esas igual acontece entonces con lo que se conoce como
guerrillas en Colombia. Apenas es lógico suponer, que cuando los líderes de
esos movimientos se reúnan, aun cuando no los dijeran aun cuando no lo digan
explícitamente tienen que tratar el problema de orden militar. Entre otras
cosas encajan la política en el problema militar y no al revés. No encajar el
problema militar en la política, porque si no, se equivocaría.
La concepción
militar revolucionaria
– Porque hay dos cosas
perfectamente distintas, que es el planteamiento político, la orientación
política revolucionaria o no, como la orientación o la concepción militar revolucionaria
o no. Entonces la concepción militar Revolucionaria se hace, se elabora como
concepto en el cerebro de los conductores revolucionarios para dirigir, para
mandar, para ordenar. Mientras que en lo político no puede hacerlo. En lo
político tiene que ir a la gente a convencerla, a hacerle conciencia de la
importancia de su lucha y a indicarle de dónde viene y para dónde va. Es decir,
hacer conciencia, no para mandar, completamente distinto.
– Mientras que aquí se forman
las tropas revolucionarias para mandarlas, para ordenar que tiene que hacerse,
en lo político no se puede hacer eso. En lo político hay que ir a convencer y
para eso son los periódicos, las revistas teóricas, los discursos y los cursos que
se hacen para concientizar gente y formar cuadros.
– Aquí no. Aquí es distinto,
entre otras cosas porque los cuadros se hacen al calor del combate. Claro, le
colaboramos a los compañeros cuadros, que aquí son los comandantes para que eleven
su nivel, su nivel en general, su nivel teórico, su nivel político, para que
tengan mucha información, para que eleven su nivel cultural, o por lo menos, no
tenemos la ilusión, no nos hacemos la ilusión de que podemos culturizar a la
gente es de la noche a la mañana, pero sí, hacer que la gente tenga mucha información
y como consecuencia de tener mucha información, entonces sea ilustrada, es
decir, tenga ilustración y particularmente los conductores.
– Nosotros nos planteamos en
ese sentido, cuando planteamos la cuestión del del poder no lo planteamos solo
como una tarea específica, o digamos estratégica, estratégico-militar, sino que
también la desenvolvemos desde el punto de vista de la política, indicando que
el movimiento guerrillero solo no va a hacer la revolución en el país, tiene
que hacerlo en combinación y en unidad con todo el movimiento democrático y
progresista de la nación.
Manuel, un joven guerrillero del Bloque Sur de las FARC-EP. FOTO: DICK EMANUELSSON |
·
Esas vinculaciones que Usted
se refiere con el movimiento de masas, ¿qué tipo de expresión se puede
concretizar?
– Aquí esas vinculaciones lo hacemos a nivel de
las organizaciones comunales o sindicales del campo. Buscamos otras formas para
hacerlo, pero nosotros no sustituimos a otros mecanismos políticos o clasistas
que necesariamente deben hacerlo. Y lo están haciendo y lo hacen.
El papel del Partido Comunista
– Por ejemplo, nosotros no desconocemos la
enorme importancia del Partido Comunista en la lucha por concientizar al
movimiento obrero y campesino de este país. Nos parece bien. El otro día le
preguntaban al compañero Manuel Marulanda qué opinión le merecía la política de
los comunistas colombianos. Él decía, “pues a mí me gusta mucho porque ellos
plantean que hay que hacer una reforma agraria. Y yo estoy de acuerdo. Ellos plantean
que es necesario hacer una reforma urbana, y yo estoy de acuerdo. Ellos plantean
que hay que conquistar una paz democrática, que es paz sin hambre, sin desocupación,
sin miseria, sin violencia, ni terror, con tierra con techo y con alimentación
y salud y yo estoy de acuerdo”. Lo que pasa es que los revolucionarios tenemos
en ocasiones muchas coincidencias actuales.
·
¿Cuál es la estructura interna
y orgánica de las Farc?
– Aquí nos gobernamos por unos
documentos que se han elaborado desde hace muchos años. Han sido aprobados por
conferencias nacionales. Nosotros le decimos a ese tipo de reunión nacional de
las Farc conferencia para conservar la modestia que siempre ha caracterizado el
movimiento. Pero en realidad es un congreso de delegatarios o delegados de las
diversas unidades de movimiento. Las unidades son las escuadras. Las Guerrillas
son dos Escuadras. Las compañías, las columnas y los frentes. La
estructura es la siguiente:
– La estructura comienza por
la parte mínima, que aquí es una escuadra. Decimos y agregamos para para ganar tiempo
que la escuadra es el nombre militarmente hablando de la unidad mínima en las
Farc, que tiene 12 hombres. Que, al mismo tiempo, políticamente hablando, es
organismo político.
·
¿Podría ser un pelotón? No lo entiendo muy bien.
– No, no. La unidad mínima en
las Farc, militarmente hablando es la escuadra, compuesta de doce hombres y su
comandante. Pero le agregamos, políticamente hablando, es al mismo tiempo
organismo, o mecanismo como se quiera, organismo político. Se reúne cuando lo
citan a las reuniones y se ponen a discutir sobre los problemas de la política
colombiana. Es prácticamente una célula. Pero aquí no se llama célula, aquí se llama
organismo político, para no tener tantas coincidencias. . . (y se
exclama en una carcajada, pensando en la estructura del Partido Comunista
Colombiano).
·
Entonces tenemos la Escuadra compuesta de 12 hombres y su comandante.
·
La Guerrilla está compuesta de dos escuadras con sus dos comandantes de escuadra, el
comandante y el reemplazante de la Guerrilla. A veces, universalmente hablando
decimos guerrilla es todo el movimiento. Pero la guerrilla realmente es una
unidad compuesta de dos escuadras.
·
Por su parte dos Guerrillas o sean cuatro Escuadras, con sus
mandos constituyen una Compañía. Una compañía con sus servicios
especiales viene ser de 60-62 hombres, más exactamente 62 hombres.
·
Después de la Compañía organizamos, o está el otro escalón que se
llama la Columna. La Columna es de 106 hombres.
·
Cuando La Columna pasa de 106 hombres adquiere la categoría de Frente.
Ese es el primer aspecto de la organización.
·
Dentro de lo general entonces hay otra particularidad. Y esa particular es
que los Frentes no andan por ahí solos, sino que los Frentes están reunidos en
una cosa que aquí llegamos llamamos el Bloque de los Frentes.
·
Hay un bloque de diversos Frentes, de cinco Frentes, de 10 frentes o de 12 frentes
y eso tiene un Estado Mayor del Bloque de Frentes mientras cada frente es
dirigido por un Estado Mayor de Frente.
Bloque de Compañías Móviles Estratégicas
– Esa es esa es una primera
instancia. Hay otra instancia que es una instancia militar. Los frentes
conforman las Compañías Móviles Estratégicas o las Columnas Móviles
Estratégicas. Esas columnas tampoco andan sueltas, sino que un grupo de
columnas y de compañías constituyen o forman un Bloque
de Compañías Móviles Estratégicas. Esto es un poco complicadito,
pero es pensando ya en la cuestión estratégica. Es decir; nosotros tenemos un
desdoblamiento general en todo el país. Las guerrillas nuestras están ubicadas
en todo el país. Esa ubicación se llama Despliegue General Estratégico. Dentro
del Despliegue General de Estratégico hay un Centro del Despliegue.
– Por el momento no decimos dónde
está el Centro del Despliegue. Nos guardamos ese secreto. Los militares dicen que
el Centro del Despliegue lo tienen por ejemplo en la Cordillera Oriental. Otros
dicen “no, está en la (Cordillera) Occidental”. Otros dicen, “no es en la
central”. Nosotros sí sabemos dónde está el Centro del Despliegue. Por ejemplo;
Ellos están creyendo que el Centro del Despliegue es la Oriental. Porque, entre
otras cosas, nosotros lo decimos por “ahí de vez en cuando”. Pero resulta que
no es así. Resulta que nosotros mismos tampoco sabemos con exactitud. Porque nosotros
mismos decimos, en la concepción estratégica, es decir la concepción
estratégica se está modificando siempre mientras esa concepción esté ligada al
ejército que está en el campo. Se tiene que ir modificando. Nosotros decimos;
puede que en este momento tengamos una concepción de Centro del Despliegue
Estratégico para una determinada cordillera que puede ser la Oriental, la Occidental
o la Central. Pero puede ser que, en el desarrollo de la confrontación, que ya
sería, pongamos por caso la campaña militar para la toma del poder, entonces
puede que varíe, es decir cambie el centro del despliegue. Como son las cosas
en la guerra. Porque puede cambiar el Centro del Despliegue y volverse por
ejemplo la Cordillera Central, la más importante desde el punto de vista de la
estrategia militar, y dejar de ser importante la Oriental. O puede ocurrir que
por las vecindades del mar y muchas otras cosas sea más importante, desde el
punto de vista de la estrategia militar, la Cordillera Occidental.
– Es decir; eso no se puede definir
y nadie puede pensar que el Centro de nuestro Despliegue está ubicado en tal
lugar. Porque no tiene una ubicación precisa. Hay unos sellamientos, un diseño
y ese diseño indudablemente está ligado a la confrontación clasista del país, a
ver cómo se está dando la cuestión. ¿Dónde tiene mayor agudeza profundidad y
choque de clases de la sociedad colombiana, en dónde? ¿En qué ciudades, por ejemplo,
o en qué grupo de ciudades, o en qué bloque de qué cordillera?
– De todas maneras, nosotros
tenemos claro, y por eso nuestro Despliegue parece que desde un principio fue teniendo
una idea, que era la idea del despliegue estratégico. Mirar el mapa y ver dónde
están ubicados los Frentes de la FARC. Le llamamos nosotros el Despliegue
Estratégico General y dentro de ese despliegue debe haber un Centro del Despliegue.
Pero no sabemos nosotros mismos, o por lo menos a no me han dicho dónde está.
·
Acerca de las elecciones recientemente
realizadas, Usted dijo que había que combinar las distintas formas de lucha.
¿Cómo?
– Sí, aquí en Colombia los revolucionarios
han formulado desde hace mucho tiempo, no ahora. Y es la política de ´Combinación
de todas las formas de lucha de MASAS´. Y esas formas no hay que inventarlas,
porque están dándose todos los días. Hay una enorme cantidad de formas de confrontación
aquí en Colombia. Ya en Colombia no es sólo la confrontación entre Trabajo y
Capital, es decir, entre clase obrera y capitalistas. No, esa puede ser la
contradicción determinante de la sociedad colombiana, pero al lado de ella, hay
otra una inmensa gama de otras contradicciones; es las contradicciones de la
sociedad colombiana, vista en el modo de producción actual y en el modo de
distribuir los bienes materiales, vista así en ese sentido y dándose en el 99,5%
de la población colombiana.
Las
familias dueñas de Colombia
– Los Verdaderos dueños del
país es un libro famoso de un economista que se llama Julio Silva Colmenares.
Él tiene otras obras y por lo que se estudia, que se lee, por las estadísticas
y todas esas cosas. 55 familias colombianas son las dueñas de las riquezas de
este país. Son las dueñas de los medios de producción en Colombia. Tienen un
predominio casi absoluto de la banca del comercio de la industria y
absolutamente de todo en Colombia. Se puede decir que el 99,5% de la población
colombiana está en pugna. Lo que pasa es que los revolucionarios todavía no
hemos logrado crear los mecanismos que puedan servir de palanca para mover a
esa inmensa opinión colombiana que se está manifestando de alguna manera.
·
O sea ¿los factores los
factores objetivos están dados, pero el factor subjetivo no existe en este momento?
– Se puede decir que el factor
subjetivo busca correspondencia, una correspondencia con el factor objetivo de
la sociedad. Al fin y al cabo, porque en realidad, manejado desde el punto de
vista del marxismo, ese concepto pues entonces el factor subjetivo no es más
que el reflejo del factor objetivo de la sociedad. La otra cosa es que nosotros
no sepamos utilizarlo. Por ejemplo, utilizarlo bien en política. Pongamos por
caso las contradicciones que se dan en la sociedad colombiana, no la no solo la
contradicción básica y determinante, que en este caso nuestro sería por ejemplo
la contradicción Trabajo-Capital, sino cómo canalizar en torno de la
contradicción fundamental o determinante todas las demás contradicciones que se
están dando en la sociedad actual.
La
confrontación y las elecciones
– Nosotros sí estamos claros
en eso. Como estamos claros en eso vemos en las luchas que tengan una forma de manifestarse
cosas importantes. Está por ejemplo el caso de las elecciones. Para nosotros sí
es importante, si es importante no propiamente los resultados de una elección. Para
nosotros eso no es importante. Lo importante para nosotros es la confrontación,
la pugna, el enfrentamiento de las clases sociales que de alguna manera se
expresan a través de los partidos políticos, pero se expresan. Fíjense ustedes
si no va a ser importante para los revolucionarios que en Bogotá no se hubieran
puesto de acuerdo los propios liberales, que son el partido de gobierno para ir
a una justa electoral con un solo candidato frente al candidato conservador. Se
dividieron y se recontra-dividieron y no se pudieron poner de acuerdo porque
cada uno pensaba ganar. Ni siquiera se enteraron del curso de desarrollo de la
confrontación política. Fácilmente ganó el candidato conservador.
– Uno puede decir que eso
tiene una importancia muy grande una importancia muy grande, para saber
calibrar bien el sentido y la profundidad, por ejemplo, de la táctica que desarrollamos
los revolucionarios en Colombia que es combinar todas las formas de acción de masas
en Colombia. Es una forma de esa acción, por ejemplo, un ajuste electoral
porque no es por ejemplo una forma primaria de la confrontación sino una forma
sumamente elevada, que ya ni siquiera asume un carácter social, sino
enteramente político.
La
importancia de la participación electoral
– Puede ser que la gente de
izquierda aquí en Colombia no haya hecho es ese tipo de análisis, no solo para
para para volcar el esfuerzo para ganar o para aumentar su guarismo electoral,
sino para hacer lo que tenemos que hacer los revolucionarios, es decir;
llevarle conciencia a la gente de la importancia de esa participación, pero que
eso tampoco es lo de decisivo, eso no es lo decisorio en el proceso
revolucionario, es un resultado pasajero de una elección, que hoy es y mañana
puede no ser cierto, que puede ser hoy negativo, para mañana ser positivo. Y luego
pasado mañana volver a ser negativo. Entre eso que llamaba algún político aquí
en Colombia cuando se hablaba de estas `democracias tropicales´, donde, con
relativa facilidad se sale de la presidencia de la república para ir a vivir detrás
de los barrotes de una cárcel. Exactamente es también en política.
– Porque esa política en
Colombia es sumamente voluble. Uno no sabe de dónde, por ejemplo, sacó Pastrana
330,000 votos para ser elegido a la alcaldía de Bogotá cuando los guarismos
electorales anteriores del Partido Conservador no pasan de 130,000 votos en
Bogotá. Uno no sabe tampoco cómo el Partido Conservador, que siempre ha sido
minoritario aquí en Colombia, hoy estuvo más o menos a la altura del Partido
Liberal, poniendo 3,5 millones de votos. Es el Partido Conservador, el que
desde Belisario Betancur (presidente 1982-1986) para acá en determinadas
circunstancias como la de ahora, logra movilizar a un sector de la opinión
colombiana que nunca participa en estas jornadas electorales. Es más, o menos
el 48 por ciento de la opinión.
– La del potencial electoral
del país, nunca participa por diversas circunstancias no analizadas suficientemente
por nosotros. Pongamos por el caso en Bogotá, el padre de familia o la madre
que tiene cédula, pero no les pudo desayunar a sus cuatro o a sus seis niños,
porque que no tuvo para comprar un pedazo de panela y darles agua de panela a
sus hijos. Ese padre y esa madre no va a votar por ningún candidato por más simpatía
que haya despertado en él la campaña electoral, no vota. Hay otro que no vota
porque no tiene zapatos, o porque no tuvo medias (calcetines), o porque no pudo
cambiarse su camisa, o porque no tuvo para pagar la buseta o el bus y trasladarse
a la mesa de votación. Hay una enorme cantidad de colombianos que no puede
votar por diversas circunstancias, porque los soldados que conforman el
ejército colombiano no votan, los policías o los enfermos que están en los hospitales
y en las clínicas no votan. ¿Porque no llevan allá las mesas de votación?, porque
una enorme cantidad de personas no vota.
¿Ley obligando
la gente a votar?
– Porque para hablar de gente
descuidada, hace muchos siglos llegaron los colombianos aquí cuando el día de
las elecciones, en las horas de la mañana la mayor parte de los ciudadanos va a
buscar su cédula y no la encuentra. Porque hace seis meses se le perdió, porque
nunca la necesita para cosas, y mucho menos la gente pobre que no es negociante.
Por mil circunstancias hay un sector de ese potencial electoral que, o no puede
votar o no vota en esas circunstancias. Aquí se ve en Colombia que hay una solo
un sector que va entre el 45 a veces 52 por ciento que participan en los
debates electorales.
– Aquí en Colombia debieran
participar si hubiera una ley por ejemplo que obligara al ciudadano a votar. Pero
no la hay. [En las elecciones presidenciales 1986 había 15,839,754 personas registradas
y solo votaron 7,229,937 personas, o 45,64 por ciento, nota del autor]. Entonces
es un problema sumamente complicado.
La abstención
tradicional
– ¿Pero ¿qué ha ocurrido? En los
últimos tiempos los conservadores, comenzando por Belisario Betancur han logrado
mover a ese potencial electoral que nunca participa en las elecciones. Con Betancur
aparecen en los en los guarismos electorales 1,300,000 votos que nadie sabe de
dónde salieron. Probablemente una parte sería de liberales que votaron, pero la
inmensa mayoría de ese sector de 1,300,000 votos tuvieron que salir de ese
cinturón no participante en eso que se ha llamado aquí la abstención
tradicional. Ahora vuelven de nuevo los conservadores a tocar ese cinturón
extensionista de la opinión votante del país.
– Eso tiene una inmensa
significación, pero yo digo que para nosotros los revolucionarios, cuando
hagamos un análisis en profundidad tenemos que darnos una duplicación distinta,
propiamente a los guarismos electorales. Porque uno no puede convenir jamás,
que un pueblo donde hay violencia terror, torturas, desapariciones de
centenares y miles de personas, hambre, desocupación, miseria, donde una
inmensa mayoría, una inmensa masa de colombianos no tiene techo, donde millones
de colombianos no tienen tierra, donde la mitad de este país es analfabeta,
donde no hay salubridad, donde una inmensa masa de colombianos está muriendo de
paludismo aquí en Colombia. Cuando tiene la oportunidad de decidir políticamente
en un debate electoral, eche para atrás en vez de buscar una salida hacia adelante.
Votar por el Partido Conservador es echar para atrás. Claro que no gana mucho
con votar por el Partido Liberal. Pero tradicionalmente sí se establece de esa
manera la confrontación clasista de la nación. Por eso nosotros no podemos
hacer cuentas alegres diciendo “bueno y tal qué sé yo, pero ahí vamos”.
– ¿Cómo que ahí vamos? Que tenemos
que explicarnos el fenómeno ¿por qué la gente no busca una alternativa distinta
a la que dan los viejos partidos tradicionales reaccionarios corrompidos hasta
la médula? ¿Por qué no lo buscan? ¿No será que hace falta mostrar una salida concreta,
haciendo un planteamiento distinto y no el tradicional? Porque por ahí, por ejemplo,
otros en otros países resultan cosas y planteamientos. En el Ecuador aquí lo
más vecino, y que nos parece a nosotros que es un país muy atrasado, pues desde
el punto de vista electoral está más adelante que entre otra cosa, porque hace
15 años están eligiendo popularmente a sus alcaldes. Para nosotros es un
acontecimiento notable de la vida política colombiana. Porque alcanzamos(en
marzo de 1988) lo que hace 15 años alcanzó el Ecuador.
Hartos del
bipartidismo
– Ahí, para la elección de
dignatario de la nación, comenzando por el presidente de la república hay dos
vueltas. En mayo (1988) va a haber la última vuelta en las elecciones para
elegir presidente de la República en el Ecuador. Pues ahí está como no hubo
mayoría absoluta por parte de ninguno de los candidatos, van a una nueva justa
electoral, o a una segunda vuelta como en Francia, como seguramente en la
mayoría de los países europeos donde se van a enfrentar los dos candidatos que
tuvieron más alta votación.
– Pero para eso pueden hacer
coaliciones con los otros, que no tienen la posibilidad. Ahí es más democrático
las elecciones. Por ejemplo, ahí está Fran Vargas Pasos, general del
ejército que constituyó un partido y sacó un montón de votos por primera vez. Su
partido hizo un planteamiento nuevo y comenzó a arrastrar opinión. Porque a la
gente le gusta que le planteen cosas nuevas, lo que le satisfaga, que la gente
vea factible, que se pueda alcanzar. La gente aquí en Colombia está muy harta
con enfrentarse en las justas electorales entre liberales y conservadores. Las otras
corrientes de opinión tienen muy poco peso. Ahora comienzan a desmoronarse los
partidos. Pero es que los partidos tradicionales siempre tienen un problema básico
y determinante que es la alternativa de poder. Hubo una gran crisis cuando se pusieron
de acuerdo los dos, en el llamado Frente Nacional para gobernar
conjuntamente. Pero hoy vuelve de nuevo a plantearse.
– Yo creo que eso no se ha
examinado suficientemente por parte de nosotros, para hacer el planteamiento
que corresponde a una nueva etapa de la confrontación política. Puede ser que
nos quedemos un poco retrasados. Aquí hay que formularle a la gente
planteamientos nuevos. Porque a la gente parece que no le interesa mucho que le
digan de qué va a ganar o debe ganar el Partido Liberal o que debe ganar el Partido
Conservador. Como que dejó de interesarle porque comienza extenderse la opinión
colombiana que esa es una manera de monopolizar la opinión política de una nación
entre dos partidos que se ponen de acuerdo para gobernar. Ahí `no, que no les
gusta una cosa que no le gusta otra`. Están tácitamente de acuerdo.
La constitución
del 86´
Resulta que aquí hay una
constitución reaccionaria, que es la que ahora tratan de reformar para
seguramente hacerla más reaccionaria. Pero es la constitución del 86´ que norma
la vida interna de esta nación. Con ella gobiernan, tanto el Partido Liberal
como el Partido Conservador y el Frente Nacional. Cuando se ponen de acuerdo
los dos partidos gobiernan con esa Constitución. Cuando pasa el poder al Partido
Liberal gobierna con esa Constitución de la misma manera que gobierna también
el Partido Conservador. Ninguno (de los dos partidos) la reforma, ninguno la
cambia, ninguno propone por ejemplo convocar al Constituyente Primario para
hacer una nueva constitución. Eso no ocurre aquí en Colombia.
– Entonces ¿cuál es la
diferencia ideológica de un partido y de otro? Pues fundamentalmente no hay, no
hay diferencia ideológica. Gaitán decía, cuando hacía sus grandes campañas
políticas aquí en Colombia, una cosa que tiene vigencia, que cuando los
liberales están en el poder, el poder es para darle los contratos a la oligarquía
conservadora. Cuando la oligarquía conservadora está en el poder es para darle
los grandes contratos y las ganancias jugosas a la oligarquía liberal. Y ahí
van todos de acuerdo. Uno los ve por ahí cuando se reúne con gente importante
de Colombia y ahí vienen, y son iguales.
El
narcotráfico y la guerrilla
·
Se han hecho muchas
especulaciones sobre quiénes han financiado la campaña electoral. Se ha dicho que
viene del narcotráfico. En el exterior sí salen muchas noticias sobre el
narcotráfico y que la guerrilla está apoyando y recibiendo dinero del narcotráfico,
que hay una alianza secreta entre la guerrilla y el narcotráfico. ¿Cuál es su
lectura sobre ese tema, comandante?
– Aquí desde hace algún tiempo
la propaganda de los sectores más reaccionarios de los Estados Unidos está
manipulando la opinión mundial que las guerrillas o que los revolucionarios
tienen que ver con el narcotráfico, porque por ejemplo en las áreas de las
guerrillas se cultiva la coca e historias de esas. Pero no se puede probar que
las guerrillas se financien con el dinero del narcotráfico. Aquí en Colombia,
cuando se dice una cosa hay que probarla. Entre otra cosa eso es lo que dice la
Constitución colombiana. Porque aquí, según la legislación, no se puede hacer
una afirmación así pasajera diciendo una cosa. Tiene que probarse. Es decir;
uno puede en las mismas condiciones de hoy, uno puede por ejemplo denunciar a una
persona que me diga a mí que yo soy por ejemplo narcotraficante, o que me estoy
beneficiando de los dineros del narcotráfico. Yo puedo poner la demanda y puedo
llamar a declarar al que me ha hecho ha dicho eso. Es decir; eso es probando. Aquí
no se puede probar eso.
– Pero en cambio sí se pueden probar
otras cosas. Aquí, por ejemplo, sí se puede probar que las campañas electorales
se hacen con el dinero producido por la venta de la cocaína y la marihuana. Los
dineros provenientes del narcotráfico son los que abonan las arcas de los
partidos políticos tradicionales. Porque nadie sabe al fin de cuentas de dónde
sale una inmensa masa de dinero como ocurrió en la última campaña electoral
para gastar, quién sabe cuántos miles de millones de dinero. El otro día decían
que habían gastado en la campaña electoral pasada 30,000 millones de pesos
(equivalente 7,6 millones de dólares, 1988). Yo creo que esta campaña vale más
de 100.000 millones de pesos (25 millones de dólares) aquí en Colombia. Eso es
un comentario que yo entona, cosa no lo estoy diciendo yo de mi cuenta, valió
más de 100.000 millones de pesos. No ponen la plata los candidatos los
candidatos. Ellos no sacan ni un centavo de su bolsillo. Además, está la plata de
las de las vallas de la propaganda que se hace, de carteles (anuncios) de la
propaganda pagada en los grandes rotativos en los grandes periódicos, la
propaganda de la radio y de la televisión. Por ejemplo, un minuto de propaganda
de los partidos en televisión vale 600.000 pesos (1500 usd). Yo creo que vale
en este momento más. Es una fabulosa suma de dinero y los candidatos no asumen
ese gasto quién.
La alianza política
& narcotráfico
¿Quién lo asume? No lo asume la
banca, no puede asumirlo porque tiene que presentar sus cuentas cuando haya los
arqueos de las cajas. La industria no puede darlo, porque tiene que registrarlo.
El comercio no puede porque debe registrarlo. De pronto algunos millonarios dan
algo como (los dueños de Colombia como) Ardila Lule, Julio Mario Santodomingo,
como otros dos o tres que dicen `tengan, ahí 10, 20, 50 o 100 millones de pesos´.
Para ellos es un montón de plata, pero son 100000 millones. Entonces, ¿de dónde
sale? Tiene que salir del narcotráfico, entre otra cosa porque eso no se puede
registrar, eso no es un dinero contable, ese dinero no va a ningún libro, no
tiene control. Y como no tiene control yo sí sé, por ejemplo, qué narcotraficantes
han dado dinero a mano llenas para las campañas electorales de los liberales y
de los conservadores y del nuevo liberalismo y de Doña María Eugenia Rojas de
Moreno. Yo sé, dicho por la boca de los que han dado el dinero. Ahora no doy
los nombres, porque se puede complicar la situación, no la mía, a mí no me importa,
pero la de los otros sí.
·
Antes cuando se hacían campañas
electorales, que también se gastaban muchísimo dinero, ¿era muchísimo menos o
había otras fuentes ilegales de financiación?
– Sí, probablemente, siempre
ha habido fuentes ilegales. Pero es que las sumas que hoy se emplean en las
campañas electorales son abismales en comparación con las campañas electorales
anteriores. Yo en Colombia fui antes todo un político (miembro del comité
central del Partido Comunista Colombiano y líder sindical petrolero) y sigo
siéndolo. Pero yo sí sé de esas cosas porque yo estuve en las plazas públicas y
yo fui candidato y todas esas cosas. Los partidos de izquierda tienen que
vérselas en unas circunstancias sumamente difíciles para adelantar sus campañas
electorales. Porque no tienen relación con aquellas fuentes de financiación que
siempre tienen los partidos políticos tradicionales en Colombia, una fabulosa suma
de dinero.
La compra
de votos
– Pero esa es una parte. Fíjense
ustedes, que por ejemplo ahora se generalizó la compra del voto. En la costa el
voto tiene como tres o cuatro precios el día de las elecciones. Por la mañana
lo pagan por ejemplo de 500 a 1,000 pesos (0,12-0,24 usd). A mediodía cuando,
ya comiencen a registrarse los primeros guarismos se sube a 5000 10000 (1,24-2,48
usd) y ya a las 3 de la tarde cuando ya se sabe quién va perdiendo, porque le
faltan 100 votos o 200, 500 votos, un voto puede valer 50.000 pesos (12,4 usd).
Sumar eso para que se vea adónde sube la suma de dinero empleado en esos
debates electorales ya corruptos, entre otras cosas.
– Así es aquí en Colombia. Aquí
hay el voto cautivo. El voto cautivo es el voto que tienen que dar los
empleados del Estado. Ya eso lo llevan ahí contabilizados. Ahora, por ejemplo,
el Contralor del Estado movilizó a sus empleados porque, como es de Bucaramanga
que fueran a votar a Bucaramanga llenó unos buses y se fueron a registrar sus
cédulas en el primer viaje y luego el segundo viaje para ir a votar. “¿Cuánto vale,
¿quién paga”? El mismo estado está pagando en este caso, porque ellos son
empleados. Y entonces los empleados, cuando se mueven, los viatican. ¿Y de
dónde salen los viáticos? Del dinero de la contraloría. ¡Así es Colombia!
·
¿Ustedes toman alguna represalia
contra conocidos del narcotráfico en algunas regiones?
– No. Porque en las regiones
no están los narcotraficantes. Los narcotraficantes están en otros lugares. Están
en Cali, Medellín, Barranquilla o Bogotá. Están en el Congreso de la República,
en los ministerios, están en la alta jerarquía militar, ahí están. Lo que pasa
es que mucha gente no los ve. La otra vez por ejemplo cogieron al hermano del
ministro de defensa Luis Carlos Camacho Leiva con un cargamento de cocaína en Puerto
Leticia (en el departamento de Amazonas, frontera con Perú y Brasil) con rumbo
a los Estados Unidos. No pasó nada, porque era el hermano del Ministro de
Defensa de esa época. Por ahí la prensa dijo cosas y luego llamaron seguramente
a silencio. Eso es muy grave entonces.
Más beneficioso
cultivar hoja de coca que arroz
– Los movimientos guerrilleros
en realidad tienen asiento en áreas que son de cultivo. Pero el cultivo no es
el narcotráfico. Los campesinos del (departamento de) Caquetá o Meta o de
muchas regiones del país cultivan marihuana y cultivan hoja de coca porque para
ellos les resulta más beneficioso que cultivar arroz, ajonjolí, algodón, yucas,
plátanos, maíz y todas esas cosas. Les resulta más beneficioso. Porque entre
otras cosas, para ese tipo de cultivo no necesita infraestructura, la
infraestructura que necesita por ejemplo los que necesitan los cultivadores de
plátano, yuca, maíz o del mismo ajonjolí del arroz.
– Es decir; de los productos
que luego se vuelven industriales en Colombia necesitan una infraestructura. Esa
infraestructura son los ferrocarriles, las carreteras en general, los medios de
transporte, las facilidades para que los campesinos cultivadores puedan llevar
sus productos de los centros de producción a los centros de mercado. Como no
existe esa infraestructura son obligados por las circunstancias tienen que
ponerse a cultivar (los arbustos de) coca y a cultivar marihuana que le es más
beneficioso para poder subsistir. Esa es la inmensa tragedia de este pueblo. Por
eso nosotros como guerrilleros le decimos a la gente; NO le decimos ¡`le
prohibimos´! No señor, porque nosotros no somos gobierno. Al contrario, estamos
contra el gobierno.
¿Legalizar el
consumo y la producción de la coca?
– Ya acabó las llagas al
régimen, ni con esa política pretendemos nosotros superar el gran trauma de la
sociedad norteamericana que tiene actualmente un mercado de unos 65 millones de
norteamericanos que consumen cocaína o marihuana. Tal vez, es más, pero el dato
que tengo exactamente es de una población de 65 millones de norteamericanos. Eso
ya no tiene cura, eso tendrá que curarlo en los Estados Unidos la Revolución que
tiene que darse algún día de esto. El régimen actual no es capaz, entre otras
cosas de pronto sería capaz si hace un esfuerzo de planificación para volver a
la gente a lo que fue anteriormente. Pero tampoco le interesa al régimen actual
en los Estados Unidos. Le interesa que la sociedad norteamericana sea cada vez
más corrompida, más decaída y más traumatizada para poder gobernar y para
poderla someter.
·
Comandante; en un artículo en
el periódico de El Tiempo se mencionaba que las Farc estaban en favor de
legalizar el consumo y la producción de la coca. ¿Cuál es su comentario sobre
eso?
– Quien más habla de esas
cosas soy yo. Claro que aquí hablamos todos, pero quien más habla de eso soy yo.
Yo lo que digo es que ese fenómeno
económico, porque es un fenómeno económico, ha sido maltratado desde un comienzo.
Maltratado por el gobierno, los partidos políticos, las propias personas que
hoy están vinculadas al narcotráfico, les dicen narcotraficantes; un problema
maltratado por el país.
– Porque, de todas maneras, si
la coca, por ejemplo, produce miles de millones de dólares, porque hay en los
Estados Unidos un mercado cada vez mayor, ¿qué culpa tiene Colombia si resulta una
buena productora de cocaína? ¿Es un problema para nosotros? Es un problema de
los Estados Unidos. ¿Por qué tenemos que intervenir nosotros en la solución a
los profundos traumas que atraviesa la sociedad norteamericana? Eso no es un
problema de nosotros, el problema de nosotros es el problema de la sociedad
colombiana. Eso es distinto. El problema de la sociedad colombiana es que aquí
se producen bananos muy ricos, petróleo, maderas, algodón, cocos, delicioso
café, y se producen muchas cosas y se van. Entre otras cosas son mal pagados
por los compradores extranjeros, comenzando por los compradores norteamericanos.
– Los precios de nuestros
productos de exportación están completamente sometidos a una política. Por ejemplo,
lo que nos ocurre con el café, sometido a una política internacional de cuotas,
una vagabundería inventada por los Estados Unidos. Nosotros estamos sometidos a
unos determinados precios. Pero además de estar sometidos a unos determinados
precios, estamos sometidos a unas determinadas cuotas. Es decir, Colombia puede
vender en el mercado Internacional del café por ejemplo nueve millones de sacos
de café. Y aquí se producen 13. ¿Dónde nos metemos los otros cuatro millones de
sacos? Comienza el contrabando del café, que se va para Venezuela cada rato. Que
sale, entre otras cosas, para otros países de Europa que no están dentro de los
acuerdos de los pactos cafeteros. Hay que mirarlo de esa manera.
¿Diferencia
entre los dólares?
– Yo planteaba hace poco este problema;
¿Qué diferencia hay entre los dólares que llegan aquí en Colombia por concepto
de la exportación de café o de la exportación de Cocos, o un poquito de algodón,
de maderas, de lo que sale un poquito de petróleo y de otros renglones de
exportación? Aquí tenemos esos dólares que se llaman divisas, esos dólares. Los
colocamos aquí 100 millones de dólares producto del café y de otras
exportaciones y coloquemos aquí 100 millones de dólares por la venta de la
cocaína en los Estados Unidos y miremos qué diferencia hay entre los dólares. Hay
unos dólares buenos, unos dólares santos y aquí hay unos dólares malos, porque
son producto de otro tipo de exportación, no legalizada por este gobierno, ni
por el gobierno de los Estados Unidos.
– Yo le decía a un periodista;
vamos a establecer bien la diferenciación. El otro día aquí hubo una gran lucha
del gobierno de aquí y de los Estados Unidos. Era contra la producción en
laboreo y la exportación de marihuana a los Estados Unidos. Hubo muertos,
encarcelados, torturados, hubo todas las cosas que ocurren aquí en Colombia. Pero
hoy en los Estados Unidos se cultiva enormemente la marihuana. La marihuana que
se produce hoy en los Estados Unidos supera en 20 veces a la producida en
Colombia antes de que se produjera en los Estados Unidos.
– La marihuana producida en
Colombia y exportada a los Estados Unidos era la mala. Mientras que la que se
produce hoy en los Estados Unidos, que es la misma, entre otras cosas con
semillas de aquí, la de allá es buena, la de aquí es mala. Cuando en los
Estados Unidos comienzan a producir cocaína, es decir siembran las matas de coca,
procesen las hojas de coca y produzcan la cocaína entonces esa cocaína será
buena, porque se produce en los Estados Unidos y seguirá siendo mala en
Colombia porque va a los Estados Unidos.
– ¿Cómo se plantea el problema?
Yo he dicho siempre que el problema se plantea es porque de los Estados Unidos
viene para Colombia, Bolivia, Perú y para el Brasil un río de dólares y eso
indigna a los norteamericanos y particularmente al gobierno norteamericano.
·
O sea ¿es la fuga de dólares
que . . .?
– Es que es una enorme
cantidad. Si ese es un fenómeno que no va a ser resuelto con nada, ¿por qué el
gobierno colombiano por medio de un decreto no legaliza la producción y la
exportación?
·
¿No es contra los principios
de la humanidad?
– ¿Por qué?
·
Porque la droga es una cosa
para matarse.
– Pero eso es lo mismo que
beber aquí (alcohol).
·
Pero hay grados también en el
infierno, ¿no?
– Ah, pero eso depende. Por
ejemplo; yo digo si se legaliza en todo el mundo la producción y la exportación
y se legaliza el consumo, que se legalice en todas partes, eso comienza deja de
tener importancia para la gente que sufre traumas psíquicos. Porque lo que
estimula el trauma psíquico es la prohibición absolutamente de todo, no más,
sino que prohíban una cosa para que vea cómo la gente se enloquece buscando. Aquí
hubo por ejemplo un escritor que se llamó José María Vargas Vila, cuyas
obras, que entre otras cosas algunas no son muy buenas, algunas son muy buenas,
él es un novelista un poco pernicioso. De todas maneras, tiene cosas muy buenas,
pero tampoco es el último grito de la cultura y de la literatura
latinoamericana. Pero no fue, sino que prohibieron las obras de Vargas Vila
para que la gente mitificara la literatura de Vila. Se llevaban los libros guardados
y escondidos; ¿“Has leído decían, has leído «La palabra del arte», de Vargas”?
y cosas de esas. ¡“No te lo presto”! y comenzaba a circular y no había edición
que no fuera agotada, perseguida y buscada por la gente solo porque estaba
prohibido porque a la gente le gusta lo prohibido. Eso comienza con el amor, no
es más, sino que se prohíba el amor para que vea. Por ahí cuando lo prohibieron
la otra vez es la gran pelotera en el mundo.
“Un problema
muy viejo”
– Ahora comienza a haber un
poco de libertad y entonces punto comienza ya la gente a verla como como como
una reacción apenas natural de la gente. Pero prohíbase. . .
·
Si la Farc iba a tomar el
poder, ¿legalizaría el consumo, la producción y la exportación de la coca?
– Probablemente
no lo haríamos así, pero convocaríamos un plebiscito nacional para que la gente vote y diga. Si la
inmensa mayoría dice que sí, lo legalicemos.
·
¿Usted piensa que el pueblo
colombiano hoy está en favor de esa propuesta?
– Claro, que la legalicen. No por
que estar ilegalizada y ha sufrido mucho, entre otras cosas porque, fíjese Usted;
el dinero no sabe uno para dónde se va. Son miles y miles de millones de dólares
que no saben qué rumbo tomar. Surgen esos mecanismos que llaman los mafiosos,
se emparentan. Como no es gente culta se ponen y compran elefantes y cebras y
cosas de esas y hacen monstruosidades.
·
Pero ¿no se necesita tomar
otra medida para eliminar ese problema?
– ¿Cuál problema?
·
El narcotráfico.
– Para mí no es problema el
narcotráfico. El problema mío es como la ley, como un gobierno hace utilización
adecuada y justa de un renglón formidable de exportación que está por encima
absolutamente de todo. ¿Cierto? Porque eso no es nuevo, eso no es un problema latinoamericano.
Es un problema muy viejo. Fíjense ustedes cuando venían las drogas del oriente,
estimuladas por los gobiernos y los regímenes europeos, comenzando por los
reyes de Inglaterra. ¿A quién se le ocurre un rey con cultivos de por ejemplo
de amapola en el lejano Oriente?
El linchamiento
a Ernesto Samper
– Es que la sociedad
colombiana es una sociedad `Mama Santa´. Eso se llama ser una Mama Santa, vivir
en medio del crimen, del delito y de la corrupción, haciéndose el santurrón. Ese
es el gran problema de nosotros. Yo he dicho que voy a hacer un tipo de
planteamiento más general sobre estas cuestiones. Porque entre otras cosas, que
aquí la gente colombiana y los políticos colombianos son un poco cobardes, son
un poco cananeos.
– Por ejemplo, Ernesto Samper
es un político que se perfila aquí en Colombia, no importa que lo haya
derrotado en Bogotá el doctor Pastrana, hijo. Ernesto Samper una vez planteó ya
hace años, pero no tenía mucha fuerza y mucho ascendiente la producción de coca
en Colombia, era la marihuana la que tenía el predominio. Entonces planteó, dijo
¿por qué no la legalizamos con un criterio distinto? Porque si la legalizamos
deja de ser problema del cultivo de unos pocos, del procesamiento por unos
pocos, del transporte por unos pocos y del monopolio del producto por otros
pocos.
– Eso lo dijo Ernesto Samper y
todo el mundo se puso a orinar aquí del susto. Dijeron que ¡se corrompió la
sociedad colombiana! ¿Cómo que se corrompió la sociedad colombiana? La sociedad
colombiana está corrompida desde hace mucho tiempo cuando comenzaron a ¡vender
niños! Cuando la trata blanca se volvió un negocio de la oligarquía, cuando hay
que negociar con los Estados Unidos, con Alemania o con Inglaterra con los
países productores de armas, de aviones de barcos y de otras maquinarias de
guerra.
Concluyó el
comandante Jacobo Arenas.
Diecinueve meses
después, el 10 de agosto de 1990 falleció en un infarto en Casa Verde. Faltaban
cuatro meses hasta que el presidente neoliberal, César Gaviria ordenara
bombardear y atacar el campamento central de las FARC y así romper el “Acuerdo de
La Uribe de Cese al Fuego”.
Pero no resultó
tan fácil para las 5,000 unidades del ejército y su flotilla de la aviación de
guerra. Los combates duraron tres meses y el ejército perdió varios helicópteros
y muchos hombres. La guerrilla se retiró a la retaguardia. Comenzó diez años de
fuertes combates en donde los observadores decían que la guerrilla creció en
forma impresionante, aumentando la cantidad de Frentes. Pero miles de
colombianos fueron sacrificados por la ruptura del Cese al Fuego el 9 de
diciembre de 1990, el mismo día cuando el pueblo colombiano acudió a las urnas
para elegir delegados a una Asamblea Nacional Constituyente.