Ciro Trujillo Castaño y Manuel Marulanda esperando el ejército en Riochiquito 1964. FOTO: Jean-Pierre Sergent y Bruno Muel (Francia). |
“Tirofijo” en las montañas de Colombia es el Che Guevara de hoy [3-3]
Por Dick Emanuelsson
BASE CENTRAL de las FARC / 1988-03-28 / El ejército de 16.000 soldados
atacó por todos lados. Desde el aire, la aviación arrojó sus mortíferas cargas.
El objetivo militar eran 48 trabajadores agrícolas mal armados, el lugar, un
pequeño pueblo de los Andes, fue designado como la ”República de Marquetalia”.
“La Operación Laso” había comenzado.
Era el 27 de mayo de 1964. El líder de los campesinos era Manuel Marulanda,
alias “Tirofijo”, el infalible.
La Batalla de Marquetalia pasó a la historia como la batalla en la que el
ejército, superior en armamento y personal, no logró aplastar a los 48 trabajadores
agrícolas y a una mujer que realizaron una retirada táctica para evitar
perecer.
“La Operación Laso” (Latin American Security Operation) era el plan
del Pentágono, es decir un plan y cálculos hecho por los militares
estadounidenses que ocupaban el segundo piso en el Ministerio de Guerra (hoy
Defensa) en la capital colombiana, Bogotá.
El líder militar de los labriegos y de la cooperativa de Marquetalia, MANUEL
MARULANDA, ya era ampliamente conocido por el ejército y los campesinos,
incluso antes de la batalla en las montañas del departamento de Tolima. Muchas
veces, durante los años 50´, sus enemigos habían intentado liquidarlo. Había
sido herido dos veces, en el cuello y en el brazo. Pero siempre logró escapar.
Se trata del guerrillero que, según los comunicados militares del ejército, “ha
muerto al menos mil veces”.
No quiere que lo comparen con el Che Guevara o Fidel Castro, líderes
legendarios e históricos de la Revolución cubana.
– Algunas personas hacen esa comparación. Pero yo no lo hago, aunque sí, en
la batalla intentamos alcanzar las mismas alturas como ellos, dice
modestamente.
Durante casi cuatro décadas ha participado en la lucha armada. Al principio
era liberal, pero a principios de la década de 1950 se pasó al Partido
Comunista. Organizó a los campesinos en comandos de autodefensa, las “Ligas
Comunistas Campesinas”.
Manuel Marulanda y Ciro Trujillo Castaño, dos de los fundadores de las FARC. FOTO: Jean-Pierre Sergent y Bruno Muel (Francia). |
Silenciaron las armas pero las mantuvieron
Durante algunos años en los años 50´, cuando se emitió una amnistía, él y
sus compañeros depusieron las armas pero no las entregaron.
Cuando se intensificó la persecución a los guerrilleros en la “Gran
Violencia”, 1948-1953, estos volvieron a sacar las armas. Sabían que no podían
confiar en el aparato militar de la oligarquía. Y sus temores se confirmaron.
Después de la Batalla de Marquetalia, (corregimiento de Gaitania, en el
municipio de Planadas, Tolima), del Tolima, se formaron las FARC, Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia. El líder evidente era Manuel Marulanda,
“Tirofijo”.
De haber sido 48 trabajadores agrícolas, hoy (1988) las FARC han crecido
hasta convertirse en la organización guerrillera más grande y experimentada de
América Latina. Según la dirección del ejército nacional, la insurgencia tiene
entre 12.000 a 15.000 guerrilleros armados. Las FARC operan en todo el país
desde sus “Frentes Militares”. Grandes zonas quedan liberadas y bajo el control
de las FARC. Los campesinos están organizados en grupos de autodefensa o directamente
en la guerrilla.
Bombardeo
bi-motor B-26. Aparato típico de contrainsurgencia en América latina por las
décadas 60-70. FOTO: Jean-Pierre Sergent y Bruno Muel (Francia). |
Pocos periodistas han llegado a “Tirofijo”
Son pocos los periodistas que han entrevistado al comandante Marulanda. A
diferencia de grupos como el M-19, se ha escrito relativamente poco sobre
Marulanda y las FARC. Admiten en la conversación personal que subestimaron el
papel y la importancia de los medios de comunicación. Creen que se presta la
mayor atención a los resultados de la batalla con el ejército. Y siendo
humildes campesinos, jornaleros y obreros que son, normalmente se sienten
incómodos frente a las preguntas y las cámaras de los periodistas.
El Che Guevara expresó una vez el sentimiento de los guerrilleros de la
siguiente manera: “El combate es el éxtasis del guerrillero”. Pensé en estas
palabras un cuarto de hora antes de entrevistar a Manuel Marulanda, el
legendario “Tirofijo” en América Latina. Para un periodista con convicción
revolucionaria y fe en la lucha y poder del pueblo, es un momento destacado,
una cierta forma de satisfacción, tener la oportunidad de entrevistar a una
personalidad revolucionaria como Marulanda.
Pero rápidamente fui sacado de mi “éxtasis” por un guerrillero que dijo un
poco impaciente: “Camarada, ¡vamos ahora! El camarada Marulanda está
esperando”.
Su residencia en las montañas
Por inexperto que era (1988), pensé que estaba en el campamento central.
Pero su lugar de residencia está a dos kilómetros de distancia, en lo alto del
macizo montañoso oriental de los Andes.
Nos acercamos al lugar. Aquí y allá aparecían trincheras con guerrilleros
desplegados con ametralladoras calibre Punto 30, 50 o 60.
Manuel Marulanda tiene su propio cordón de seguridad, tropas de élite. Son
indefectiblemente leales. No es una lealtad fanática, sino una admiración
ilimitada por un revolucionario que, durante cuatro décadas, ha puesto su vida
al servicio del pueblo colombiano. Sus tropas están bien armadas. Con uniformes
verdes, machete, granada de mano, pistola, mochila y carabina automática. Hacen
guardia en las colinas que rodean el campamento guerrillero por tres lados.
“Tirofijo” odia los uniformes. Viste pantalones normales, una camisa, un
jersey de punto y la habitual toalla verde echada sobre un hombro. En el lado
derecho tiene una Smith & Wesson de 38 mm y en el lado derecho un machete.
Tiene botas de goma. Es de constitución corpulenta. Los pómulos son altos y el
cabello despeinado por el viento.
MANUEL MARULANDA con su "Radio 140", igual que utilizaron los yankies en Vietnam en su genocidio contra el pueblo. Pero a final perdieron. FOTO: DICK EMANUELSSON. |
Un hombre humilde y discreto
El paisaje circundante es increíblemente hermoso. Estamos a una altitud de
casi 3.500 metros. Un terreno que yo veía como inexpugnable para el ejército.
A diferencia de Jacobo Arenas, considerado en los medios como “el ideólogo
de las FARC”, yo diría que los dos se complementan, Manuel Marulanda es
discreto. Da la impresión de estar de mal humor, pero cuando comienza la
conversación, resulta que es muy humilde. Es fácil que te guste.
– ¡Buen día camarada. Los cadetes le siguen hasta el final, declaró uno de
los mandos de la tropa mientras se alinean frente a Manuel Marulanda. Él es una
leyenda viva del Che Guevara, leyenda de los pueblos latinoamericanos
luchadores.
JACOBO ARENAS en la selva después del ataque declara Manuel Marulanda como jefe del Estado mayor del Bloque sur. FOTO: Jean-Pierre Sergent y Bruno Muel (Francia). |