martes, 10 de octubre de 2017

El Arte Urbano en Bogotá una herramienta para la paz

´Chirrete´, o Roberto José Romero, que junto con ´ARK´ son autores del inmenso mural en la Avenida 26, centro de Bogotá. FOTO: MIRIAM EMANUELSSON.





El Arte Urbano en Bogotá una herramienta para la paz

Por Dick & Miriam Emanuelsson, Resumen Latinoamericano

BOGOTA / Bogotá, conocida como “la Atenas de América Latina” por la gran variedad y buena calidad de la cultura, en esa inmensa ciudad ha crecido también desde hace varios años el llamado Arte Urbano. Ha sido creado, principalmente, por jóvenes. Y son los jóvenes que debaten, invitan y luchan para que el Acuerdo de Paz sea una realidad en Colombia.



Video: entrevista con Roberto José Romero




En el 1996 encontré este sencillo, hermoso e ilustrativo mural (arriba) en la Avenida 26 con Caracas en Bogotá. Eran los años con gigantescas marchas campesinas, sobre todo en el sur de Colombia, fuertemente reprimidas por la fuerza pública. En 1996 muchos campesinos fueron asesinados, detenidos, torturados y sentenciados a largas penas de cárcel.

Como el 5 de octubre, 2017, hace cinco días en Nariño con el terrible saldo de media docena de campesinos asesinados y una treintena de heridos. Han pasado 21 años y pese de la firma de Paz parece que el campesino sigue siendo un objetivo militar para el Estado.

En 2003, durante un viaje por el Río Caguán para llegar a un cabildo campesino en el municipio de Remolino de Caguán, durante el Plan Patriota, fuimos ordenados por guerrilleros de las Farc de dirigir la lancha a la orilla del río. Era un retén fluvial guerrillero, igual como los otros tres que había montado el Ejército, al otro lado del río.

Uno de los comandantes guerrilleros había sido uno de los líderes de las marchas campesinas 1996 y había sido amenazado por el Ejército Nacional y la Policía Antinarcótico. No tuvo otra alternativa que ingresar a la insurgencia si no quería encontrar la muerte estatal. Por eso el texto en ese mural en Bogotá 1996; “La Protesta es un Derecho, No es un Delito”.




EN LA MISMA AVENIDAS CARACAS, unas 3-4 cuadras hacía al norte, se veía otro mural (arriba) que exigía “Libertad a los Presos Políticos”. Muchos sindicalistas, sobre todo de la USO (petroleros) habían sido encarcelados en el clima represivo y antisindical en esos años.

En esa época reinaba “la Justicia sin Rostro”. En el departamento de Antioquía, dirigido por el entonces gobernador Álvaro Uribe Vélez se había creado las Convivir, grupos que en realidad era una legalización del paramilitarismo, lo que confirmaría posteriormente el mismo jefe de las AUC, Salvatore Mancuso.


CASI SIEMPRE HA SIDO LA IZQUIERDA y los sectores democráticos y progresistas que han sido protagonistas en la producción de murales con mensajes políticos. Los murales del emblemático muralista, el mejicano Diego Rivera, es un ejemplo. Las juventudes comunistas chilenas crearon en 1968 la “Brigada Ramona Parra”, BRP, bautizada por la mujer y comunista con el mismo nombre que en 28 de enero de 1946 fue asesinada en una protesta en Santiago de Chile. Los murales pintados durante los años por esta Brigada son miles y han sido emblemáticos en la lucha política en Chile, sobre todo durante el gobierno de Salvador Allende pero también durante la dictadura militar del general Pinochet. El arte y los murales eran armas muy poderosas en la lucha antifascista desde el 1973-1990.

La clásica obra de Diego Rivera.
Una Brigada de la Ramona Parra en acción durante la epoca de Unidad Popular en Chile.
Un mural de la Brigada Ramona Parra Siglo XXI, de la juventud y partido comunista chileno.


Cuando llegué la primera vez a Colombia en 1980, los muros que rodeaban las fábricas en Bogotá eran cubiertos con grandes consignas y también con
Gustavo Petro.
murales. Ya han pasado más de 37 años y el panorama en Bogotá es diferente. No se ve la misma agitación y propaganda sino más una cierta forma de subcultura, con tendencia y un reflejo de anarquismo juvenil pero al mismo tiempo de rebeldía, esa capacidad típica de la juventud.

Durante el periodo de Gustavo Petro como alcalde (enero 2012-junio 2015), paredes enteros de edificios fueron pintados con diferentes motivos. En la Avenida 26, frente lo que era el Cementerio General, lugar para muchos mártires colombianos hay un mural hermoso pintado y firmado por “ARK+CHIRRETE, Crudo-Kometo”. Seguramente mide unos 6x40 metros.

Una parte del inmenso mural en la Avenida 26. FOTO: MIRIAM EMANUELSSON.


UN DÍA EN EL MES DE MAYO, año en curso, durante nuestra gira por Colombia conversamos con Roberto José ´Chirrete´ Romero, uno de los dos muralistas, autores de la inmensa obra.

– Esta obra fue producto de un plan de desarrollo para trabajar temas de paz y el conflicto social en Colombia por parte del Centro de Memoria y de Reconciliación que está frente al Mural (en el ex cementerio). Ellos nos comisionaron para elaborar el mural en 2015, dice Romero.

Nos cuenta que ese año, 2015, las negociaciones de paz en la Habana todavía eran inciertas sobre el éxito de ellas. La idea del Centro de Memoria y de Reconciliación era generar expectativas en la población para la paz. Durante cuatro meses estuvieron trabajando con el mural. Pero primero hablaron con los familiares de víctimas o víctimas sobrevivientes de la guerra sucia en Colombia.

– Logramos armar un primer boceto que trabajamos juntos con el Centro y terminó siendo la propuesta que está aquí pintada. Tenían una frase que ellos acuñaron que fue ¡“LA PAZ ES AHORA”! De partir de esa frase nosotros empezamos a trabajar el diseño del mural, partiendo de la idea, que para que haya paz hay que tomar una acción. Lo que pretendíamos con el mural era, que a través de la acción en conjunto con la gente de la sociedad, podemos lograr transformar el país y lograr construir esa paz que tanto buscamos, relata Romero.

¡La Paz es Ahora”!


EL MURAL REFLEJA MUCHAS COSAS, es decir la diversidad que representa Colombia en relación a los diferentes pueblos originarios, razas, la increíble y hermosa naturaleza que a su vez contiene una riqueza tanto en recursos naturales, objetivos por el gran capital nacional e internacional resumida en la política del gobierno de Juan Manuel Santos La Locomotora Minero-Energética, como un pueblo trabajador.

– La paz no era solo terminar la guerra con las Farc, sino empezar a construir por medio de acciones muy concretas como salir de este atolladero de violencia, cuidar la tierra y el campo y como reactivar el campo. Eran puntos muy claros que queríamos tocar aquí. La acción que están llevando a cabo los personajes aquí en el mural es justamente ayudándose a levantar como ese estigma de la violencia y la muerte que ha sufrido Colombia durante 50-60 años. Todas estas personas tan diversas en su raza, en su cultura y sus acostumbres se unen para salir, o como desenterrar esa memoria y desenterrar esa verdad.


El gran mural en memoria de las 3600 víctimas de la Unión Patriótica.
La Guerra Sucia cobró 3026 víctimas en el movimiento sindical desde el 1985 cuando fue fundada la CUT y registrando 3600 víctimas del movimiento Unión Patriótica, así documentado por ´Chirrete y ARK´.


El mural de ´Chirrete y ARK´ sobre los casi cinco millones de desplazados en Colombia, víctimas del despojo de los ganaderos y terratenientes y la guerra sucia del Para-Estado.


Los dos muralistas también han hecho un muy grande mural sobre la guerra sucia contra la Unión Patriótica, esa gran alianza popular y de izquierda que fue fundada en noviembre del 1985 como un resultado del Acuerdo de Cese al Fuego entre las Farc y el gobierno del gobierno del presidente Belisario Betancourt, en mayo de 1984. El resultado en las elecciones presidenciales en el 1986 fue un choque para el sistema bipartidista que nunca ha permitido una otra alternativa política para el pueblo colombiano, todas han sido eliminadas por el Estado. También la UP fue eliminada físicamente.

– El mural sobre la UP fue el primer acercamiento del Arte Urbano de trabajar directamente con grupos y temas de las víctimas sobre el conflicto armado en Colombia. Este mural incorporó directamente grupos de víctimas. Pero no solo con (sobrevivientes) de la UP sino también con grupos de víctimas de sindicalistas y desplazados. Estos tres grupos y tres murales fueron concentrados en una plaza. El proyecto fue muy lindo por que el día que inauguramos los murales las víctimas tomaron la palabra y expresaron a la comunidad como era su problemática y sobre lo que habían vivido. Estos murales fueron un puente también de comunicación entre los sectores de víctimas, que no habían sido escuchados y los artistas y la institución.


Una de las víctimas de la UP por la Alianza Para-Estatal en Rio Sucio. El fotógrafo fue Ampolinar Martínez, secretario general de la Unión Patriótica en la región bananera de Urabá, asesinado posteriormente por las mismas fuerzas asesinas.


Roberto Romero, padre.
UNO DE LAS VÍCTIMAS DE LA GUERRA SUCIA en Colombia es el propio padre de Roberto, con el mismo nombre como su hijo. Fue amenazado varias veces en calidad de periodista y también jefe de redacción del semanario Voz, órgano central del Partido Comunista Colombiano, medio y partido siempre hostigados por el Estado y sobre todo de las Fuerzas Militares y el paramilitarismo.
Varios periodistas de Voz han sido asesinados y el caso más conocido es el asesinato de Manuel Cepeda Vargas, director de Voz durante muchos años. Cepeda fue asesinado el 9 agosto de 1994, en calidad de senador del PCC. Dos suboficiales del ejército fueron condenados a 43 años de cárcel como autores en alianza con el paramilitarismo. Pero el autor intelectual del asesinato, el general Rodolfo Herrera Luna, comandante de la Séptima Brigada del Ejército, falleció en 1997 cuando iba a ser vinculado a la investigación.

 

Manuel Cepeda habla en el sepelio de José Antequera, vice presidente de la Unión Patriótica, asesinado el 3 de marzo de 1989. El 9 de agosto de 1994 le tocó a Cepeda. El Terrorismo de Estado no descansa. FOTO: DICK EMANUELSSON.



José Antequera, UP-PCC. FOTO: LÚCIO
– Yo desde pequeño estuve muy relacionado con la lucha popular y social, pues porque mi padre era jefe de redacción del semanario Voz. Tuve que ver de cerca todos estos procesos de ver como él perdía amigos y militantes con los cuales trabajaba gran parte de su vida. De alguna manera esa lucha social es un legado que me dejó mi padre.

Hay también otros grupos de muralistas o grafiteros en Bogotá que trabajan por la paz y una nueva sociedad más justa. Uno de esos grupos es el Pacifista que marca el aumento de víctimas del paramilitarismo y el Estado en sus murales.

– Si tú eres un dirigente social o trabajas por la paz, corres el riesgo de perder la vida. Es bien paradójico que en un país donde se ha firmado la paz y se está haciendo todo lo posible para construir la paz pues sigan pasando ese tipo de cosas y que el Estado niega al decir que los paramilitares en Colombia ya no existen, ahora cuando están fortaleciéndose mucho más y cuando la guerrilla está abandonando la lucha armada.



Un mural del grupo "El Pacifista", que documenta las víctimas de las organizaciones populares en Colombia. En el mes de mayo habían aumentado a 31, pese a la firma del Acuerdo de Paz.


Enrique Peñalosa.
EL 25 DE OCTUBRE DE 2015, ENRIQUE PEÑALOSA, hijo de una clásica familia oligarca-política colombiana ganó la alcaldía de Bogotá por la segunda vez. Obtuvo 32,98 % de los votos, representando su agrupación “Equipo por Bogotá”, apoyado por la derecha histórica y la derecha neoliberal. Con Peñalosa la cultura y obras sociales pasaron a un segundo nivel o en varios casos mercantilizados.

El anterior alcalde de Bogotá fue Gustavo Petro, ex guerrillero del grupo M19. Su administración trabajaba bajo el lema “Bogotá Humana”. Su mandato fue desde el primer día casi un objetivo militar por parte de la oligarquía colombiana, que en Petro vio un grave riesgo en el sentido que incorporó sectores populares en su administración e intentó de municipalizar la recogida de la basura, controlado por cuatro grupos privados, que decidían las tarifas como un cartel.

Para Roberto y los muralistas la vida se ha vuelto mucho más difícil con el nuevo alcalde, Peñalosa.

– Peñalosa es neoliberal y dentro del neoliberalismo algunas manifestaciones culturales no tienen cabida, como grafiti y muralismo. Con el gobierno de Petro alcanzó un gran apoyo y visibilidad por parte de la alcaldía. Fue durante el periodo de Petro cuando el arte callejero alcanzó un punto bastante grande y alto en relación al resto del país. Él sintió y vio que el grafiti y el muralismo tienen esa potencial como para hablar de memoria y en temas que nos incluyen a todos los colombianos. Cuando entra Peñalosa (a la alcaldía), de entrada él recorta un montón de dinero del presupuesto que estaba destinado a la cultura. Yo creo que va a comenzar nuevamente a perseguir a los grafiteros, algo que habíamos descartado como habíamos superado ese tema. Ahora hay como un vacío ahí, de no saber qué va a pasar, si habrá apoyo o si nos va a perseguir y poner una nueva ley en el código de policía que ciertas cosas del grafiti está penalizadas. Pero siento que la policía no quiere tomar cartas en el asunto y actuar. Recordamos que hace seis años mataron a un joven (15 años) por estar pintando supuestamente un grafiti. Es un problemática compleja que no está adentro de la legalidad y estamos en esa lucha.


Roberto ve un incierto futuro para los artistas colombianos. El modelo neoliberal no es compatible para la cultura porque una cultura al servicio al pueblo no le genera ganancias. FOTO: MIRIAM EMANUELSSON.

DICE QUE SER ARTISTA EN UN PAÍS como Colombia no es fácil. Pero el grafiti y el muralismo “es mi proyecto de vida”, agrega.
Y en esos proyectos ha comenzado a dibujar la vida en los diferentes barrios en Bogotá, tomando nuevamente testimonios con la gente de las comunidades de la vida cotidiana y las historias tan importantes y ricas de la capital colombiana.
– Tomar testimonio de las personas que han vivido 30-40 años allá, se trata también de construir una memoria de los barrios.

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