domingo, 12 de abril de 2020

La rearmada guerrilla de las FARC-EP aclara quienes son los autores detrás de los asesinatos de líderes sociales en el departamento de Putumayo

Las reservas petroleras del departamento de Putumayo ha sido repartido por cuatro petroleras transnacionales: La Hacol, de intereses de Arabia Saudita pero dirigida por Shell. Las otras tres son Texaco-Chevron, Amereda Hess AEC y la canadiense Alberta Energy Co. Fue en Putumayo donde comenzó el Plan Colombia 2000.




La rearmada guerrilla de las FARC-EP en el departamento de Putumayo aclara quienes son los autores detrás de los asesinatos de líderes sociales en el departamento de Putumayo

En un comunicado leído por Danilo Alvizú, integrante del Frente Carolina Ramírez de las FARC-EP, en el cual se denuncia que la banda narcoparamilitar conocida como SINALOA, en alianza con sectores estatales y con antiguos cabecillas de los extintos Frentes 48, 49 y 32 de las FARC, son los responsables de las amenazas y asesinatos contra dirigentes sociales en el Putumayo.

Uno de esos ex Farc ha sido Abel Antonio Loaiza Quiñónez, alias Azul, del ex Frente 48 que operaba en Putumayo y Nariño, responsable, según la Policía Nacional de varios asesinatos de líderes campesinos.

El estado colombiano ha intentado de lavarse las manos culpando la rearmada guerrilla de las FARC-EP como “la disidencia”. Pero en el siguiente comunicado del Frente Carolina Ramírez de las, FARC-EP su comandante da otra imagen en donde también el Estado Colombiano utiliza este tipo de sicarios para proteger a las transnacionales que operan en esta región de Colombia, con unas de las reservas petroleras más grande de Colombia.

Dick E.


Putumayo insurgente
La lucha Faríana continúa hasta alcanzar la victoria

Danilo Alvizú.
Asistimos nuevamente a una guerra más, de las tantas que históricamente la oligarquía criminal le ha declarado al pueblo colombiano y de las cuales, el Putumayo no ha estado exento.

Este extenso territorio amazónico es hoy al igual que en su pasado, víctima de una explotación indiscriminada de sus más valiosos recursos que lo está llevando a la destrucción y de los cuales no recibe ni el más mínimo beneficio, explotación que no solo afecta de manera considerable la tierra, hoy reconocida como sujeto de derechos, sino que atenta contra la vida misma de quienes habitan este hermoso departamento.


AL IGUAL QUE EN TIEMPOS PASADOS, somos testigos nuevamente de la macabra alianza entre el Ejército Nacional de Colombia y el narcoparamilitarismo para desocupar los territorios y entregárselos al capital transnacional. La Mafia Sinaloa, como se autodenomina esta estructura narcoparamilitar y que viene operando en el departamento, es la principal responsable de la serie de asesinatos que se han venido presentando en contra de líderes, lideresas sociales y campesinos que, en su mayoría, venían liderando el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS) en el marco del Acuerdo General de Paz.

Así mismo, son los responsables de diferentes desplazamientos de familias que se han venido presentando en los territorios. En algunos casos, han pretendido responsabilizar a nuestra organización de esos crímenes.

Es importante señalar que, a diferencia de nosotros, ésta estructura no tiene ninguna propuesta política, ni proyecto de país. Su único y principal interés es el control de la siembra, producción, comercialización y tráfico de la pasta base de coca. Sin embargo, en zonas de explotación petrolera están al servicio de las transnacionales como estrategia de intimidación a las comunidades que se oponen a la explotación minero-energética.


Y DENTRO DE SU ALIANZA con el ejército mercenario de Colombia cumplen el papel de reprimir la resistencia campesina asesinando a sus líderes y lideresas, entre quienes se encuentran: GLORIA OCAMPO; asesinada el pasado 7 de enero del presente año, junto a HELODIO MORENO en la vereda La Estrella, inspección El Cedro, municipio de Puerto Guzmán. Gloria era directiva de la Junta de Acción Comunal de esa vereda y además, era delegada a las instancias de PNIS y PDET.

Nueve días después asesinan en la vereda Teteye, municipio de Puerto Asís a YORDAN TOVAR, líder social y defensor de derechos humanos. Yordan era directivo del Sindicato de Trabajadores Campesinos del Cordón Fronterizo del Putumayo.

En el mes de febrero asesinaron a LUIS ALBERTO PARRA y a su hijo JADER PARRA, ambos directivos de la Junta de Acción Comunal de la vereda Villa Fátima, inspección Galilea, también en el municipio de Puerto Guzmán. Los dos directivos comunales habían sido secuestrados.

A mediados del mes pasado asesinaron al reconocido líder social MARCO RIVADENEIRA de la Asociación Campesina de Puerto Asís, quien venía liderando un programa de sustitución de cultivos ilícitos. Solo por nombrar algunos, sin pasar por alto, los campesinos que han sido asesinados por no obedecer sus normas o por señalarlos de haber prestado algún favor a nuestra organización como ocurrió recientemente en la vereda La Consolata del municipio de Piamonte donde vil y cobardemente masacraron una familia.


EN ESE SENTIDO, ES NECESARIO aclarar que, muchos de los que integran esta estructura narcoparamilitar, en un pasado fueron integrantes de las antiguas estructuras de las FARC-EP como es el caso del extinto Frente 48, donde gran parte de los integrantes de este, pasaron a trabajar al servicio del narcotráfico, sabemos que están reclutando jóvenes y les ofrecen hasta dos millones quinientos mil pesos ($2'500.000) mensuales para que cuiden laboratorios de procesamiento de pasta base para hacer vigilancia y control del territorio, para servir de escoltas de los cabecillas de esta estructura criminal, para asesinar a campesinos que se opongan a las normas y reglas que han impuesto, etc., etc. Lo mismo se evidencia en zonas que antes fueron del control de los extintos frente 32 y 49, donde cabecillas e integrantes de milicia de estas antiguas estructuras, hoy también cumplen el nefasto papel de narcoparamilitares.

Todo este panorama ha generado una gran confusión en las comunidades rurales y urbanas. Por eso nos vemos en la necesidad de hacer estas aclaraciones. Valga recordar que las FARC-EP nacieron hace 56 años como una respuesta popular y revolucionaria al terror institucional y paramilitar del estado al despojo de las tierras y su acrecentada concentración en pocas manos, a las profundas injusticias sociales existentes y a la voraz corrupción de las oligarquías. Realidades todas que, hoy perduran multiplicadas para desgracia del pueblo.


DECIR QUE, LA LUCHA GUERRILLERA de las FARC-EP continua más vigente que nunca, puesto que las razones por las cuales se originó el alzamiento armado del campesinado en Colombia no se han resuelto. La tierra sigue estando en pocas manos. Nosotros como Frente Carolina Ramírez de las FARC-EP tenemos el deber moral y el papel histórico de seguir la resistencia armada como única respuesta a los aparatos represivos y criminales del estado en contra del pueblo.

Y en ese sentido hacemos un llamado a las comunidades urbanas y rurales a organizarse para seguir resistiendo, a vincularse al Partido Comunista Clandestino Colombiano (PCCC) o al Movimiento Bolivariano por la Nueva Colombia. Decir también que, esta estructura narcoparamilitar en algunas áreas se hace llamar `guerrilla Sinaloa´ y utilizan el discurso revolucionario como estrategia para ganarse las masas, pero sus acciones van en beneficio del narcotráfico y no del campesinado.

Por el contrario, se han dedicado a reprimir, explotar y matar campesinos en las comunidades. Nos han llegado diferentes informes de cómo están cometiendo todo tipo de abusos y atropellos en contra de la población campesina, todo eso con el consentimiento y la complicidad del ejército y la policía.


POR OTRA PARTE, QUEREMOS COMUNICAR a la opinión pública que este estado mafioso y paramilitar en cabeza de sus fuerzas militares y a través de distintos medios de comunicación, en su afán de deslegitimar y quitarle beligerancia a nuestra lucha, pretende mostrarnos como una estructura narcotraficante en disputa por el territorio para el control de la producción y comercialización de la pasta base de coca, poniéndonos al mismo nivel que la estructura “48”, como ellos la denominan. En ese orden de ideas, queremos dejar en claro que, la estructura 48 o la mafia Sinaloa es un aparato narcoparamilitar (aliado del Ejército Nacional de Colombia para combatir la insurgencia y matar campesinos que simpaticen con nuestra lucha revolucionaria o se opongan a sus intereses) al servicio del narcotráfico nacional e internacional.


MIENTRAS QUE EL FRENTE CAROLINA RAMÍREZ, somos una organización guerrillera que, siguiendo el legado de MANUEL MARULANDA y JACOBO ARENAS luchamos por un proyecto de país de una Nueva Colombia. Porque nada ha cambiado en esencia después de la firma del Acuerdo General de Paz, la lucha armada sigue teniendo vigencia, no solo porque el estado no ha devuelto las tierras que le robaron a los campesinos a punta de plomo, sino porque sigue utilizando las armas para asesinar a todo aquel que se oponga a sus intereses económicos y políticos. Además del sinnúmero de escándalos de corrupción que cada día carcome este estado podrido de las oligarquías.

¡Que le quede claro a esta casta criminal y su ejército mercenario: no somos disidencias, somos FARC-EP, la guerrilla de Bolívar y Manuel que seguirá combatiendo su tiranía!

Mientras este régimen de dominación no invierta en el campo y cree condiciones de vida digna para todos los colombianos, sin excepción alguna, siempre habrá razones para luchar, a quienes nos cerraron la vía pacífica y legal, lo haremos a través de la lucha armada. Y a quienes aún puedan luchar desde la legalidad, lo sigan haciendo desde esos diferentes escenarios. Lo importante, es comprender que la lucha por la Nueva Colombia es una sola y que, en cualquier momento, todas las luchas que libra hoy el pueblo desde sus diferentes regiones y sectores sociales, confluirán para derrocar de una vez por toda esta tiranía fascista e imponer un nuevo orden más justo y humano.

Selvas de Putumayo abril 2020
FRENTE CAROLINA RAMÍREZ de las FARC-EP



Selvas de Putumayo abril 2020
FRENTE CAROLINA RAMÍREZ de las FARC-EP



Foto: Gerald Bermúdez