jueves, 18 de junio de 2020

Colombia: “El monstruo de la guerra sin paz sostenible, sigue ahí”!

Fuerzas de la Contraguerrilla del Ejército Nacional, iguales tropas que fueron emboscados en Puerto Lozada. FOTO: DICK EMANUELSSON.




Colombia: “El monstruo de la guerra sin paz sostenible, sigue ahí”!

TEGUCIGALPA / 2020-06-18 / El mismo día cuando se contabilizaba el No 200 de guerrilleros desmovilizados asesinados desde la firma de Paz, 14 militares colombianos fueron dados de baja por una corriente de las FARC rearmada

Seis muertos y ocho heridos es el saldo de una emboscada realizada por el 7º Frente de las FARC rearmadas en Puerto Lozada en el departamento de Caquetá, sur de Colombia.
El lugar lo llaman “el Corazón de la Historia del Conflicto Armado" por su ubicación geoestratégica en el centro del país. Pero también por su biodiversidad

Es un duro golpe militar, pero posiblemente también un golpe político. Porque ilustra que la guerrilla que no firmó, o firmó pero regresó a la montaña por que el Acuerdo de Paz no fue cumplido sino saboteado por el Estado colombiano, está nuevamente reagrupándose y adquiriendo fuerza en el campo colombiano.

La región en donde se realizó la emboscada a la Fuerza Especial del Ejército Colombiano ha sido escenario de confrontaciones entre campesinos, cultivadores de la hoja de coca y el ejército. La orden a los uniformados es erradicar las plantas como sea y dejar a los campesinos sin sustento para sus familias.

En el punto rojo se encuentra Puerto Lozada.


En la región esta ubicado también una ETCR, Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación en donde están concentrados decenas de excombatientes de las FARC. Pero debido a la actuación agresiva del Estado y la situacion de inseguridad generalizada por varios actores y factores, los ex combatientes se van, lo que es un nuevo golpe al Acuerdo de Paz. En esa ETCR se cultiva diferentes productos agrículas y en forma exitosa.

Como es una región histórica guerrillera, las fuerzas militares han intentado con todo tipo de acciones hostiles, menos con Reforma Agraria, inversiones sociales y económicas que fue establecido en el Acuerdo de Paz en La Habana. Pero como el Estado y el Gobierno de Iván Duque consideran que el Acuerdo no es de su gobierno, pues las consecuencias lo vemos ahora; asesinatos sistemáticos a los combatientes desmovilizados y hostigamientos, asesinatos y bombardeos de las fincas campesinas, como si la historia de Marquetalia se repitiera de la década de los 60´.



Y para rematar definitivamente todo el espacio de paz o lo que resta del Acuerdo de Paz en Colombia, el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece diez millones de dólares en recompensa por información que permita la ubicación y captura de los exjefes de las FARC-EP; Seuxis Hernández Solarte (Jesús Santrich') y Luciano Marín Arango ('Iván Márquez').

Iván Márquez fue el jefe de la delegación de paz de las FARC-EP en La Habana y Jesús Santrich fue integrante de la delegación desde el primer día en octubre 2012 hasta la firma en noviembre de 2016. Regresaron a las montañas después que la fiscalía, cómplice con el Departamento de Estado, hicieran unos montajes para formalizar la extradición de los dos comandantes guerrilleros, ya desmovilizados. Pero los dos lograron burlar los arquitectos del montaje y en agosto del año pasado oficializaron que se rearmaron y regresaron a la montaña bajo el nombre FARC-EP, Segunda Marquetalia.

Alberto Pinzón* resume en la siguiente reflexión sobre el conflicto de nunca terminar:
¡“El monstruo de la guerra sin paz sostenible, sigue ahí”!

Dick Emanuelsson

* ALBERTO PINZON SÁNCHEZ, ex integrante de la Comisión de Notables constituidos por cuatro personas, dos elegidos por el gobierno de Andrés Pastrana y dos por la guerrilla de las FARC en las negociaciones de Paz entre 1999-febrero 2002. Fueron llamados el 2001 para facilitar y resolver el estancamiento de las negociaciones. Presentaron varias propuestas pero a final el gobierno conservador de Pastrana lo engavetó y decidió romper el proceso de paz, ordenó a la aviación de bombardear a las concentraciones guerrilleras y enviar el Ejército Nacional de retomar las posiciones de las FARC-EP. Pastrana estrenó al otro día de la ruptura de las negociaciones el PLAN COLOMBIA, o Plan de Guerra como fue bautizado el plan del Pentágono.


Los seis militares muertos en la emboscada guerrillera, hijos del pueblo, igual como los guerrilleros. Los "Señores Oligarcas de la Guerra" nunca envian sus hijos al campo de la batalla.



Colombia: Y cuando despertó, el dinosaurio estaba ahí

Por Alberto Pinzón Sánchez

La muerte, este 17 de junio 2020, de 6 soldados profesionales y súper especializados de la fuerza de tarea Omega del ejército colombiano que iban en una caravana militar en una importante operación de la fracasada War on Drugs, en la semi selvática región amazónica del rio Lozada y la herida grave a otros 8 más, al parecer por una demoledora y sangrienta emboscada atribuida por la prensa adicta a “un grupo armado organizado residual” (GAO-r) con el que se pretende vaporizar con nombres abstrusos a la fracción de las Farc-EP que no firmó el Acuerdo Santos- Timolíon Londoño, vuelve a poner el inmenso deseo de los colombianos por la paz y contra la “guerra” (ese monstruo grande y pisa fuerte como lo llamaba la grande Mercedes Sosa), frente a la realidad real de un conflicto social y armado no acabado que continúa reciclándose, el cual que se ha pretendido mantener encubierto y de bajo perfil para no alarmar el Orden Público, pero que hoy como el micro cuento de Monterroso nos muestra, como también lo sabía decir Jaime Garzón sobre el gringo, que sigue ahí.

Si a lo anterior se suman los escándalos diarios de corrupción, narcotráfico, paramilitarismo que envuelven a la cúpula dominante, a la pandemia covid y a la invasión de tropas estadounidenses (como se analiza en el siguiente enlace https://medium.com/@misionverdad2012/esc%C3%A1ndalos-pandemia-y-tropas-gringas-los-frentes-en-los-que-iv%C3%A1n-duque-est%C3%A1-perdiendo-def159c45e0e) no hay duda que se ha agregado otro factor más a la desestabilización al Poder dominante en Colombia.

Lo cual nos obliga a seguir persistiendo “contra viento y marea” en la necesidad de continuar la discusión sobre dos aspectos centrales en la lucha actual por nuestra emancipación y preguntarnos: ¿Es la Paz sostenible, esa ficción que le vendieron a los colombianos con su Acuerdo del 2016, Santos para lograr el premio Nobel de la paz y con ello llegar hoy a la mieles imperialistas de ser nombrado miembro de la super cúpula de “junta directiva” de la Fundación Rockefeller, y Timolíon con su tornillo y sus compañeros, para canjear armas-por-curules y llegar a las miles del Poder legislativo dominante en Colombia?

¿Es acaso una Solución Política al conflicto social armado de Colombia, el haber suprimido de esta concepción el objetivo final de generar un proceso constituyente que concluyera en una Asamblea Constituyente, amplia, democrática y popular, como lo habían propuesto al movimiento social y político desde sus orígenes, los líderes fundacionales de las Farc-EP?

Obviamente, los hechos reales de la realidad externa como la persistencia y continuación del conflicto armado, el genocidio para-Estatal de líderes sociales y ex guerrilleros desmovilizados por ese Acuerdo en curso, así como la perfidia Estatal (conejo +trizas) para implementar el agónico Acuerdo sellado entre estos dos grandes dirigentes de la sociedad civil colombiana, nos ponen frente al hecho de tener que decir que NO.




Que ese Acuerdo 2016 no significó una paz sostenible como lo escribieron y mucho menos que la supresión del objetivo final de una Asamblea Constituyente para reemplazarlo por un pacto de armas-por-curules, dejó a la movilización social colombiana huérfana y con la necesidad imperiosa de seguir luchando por una Solución Política al conflicto social que sigue desarrollándose. El haber aceptado la tesis Santista de que el conflicto tenía un solo aspecto, que era solamente armado, negando su más importante aspecto de que era un conflicto social que también se expresaba en la resistencia armada al Poder dominante, nos ha conducido o vuelto a sacar como dicen los campesinos prácticos de mi pueblito, “al mismo llanito”.

A ponernos frente a esa pesadilla que ya creíamos haber superado de las sangrientas emboscadas guerrilleras, de los muertos y heridos (hijos del Pueblo trabajador) de ambos bandos, del dolor de los entierros colectivos y de las respuestas inmediatistas o amebianas del señor presidente de que va a descargar todo el poder de la ley y el orden (es decir del Estado) “contra esos criminales narcoguerrilleros comunistas y castro chavistas sin Dios ni ley”. Es decir, a despertarnos de la pesadilla y comprobar aterrorizados que el monstruo de la guerra sin paz sostenible, sigue ahí.

Y entonces, en lugar de UNA paz, ahora como novedad se nos imponen dos (2): Una, con los diversos movimientos políticos que siguen en armas, es decir una Solución Política al aspecto militar. Otra, la paz con los movimientos sociales, el aspecto social transado del conflicto colombiano, que no fueron tenidos en cuenta durante las discusiones en la mesa de diálogos en la Habana o fueron escuchados como quien escucha un memorial de agravios, pero sin ningún poder de negociación directo con el Estado y que ahora, necesariamente ya empoderados, en medio del desastre social y el hambre que se anuncia en la postpandemia, van a tener que presentar sus propias reivindicaciones al Estado y luchar en la calle hasta lograr su solución. Mientras tanto JM Santos eufórico y como buen tahúr logra otra ficha millonaria y de triunfo, en la ruleta de juego de sus vanidades.

Fuente Imagen: Ejército Nacional colombia. 6 soldados muertos en puerto Lozada, Colombia.