lunes, 24 de marzo de 2008

¿Qué siente un periodista al ser declarado objetivo militar?

Por Dick Emanuelsson *

Si en el supuesto caso que la periodista Marta Ruiz, de la revista Semana, fuera declarada objetivo militar por una organización armada bajo los siguientes señalamientos:

1. Es una agente encubierta de la inteligencia militar colombiana.

2. Es una agente encubierta del imperialismo a través de la SIP, Sociedad Interamericana de Prensa.

3. Es una representante de un medio de comunicación de la genuflexa y asesina oligarquía colombiana, que ha participado en diferentes eventos nacionales e internacionales como vocera de esa ideología dañina.

4. Porque trabaja para la Revista Semana y ésta no es otra cosa que un medio al servicio de la guerra total del narcopresidente Álvaro Uribe Vélez.

¿Cómo se sentirá ahora Marta Ruiz, después de leer la declaración anterior?

¿Se le seca la boca? ¿Suda frío? ¿Pensará primero que “no puede ser” o el “por qué a mí”? ¿Pensará en su familia? ¿Pensará en sacar su familia del país? ¿Le pasará por la mente el qué va a hacer con la deuda hipotecaria de su casa, con su carro, con los bienes muebles que posee? ¿Difícil situación, verdad?

Bueno. Menos mal eso a ella no le ha ocurrido. ¡Pero a mí sí! Y gracias a una infame publicación de la revista Semana en donde se me acusa de ser un “puente entre el Secretariado de las FARC y la prensa europea”. Y es en esa revista Semana donde ella trabaja y es la encargada de los temas de orden público. Y como tal, era bajo ese tópico que hemos intercambiado solamente tres mensajes.

Pero para el colega de Marta Ruiz, Camilo Jiménez, que escribió desde Berlín para la revista Semana, y ésta lo publicó el 16 de febrero de 2008: “El frente europeo de las FARC”. En una colección de las más ridículas mentiras, ese sujeto dice: “Por encargo de las Farc, el trabajo será realizado por un documentalista chileno radicado en Holanda que se hace llamar Ivan van der Boer. El guión ha sido aprobado por 'Raúl Reyes'. Los puentes de la guerrilla para su posproducción en Europa, también en este caso, permanecen los habituales: un corresponsal sueco con el nombre de Dick Emmanuelson (ni siquiera lo escribe correcto), que lleva trabajando en Colombia más de 20 años y es cofundador de Anncol, establece los contactos con la prensa europea y coordina la producción del documental en Europa”.

Cualquier periodista con ética y un mínimo de tiempo en el gremio, sabe que tan peligrosa sindicación requiere de varias cosas: Unos sólidos elementos de juicio -que de seguro no los tiene-, pruebas muy contundentes -que no las presenta- y una fuente sumamente seria y creíble. Además, una confrontación con el sindicado. Si esto no ocurre, se descalifica su publicación.

De la revista Semana nadie me contactó. Leí la horrible sindicación en la edición digital e inmediatamente escribí una carta abierta a la redacción de Semana, la cual ni siquiera han tenido la amabilidad de contestar, pisoteando TODOS los principios éticos y profesionales del periodismo.

Si la labor de la revista Semana era colgarme una lápida en el cuello, pueden celebrar que ya lo lograron. Soy objetivo militar.

Así como la foto de Reyes y Larrea que publicó El Tiempo.

Los colegas de Marta Ruiz y la revista Semana, los dueños de El Tiempo, publicaron una foto de Patricio Echegaray, presidente del Partido Comunista de Argentina, colocándolo cómo Gustavo Larrea, el Ministro de Seguridad y de Justicia del Ecuador. Es la misma irresponsabilidad con la que Semana me señala. Es el mismo libreto de la inteligencia militar/policial del Estado, que entrega a los Idiotas Útiles (IU) una foto, y les ordena: “¡Publíquenla!, ése es el ministro jodón del Ecuador que tenemos que apretar un poco porque nos niega el derecho a la ‘Guerra Preventiva’”.

Escribió el columnista de EL TIEMPO, Óscar Collazos, bajo el titulo “QUINTA COLUMNA, Prensa, filtraciones, credibilidad”, acerca del montaje de El Tiempo:


Dicha filtración tenía el propósito de reafirmar la tesis de que el vecino país del sur ha tolerado y auspiciado la presencia de esa guerrilla en su territorio. Tan claro era el propósito, que se distribuyeron copias de la nota de EL TIEMPO en unas reuniones que venían ya enrarecidas y en las que se jugaba una salida diplomática del conflicto entre los dos países”.

Dicen los directores de El Tiempo que fueron “engañados”. Pues no comemos cuento señores Santos. Si recién hubiesen salido de la facultad de Comunicación Social, quizás hubiésemos tragado el cuento. Pero con un diario con tantos años de mentir sistemáticamente a sus lectores, no. No comimos cuento.

Y remata Collazos:


“El episodio que condujo a este periódico a su editorial del martes debería ser tenido cómo ejemplo de las difíciles relaciones que los informadores mantienen con las fuentes oficiales. Y no porque estas no sean también fuentes, sino porque esas informaciones SON POCAS VECES SOMETIDAS A VERIFICACIÓN (…) abundan los ejemplos en los cuales falsos positivos y mentiras de más alto calibre han puesto en entredicho la catadura moral de organismos y altos funcionarios del Gobierno”.

¿Dónde está la evidencia de Semana con respecto a la sindicación que me hizo?

Dice Marta Ruiz, en uno de los tres únicos correos que intercambiamos la semana pasada:


“La verdad Dick, conocí de la carta y sé que la discutieron. No sé si discutieron el asunto de la veracidad, sino que supongo, la idea de preguntarle al autor del reportaje sobre el sustento de su afirmación. Cómo tu sabes, ese reportaje fue escrito por una persona que vive en Europa e incluso estaba firmado por él. No conocí el reportaje antes de ser publicado... en todo caso, en lo personal, lo siento”.

Marta Ruiz, la única persona de la revista Semana que me ha contestado en mi derecho a réplica, dice que aparentemente no ha estado involucrada en el reportaje. No lo creo. Porque en temas del calibre, como es éste, se reúnen todos los miembros de la redacción del medio para discutir muy a fondo y confrontar los argumentos, las sindicaciones, las denuncias y ponerlos en una balanza para valorar la credibilidad de ellos. Eso ocurre en los medios europeos al menos. Supongo que debería pasar lo mismo en Colombia.

Otra cosa: Marta Ruiz ha sido enviada a Centroamérica para representar a la Revista Semana en eventos organizados por la SIP (los dueños de los medios en el continente americano y feroces enemigos de todo lo que huela a izquierda, Cuba y Venezuela). Ella hace declaraciones públicas en el nombre de la revista Semana a la prensa extranjera y es encargada en la redacción de los temas de orden público, es decir, la guerra en Colombia. Después del bombardeo del campamento del comandante Raúl Reyes hizo declaraciones al diario sueco Dagens Nyheter.

¿Pero qué dice Marta Ruiz sobre el reportaje “El Frente Europeo de las FARC” del corresponsal de la revista Semana en Europa?

1. No sabe si los directores discutieron la veracidad del colega en Europa.

2. Confirma que en Semana no es el colectivo de la redacción y los directores que asumen la responsabilidad sobre la VERACIDAD de las sindicaciones sino el autor; “La idea de preguntarle al autor del reportaje sobre el sustento de su afirmación”.

3. El corresponsal vive en Europa y hasta que fue firmado por él, sostiene y que por eso la revista Semana se lava las manos y voltea la carga de la prueba al corresponsal en Europa. ¡Qué barbaridad!

Señores(as) de la revista Semana: ¡Ustedes lo publicaron, ustedes deben responder por las sindicaciones!

Los “Falsos Positivos” mediáticos

En el caso de la foto, Larrea-Reyes, publicada por El Tiempo y el reportaje del “Frente Europeo de las Farc”, de la revista Semana, donde me sindican de ser “puente” entre las FARC y los medios europeos, es obvio para todos los periodistas colombianos y extranjeros que cubren el país, que los canales existentes y abiertos entre la inteligencia militar y los medios de comunicación son una realidad. El Estado terrorista de Uribe quizás ha sido el más eficaz con los medios para que estos se pongan al servicio de la guerra en Colombia. El Departamento E-5, de la inteligencia del ejército, en donde uno de los mejores periodistas colombianos prestan su servicio, está más activo que nunca y es una pieza clave en la Guerra Psicológica contra el pueblo colombiano.

Los “Falsos Positivos” de atentados con bombas, también tienen su paralelo virtual y escrito en la prensa colombiana. El Tiempo y la revista Semana son claros ejemplos de eso. Es decir, el estrecho “contacto” con los organismos de seguridad como el DAS o el E-5, consiste en que ellos les entregan documentos, fotos, videos, copias de llamadas telefónicas o de correos electrónicos “chuzados” a los periodistas que deberían verificar que los documentos son de alta credibilidad y lo que ellos dicen es verdad; pero que en realidad los periodistas corren a publicar sin el menor análisis.

Por eso me dio risa y pensé, cuando vi la foto de Patricio Echegaray, que aquí tenemos un nuevo caso de cómo estos agentes han logrado plantar una nueva “prueba” en la prensa colombiana. Al dirigente comunista argentino lo entrevisté en el 2001 y en el 2005 en Buenos Aires y sabia, porque fue publicado en varios medios argentinos, que el argentino se había entrevistado con Raúl Reyes en el 2005 [1].

Los periodistas que juegan guerra

Lo he dicho antes al respecto del periodismo colombiano, pero vale la pena repetirlo para todos : Una noticia falsa publicada puede destruir la vida de una persona. No descubro el agua tibia con ello, lo sé. Pero se los recuerdo a quienes se dicen llamar periodistas.

¿Dónde está la “objetividad”? ¿Es posible ejercer el periodismo, investigando, cuestionando y presentando resultados a los lectores, televidentes o radioescuchas, cuando el periodista se pone el uniforme del ejército colombiano, jugando a la guerra, como suelen hacer los periodistas colombianos en el campo de entrenamientos del ejército en Tolemaida? ¿Cómo va a denunciar al coronel XX por masacres si éste te entregó el uniforme ese domingo y te puso el fusil Galil en el hombro para que te sintieras como un “Soldado de la Patria”?

Esos cursos que organizan las fuerzas militares anualmente para los periodistas, es parte de la guerra psicológica para armar y forjar unos medios de comunicación al servicio de la guerra total. Los periodistas ingenuos en uniforme verde olivo ya no son tan ingenuos e inocentes después de “la batalla”, porque ya no pueden romper la cadena que colocó el coronel ese domingo en sus cuellos de periodistas.

¿Cómo va a poder cuestionar un periodista las “pruebas” que ahora Bush, Uribe, los patronos de la revista Semana y la familia Santos, dicen poseer desde los tres computadores blindados de Raúl Reyes, si han jugado a la guerra en Tolemaida con sus colegas colombianos?

Con toda seguridad que encontrarán fotos, cartas y publicaciones mías en esos discos duros que de “milagro” confirman lo que sale en el reportaje infame de la revista Semana.

¿Pero tendrán la certeza que no son pruebas plantadas? ¿Se atreverán otra vez a publicar algo en donde seguramente harán el ridículo internacional como los directores de El Tiempo?

Periodistas, señora Marta Ruiz: Piensen, investiguen, cuestionen, confronten y hablen con los protagonistas involucrados antes de sacar sus propias conclusiones apresuradas y evitarán juicios éticos y legales futuros.

jueves, 13 de marzo de 2008

Carta abierta a la revista Semana de Dick Emanuelsson

Otra vez E-5

080218 / No se cansan los instigadores terroristas del estado colombiano. La inteligencia del Departamento E-5 del ejercito arman, facilitan y entregan a los medios “Idiotas Útiles” (IU) que echando por la borda los principios (si les quedaron algunos, es decir) periodísticos para ponerse en formación ante sus mandos y presentar a los consumidores de esa olla podrida un relato que confirma que existe un Frente Europeo de las FARC.

Y he tenido el honor de figurar otra vez en las columnas de los medios de los magnates de Santodomingo, Santos y Ardilas Lüles. Dice el “periodista oculto” de la Semana bajo el titulo “La guerrillera holandesa en DVD?” [1] acerca un filme que se produciría en las selvas colombianas lo siguiente:

“Por encargo de las Farc, el trabajo será realizado por un documentalista chileno radicado en Holanda que se hace llamar Ivan van der Boer. El guión ha sido aprobado por 'Raúl Reyes'. Los puentes de la guerrilla para su posproducción en Europa, también en este caso, permanecen los habituales: un corresponsal sueco con el nombre de Dick Emmanuelson, que lleva trabajando en Colombia más de 20 años y es cofundador de Anncol, establece los contactos con la prensa europea y coordina la producción del documental en Europa.

¿De donde sacó Semana eso?

La verdad es que soy contactado semanalmente por personas que dicen ser periodistas y que quieren ir a la selva para hacer reportaje con la guerrilla. Por haber hecho algunos reportajes en la selva durante los casi 30 años que cubro Colombia algunos creen automáticamente que uno es un “puente” y, de ingenuidad o por intereses más oscuros, me escriben.

Entre ellos sé, por tener 30 años de experiencia de Colombia, que están los “colegas” del E-5 (uno de los mejores periodistas colombianos que vendieron su alma periodística y se dejaron comprar por unos millones de pesos del Estado Militarista). Yo haría lo mismo si yo fuera Uribe. ¡Claro! Hacer inteligencia entre la oposición tanto en Colombia como en el exterior. Pero Uribe no esta solo, lo mismo hizo el fascista Pinochet a través de su embajada. Hasta que puso bombas en Buenos Aires y Washington, matando al general constitucionalista Carlos Pratt y el ex ministro de defensa chileno Orlando Letilier, respectivamente.

El problema que ha tenido la inteligencia colombiana conmigo es que este periodista ha sido fiel a los principios de los estatutos de la federación sindical de los periodistas suecos, SJF, que dicen, que un periodista SIEMPRE tiene que actuar con las cartas en la mesa. Ahí será intocable. Y yo jamás he tenido algo por esconder en mi trabajo como reportero en TODA América Latina que cubro.

Nunca he ocultado de haber sido uno de los fundadores de Anncol el año 1995 (tarea de tiempo libre que dejé el 1999 por todas las amenazas). ¿Por qué lo escondería? El motivo por la creación de una agencia alternativa y ANTAGONICA a la basura del contenido de los medios progubernamentales colombianos era justamente de dar una visión de la realidad colombiana que NO ocultaba los intereses detrás las masacres, que no ocultaba la arremetida antisindical contra los trabajadores y al sindicato de Bavaria ejecutado por el patrón de Bavaria, Caracol, Cromos Y Semana, el señor Mario Santodomingo, logrando echar 90 por ciento de los obreros sindicalizados.

¿Cuando hizo los medios mencionados un reportaje o entrevistas con los dirigentes, obreros y trabajadores de Bavaria durante sus 71 días de heroica huelga el 2000-2001? ¿Difícil y pesada la pregunta? Claro, por que hay una sola respuesta y es que su Patrón no les dio permiso de tocar el tema. Él no solamente es dueño de Bavaria sino es dueño también de la suerte de Ustedes, Señores(as) de la revista Semana.

Lo que se confirma ahora con la publicación en la revista Semana, de que yo soy un especie de “araña” entre el Secretariado de las FARC y la prensa europea, es que esa inteligencia militar esta interceptando los correos electrónicos. Nada sorpresivo. Efectivamente fue contactado por un supuesto periodista holandés que decía que tenía aval de Raúl Reyes para hacer un video con la guerrillera holandesa. Le respondí con la lógica pregunta que si él tenia aval de Raúl Reyes, ¿por qué recorrer a mi? Y ahí quedó el asunto. Soy demasiado viejo para caer en semejantes trampas creadas por los E-5 que ahora son publicadas por el Departamento IU de la revista Semana.

¡Dicen en Semana que llevo más de 20 años en Colombia y me colocan descaradamente una lapida en el frente acusándome por tal tarea!

¡Que vergüenza deberían tener, redactores de Semana!

Publica una denuncia pública no firmada a mi pero se olvidaron el principio de derecho a réplica.

¿O su Patrón no la permite?

Hace dos años me encontré en un evento en Centroamérica con la periodista Marta (no me acuerdo el apellido) de la revista Semana y intercambiamos tarjetas personales con teléfono y correo electrónico e intercambiamos algunas experiencias de Colombia como reporteros. Fue cordial y amable su colega pero lo que no entiendo es ¿por que no aprovecharon esos datos para contactarme, para que yo pudiera dar mi versión sobre lo que a mi me acusan los agentes del E-5? Incluso Martha, en su regreso a Bogota, me facilitó del archivo de foto de la revista Semana unas fotos que había publicado la revista de la tortura de que fueron victimas los soldados en Tolima por parte de sus mandos que resultó en el despedido del comandante de las FF.MM. Y así se colabora entre los periodistas, ayudándonos mutuamente, no es que siempre hay que compartir las mismas ideas pero si, nos ayudamos para facilitar el trabajo.

La inteligencia militar acusó en otra ocasión a la emisora Café Stereo de ser un “órgano radial de las FARC” y como yo colaboraba también con esa emisora le ofrecí al señor Ricardo Calderón, editor de Semana, dos reportajes; el primero era en la verdadera emisora de las FARC, Voz de Resistencia del Bloque Sur [2], donde habrían podido publicar una verdadera chiva ya que la jefa de esa emisora era o es Lucero Palmera, esposa de Simón Trinidad y por supuesto también guerrillera. La entrevisté en 2005 cuando estuve allá durante una semana.

¿Cuándo ha hecho algún reportero de la Semana semejante reportaje?

El segundo reportaje [3] era de los estudios de Café Stereo de Estocolmo, entrevistando al director Miguel Suarez. Pero el señor Calderón, después de pensar algunos días rechazó, la oferta.

Ahora se dedica los editores de Semana de publicar rumores, indicios baratos y manipulados pero enterró para siempre los principios para el periodismo.

No me extraña, por que, como dice los venezolanos, en Colombia se ha instaurado un régimen en donde los medios se han vuelto como voceros al estilo del nazi Goebbels.

Sé que no todos los periodistas colombianos están de acuerdo, no más faltaba. Muchos están hartos de un régimen laboral en donde ni siquiera los dejan de crear un sencillo y humilde sindicato que podría trabajar para bajar la jornada laboral, muchas veces hasta 12-14 horas por día, a las 8 horas establecidas según la ley. Para el periodista colombiano no existen los verdaderos derechos laborales, sindicales y, como consecuencia, los derechos humanos. Recuerda, señores de Semana, que hace un par de años los colegas en Caracol Radio intentaron de crear su sindicato y fueron TODOS despedidos por el magnate Santodomingo.

O que la gerencia de RCN complace la impunidad con el ejercito que mató a dos compañeros de RCN cuando cubría la salida a los Farallones después de haber llevado los once diputados a la montaña. Ya pasaron casi seis años y nada, absolutamente nada que juzga a los asesinos del helicóptero que los mató con Punto 60, menos se publica una sola línea en sus medios.

Así es el régimen de Uribe que no es muy diferente en el fondo de otros gobernantes por que es el mismo estado terrorista que hace un siglo declaró la guerra a su propio pueblo.

Y ahí están los que lo sirven, el Departamento E-5 y el IU, los Idiotas Útiles.

Atentamente:

Dick Emanuelsson

. . . que esta empacando la maleta para mañana irse a Venezuela para investigar la infiltración de los paramilitares colombianos en territorio venezolano.

[1] “La guerrillera holandesa en DVD?

http://www.semana.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=109423

[2] La Voz de la Resistencia transmite 'desde el ojo del huracán del Plan Patriota', '¡Sí, esta sí es una emisora de las FARC!' Por: Dick Emanuelsson (especial para ARGENPRESS.info)* (Fecha publicación:13/06/2005) http://www.argenpress.info/notaold.asp?num=021617

[3] La inteligencia militar acusa Café Stereo de Estocolmo de ser una emisora oficial de las FARC en el exterior. Por Dick Emanuelsson, junio 2005. http://www.elcorreo.eu.org/esp/article.php3?id_article=5430