sábado, 28 de octubre de 2023

“Nosotras aquí, antes que ser mujeres somos combatientes”

Una guerrillera del Bloque Caribe de las FARC-EP en puesto de combate.
FOTO: DICK EMANUELSSON.


 


“Nosotras aquí, antes que ser mujeres somos combatientes”

Los rostros de las guerrilleras de las FARC. El caso de la guerrillera Catherine Miller:

“Un día decidí que la mejor manera de luchar y de aportar para que nuestro país en un futuro sea mejor era empuñar las armas”

POR DICK EMANUELSSON


SUR de COLOMBIA / ABRIL 2005 / En los medios de comunicación las guerrilleras son descritas como simples objetos sexuales de los comandantes. Los autores de esas notas generalmente nunca han visitado un campamento y menos de haberles hablado. Con la guerrillera CATHERINE MILLER tocamos ese u otros temas en la siguiente entrevista:


 VIDEO:
Entrevista con 
CATHERINE MILLER (50 min.).



·       Cuéntame un poco de tú vida, eres costeña. ¿Por qué llegaste a tomar una decisión tan drástica como incorporarte al movimiento guerrillero? ¿Cómo era tu infancia?

– Yo vengo de una familia humilde, como es la procedencia de casi la gran mayoría de los guerrilleros que decidimos en algún momento ingresar a las FARC. Mi padre era un empleado del gobierno y mi madre ama de casa. Fui creciendo en medio de las dificultades, de las penurias propias de Catherine, un hogar pobre, donde solamente nos sosteníamos solo con el salario de mi padre. Éramos muchos hijos, éramos cinco hijos.

·       Es bastante normal en la costa, ¿no?

– Sí, es bastante normal, (y se ríe), aunque, de todas maneras es un número grande para sostener con un solo empleo y mi madre solamente hacía las labores de las casas de lo cotidiano.

·       Cuando tú dices que tu papá era empleado del gobierno, en mí país suena como un puesto bastante, pero aquí los empleados del Ministerio de gobierno también significa trabajadores de cualquiera.

– Sí, sí. Un trabajador promedio gana de pronto un poquito más que el salario mínimo. Pero aquí ser un empleado del Gobierno no tiene, a menos que no sea un gran puesto de empleado en un ministro como embajador, o algo así de alto rango, digamos así que tienen sus buenos salarios. Los restos de los empleados oficiales, como por ejemplo los maestros o empleados que trabajan con el estado pero no devengando grandes salarios. Si, un salario de pronto un poquito más que el mínimo. Pero de todas maneras es insuficiente para sufragar los costos. No teníamos casa propia, no teníamos nada de otra cosa de qué vivir sino el salario de mi padre.

– Así fue pasando la infancia en medio de las dificultades, medianamente pudimos estudiar y cuando fui creciendo de pronto el hecho de estar en una familia con tantas penurias, y viendo la situación del país, eso me fue motivando. También el hecho de que mi papá era sindicalista. Él también hacía su lucha ahí a través de los sindicatos del Estado. Entonces tenía ideas de la lucha, de que había que luchar por tener mejores salarios, que las huelgas. . . que no sé qué. Y ya estudiando también me fui dando cuenta de eso.

– Por ejemplo; cuando estaba en el bachillerato luchábamos en contra de los bajos presupuestos. Yo estudiaba en un colegio público que acá son pésimos. Porque el estado no les da los recursos suficientes. Las condiciones son pésimas. Medianamente se aprende algo allí. Me fue motivando y escuchando las noticias, escuchando todo lo que hay en nuestro país. Un día decidí que la mejor manera de luchar y de aportar para que nuestro país en un futuro sea mejor era empuñar las armas. Porque también he tenido conocimiento desde muy niña, de que quien lo hace por la vía legal generalmente es asesinado, desaparecido o torturado. Tuve experiencias cercanas, porque compañeros de mi padre, algunos por ser sindicalistas, fueron asesinados. Otros eran encarcelados. En la casa siempre vivimos eso, vivimos de que el Estado a través de su ejército, de su policía o a través de sus organismos de seguridad reprimía a los pobres, a quien luchaba. ¡Yo quiero luchar pero yo no quiero morir así tan rápido! Sino morir pero de pronto luchando, peleando y no así tan fatal.

·       ¿Tú también te incorporaste a la Unión Patriótica (UP)? ¿Estuviste cerca a ese Movimiento Político que nació en en la sombra del Acuerdo de Cese al Fuego de 1984 entre el gobierno de Belisario Betancour (conservador) y las FARC?

– Sí, sí, también estuve un poco por ahí, siendo estudiante y conocí el movimiento de la Unión Patriótica, me vinculé. Allí también vi la misma experiencia. Mucha gente que conocí de la Unión Patriótica fue asesinada, solamente por hacer sus planteamientos. Porque yo era testigo de que esa gente no luchaba con las armas. Era testigo de que no eran guerrilleros, yo veía que eran personas comunes y corriente, eran obreros, amas de casa, líderes populares, era gente sencilla, gente del pueblo, gente pobre que veía en la Unión Patriótica la posibilidad de que a través de ese gran movimiento llegar al poder sin armas, o sea por la vía política y legal. Y miren, los muertos de la Unión Patriótica son alrededor de casi 5000 (el año 2005) y que el movimiento fue prácticamente exterminado.

·       En ese departamento que tú vivías (Cesár), trabajaba también Ricardo Palmera como líder de la UP. Palmera fue posteriormente más conocido como Simón Trinidad. ¿Qué te recuerdas de esa época? Él también tuvo que irse a la montaña como tú para no ser asesinado.

–  Tuve la oportunidad pues como costeña de conocer muchos dirigentes y de conocer mucha gente que luchaba. Tuve la oportunidad de conocer a Ricardo Palmera o sea Simón Trinidad, siendo el gerente de un banco. Era conocido en los pueblos pequeños. A él lo admiro profundamente. Lo admiro, porque no es lo común dentro de la guerrilla, que personas como él, que han tenido la posibilidad de tener una posición económica y social muy por encima del nivel de la gran mayoría de los guerrilleros haya decidido, por conocimiento y por las injusticias que veía tomar las armas. Digo por conocimiento. Porque tengo entendido que él estudiaba mucho el marxismo. Todo eso lo llevaba a complementar en lo práctico, lo que él veía de pronto él no padecía en carne propia. Pero sí, veía que había mucha injusticia, que el estado no resolvía los problemas, que la gente vive en la penuria, la cantidad inmensa de problemas que hay en este país. También la falta de la de la libertad de expresión. Si él hubiera tenido la posibilidad de participar en un movimiento amplio, legal y que no fuera reprimido, lo hubiera hecho como muchos de nosotros pudimos haberlo hecho. Pero en este país no hay las condiciones, es que no las hay. De haberlas creo que no sería necesario empuñar las armas sino luchar por esa vía. Pero como no las hay, el mismo gobierno, el mismo estado es el que nos obliga a tomar las armas para defender, no solamente nuestra vida, sino nuestras ideas.

Simón Trinidad, como civil Ricardo Palmera.
FOTO: DICK EMANUELSSON.


·       En el libro “Baile Rojo”, sobre el genocidio político en contra de la UP, y en el primer capítulo se habla justamente sobre Simón Trinidad, que viene de una familia adinerada. ¿Cuántos años tenías tú cuando tomaste la decisión de empuñar las armas?

– La decisión de irme al monte no fue así de la noche a la mañana. Yo estaba en la lucha estudiantil y a través de esa lucha tuve un conocimiento más amplio de algunas cosas. Allí fui conociendo muchachos y muchachas que eran del campo, aunque vivían en la ciudad. Ellos tenían la oportunidad de vivir en el campo y de conocer la guerrilla personalmente. De esas cosas que uno va hablando y se va comentando . . . entonces sí, me comentaba no exactamente de las FARC, decían “que mira, que sí, que esa gente lucha, que nos han explicado bien cuáles son sus planteamientos”. Eso me motivó. Entonces cualquier día decidí, yo quiero luchar. Pero de todas maneras, no hice una vinculación así de una vez con mis tres trapos e irme para el monte, sino que subí (a la montaña), hablé mucho con los guerrilleros. Ellos me explicaron mucho sus sus planteamientos, sus estatutos, porque hay unas normas internas de convivencia y hay un estatuto un reglamento de régimen disciplinario que normatiza nuestra vida y comportamiento. Yo tuve conocimiento de eso antes de ingresar.

·       ¿No fue como a veces dice la prensa acá en Colombia, que fuiste reclutada por fuerza?

– No, no, no, no. Es más; aquí hay mucha gente que quiere entrar [a las FARC] y a veces no reúne los requisitos. Se puede vincular a otro tipo de organización nuestra [como la milicia urbana], pero no directamente empuñar las armas y ser un guerrillero.

·       ¿Cómo fue el primer tiempo cuando ya tomaste la decisión drástica de irte al monte?

– Siempre para mí por ser criada, de todas maneras, no en una gran ciudad, pero era un pueblo, o sea tenía lo más pesado que cargaba era el lapicero para escribir una cuchara para comer, un libro para leer o los trabajos cotidianos de la casa que barrer. Cosas así que no implicaban gran esfuerzo físico. Ni estaba acostumbrada a caminar en el monte, andar de noche, o trabajar materialmente, de hacer más esfuerzo físico para trabajar. Fue muy difícil, muy difícil. Porque implica mucho sacrificio. Pero si uno está convencido de los ideales y de por qué lucha, esos sacrificios uno los va superando, haciendo un esfuerzo y de pronto uno no es exactamente igual que una mujer del campo. Pero sí, puede cumplir muchas tareas de las que ellas cumplen como ellos tienen que hacer el esfuerzo por aprender muchas cosas que nosotros traemos de la ciudad, de pronto algunos otros conocimientos, por tener la oportunidad de haber estudiado y otras cosas. Aquí las FARC es un movimiento integral, es complementario. No es excluyente sino complementario, implica grandes sacrificios. El hecho cuando me explicaron que aquí, ya yo vi bien en carne propia como era el orden, todo en su sitio, todo esté bien organizado. Yo dije, pero si es que esto es algo como un estado, esto aquí es un estado pequeño, tienen una constitución, hay sanciones para quien también infrinja en lo que no se puede hacer. Tenemos deberes, tenemos derechos, todo eso. Algo muy bueno y especial, es que los guerrilleros se convierten en nuestra familia. Porque, entre otras cosas, uno deja todo. Por las condiciones de represión, uno no puede estar en contacto permanente con la familia, porque te interceptan una llamada o lo cuajen a uno visitando la familia. Detectan que la familia tiene vínculos con nosotros, aunque sea de familiaridad. Es reprimido, la pueden asesinar.

La guerrillera Marleny, del Frente 48.
FOTO: DICK EMANUELSSON
– Esto significó un sacrificio muy grande Pero ha valido la pena estoy luchando por lo que quiero ver un país libre, país diferente, donde se viva como se debe vivir con dignidad que defienda la soberanía un país, realmente libre y donde no los pobres no tengamos las enormes dificultades que tenemos.



·       ¿Tú tienes niños?

– Pues no, no tengo niños porque mira aquí no se puede tener niños. Pude haber tenido, pero he decidido no, porque yo quisiera tener niños a mi lado para criarlos yo, para yo consentirlos, para yo amarlos, para yo verlos crecer y eso. Aquí es difícil como entenderás. . . eh bastante pesa el morral y el fusil, las fornituras, todo lo que uno tiene que llevar aquí en la vida de la guerra. También tener niños . . . es que las condiciones no dan. Imagínate un asalto [del ejército al campamento], las dificultades propias de la guerra, que hay muchos zancudos, que hay dificultades propias de la guerra. Por nuestra misma estructura y eso aquí no es permitido dentro de los campamentos que una muchacha esté criando y la otra también criando. Dime ¿cómo sería? Entonces no cumpliríamos las tareas como combatientes, porque nosotras aquí antes que ser mujeres somos combatientes. Si no, nos dedicaríamos a ser madres. Algunas han tenido sus niños, pero tienen que dejarlo a la familia. Particularmente, no sé si será que tengo mucho apego o soy muy sensible en ese aspecto, pero decidí qué si lo iba a tener para no verlo continuamente, para que otro lo criara con o sea para que para no darle yo todo el cariño que quería, o esperar tenerlo más adelante o si no pues con el dolor del alma ahora hay tantos adelantos científicos que bueno uno puede tener de pronto un hijo a cualquier edad, o adoptar. No sé, yo soy optimista. Creo que la revolución va a triunfar pronto, que voy a tener oportunidad de hacer muchas cosas que no he podido hacer como guerrillera.

·       Las muchachas jóvenes de 17-18 años que ingresan a las filas insurgentes, ¿qué orientación, qué consejo les das tú a ellas, porque seguramente tú estaba en la misma situación como ellas cuando ingresaste al movimiento?

– Generalmente las muchachas que vienen, vienen de extracción campesina. Las muchachas de la ciudad también vienen, pero en menor proporción. La mayoría es del sector campesino. Cuando vienen aquí saben absolutamente todo eso, porque resulta que en el campo colombiano se desarrolla gran parte del conflicto. Ya han escuchado combates, sus casas han sido bombardeadas. Porque resulta que cuando el ejército bombardea no tiene ese cuidado que dicen ellos, que tienen de no darle la población civil. ¡Es mentira! Ellos bombardean y muchos niños han muerto.  Destruyen casas y matan ganado. Las pertenencias de los campesinos son destruidas. Muchos muchachos y muchachas cuando vienen aquí ya han tenido esa experiencia, ya han vivido. O sea, que la orientación de decirles ¿cómo es esa parte de los combates? La orientación es también de la formación ideológica y política.

·       Yo te escuché la otra noche dando una buena charla también intervención cuando estaban hablando del Movimiento Bolivariano (MB). La prensa dice que “la guerrilla de las FARC ya no tiene un norte político”, que ya no lucha, que “es un movimiento narcoterrorista”. Pero aquí en el campamento hay discusiones políticas cada noche.

– Todos los días discutimos. Nosotros tenemos un régimen interno que tenemos distribuido en el trabajo físico y el trabajo de formación política e ideológica. También tenemos una noche cultural semanalmente. Todos los días hay información sobre las noticias o sea, lo que está ocurriendo en el país. Esas noticias son discutidas y se informa las cosas como son. Se cogen por los medios que uno escucha, [Noticieros de] Caracol o RCN y por los medios nuestros también, La Voz de la Resistencia. Nosotros cogemos toda esa información, la procesamos, discutimos, opinamos sobre ellas. Porque hay que actualizarse sobre todo lo que ocurre en el mundo, no solamente nuestro pequeño mundo del campamento sino de todo las FARC, de todo el país y lo que ocurre a nivel internacional.



– Además de eso, hay las charlas, las charlas de formación política ideológica. Todos los días nos distribuimos entre los compañeros que tenemos un poco de más claridad al respecto y se dan las charlas. Se da no solamente sobre documentos internos, sino también sobre opiniones de mucha gente que está de acuerdo con la lucha de los pueblos. También estudiamos el pensamiento bolivariano, el marxismo. No somos unos grandes teóricos porque nosotros somos marxista-leninistas, pero todo eso más bien lo vamos haciendo en la práctica. Tú le preguntas a algún guerrillero; “dime los principios de leninismo”, y de pronto él no te los va a explicar. Pero él lo vive, él lo vive en la misma organización. En las noches hacemos lo que se llama “La hora Cultural”, que también es de formación. Todos nos educamos, nunca paramos, que no, que ya sabe lo suficiente, ¡no! Todos los días aprendemos algo nuevo y aprendemos los unos de los otros y así nos vamos formando cada día, cada día. Los muchachos nuevos que van llegando también han vivido una cruda realidad. Le complementamos, les explicamos que esa realidad cruda y difícil que han vivido, no es porque Dios no los quiera, como algunos piensan sino porque hay unas condiciones en nuestro país, un gobierno que no se preocupa por solucionar los problemas elementales, sino que solamente se preocupan por enriquecerse cada día más ellos, y el país lo llevan así como lo llevan ahí al garete, como decimos en la costa, dice y se ríe.

·       Tú has sido también encarcelada. ¿Cuánto tiempo estuviste en la cárcel y cuál fue la acusación en contra de ti?

– Yo fui encarcelada por rebelión y condenada a 5 años 6 meses por ese delito.

·       ¿Qué habías hecho y cómo te capturaron?

– ¿Qué había hecho? y se tira de carcajadas.

– De hecho que soy guerrillera y era guerrillera cuando me capturaron. También ya estaba en la guerrilla.

·       ¿Tomada en flagrancia?

– No, no, no fui tomada en flagrancia sino por esa política que tiene el gobierno de los sapos y eso. Alguien nos delató.

·       Estabas en una misión en forma civil?

–Sí, sí, sí, en forma completamente civil y alguien por allí, que había estado vinculado a la organización y que era un infiltrado del ejército, él nos vio y nos delató. Fuimos capturados, con todo el proceso de ser torturados, todo eso y llevados a la cárcel. Fuimos condenados, pagamos por el delito de rebelión, solamente nos colocaron ese delito. Porque no había prueba de otra cosa. Es más; ni siquiera él tenía una prueba, sino que solamente fue el testimonio del desertor y con eso allí en la cárcel.

·       ¿Cómo se tortura una mujer del estado colombiano?

– Hay varios tipos de tortura. A mí las torturas más grandes me las hicieron en la cabeza.

·       ¿Cómo?

– Jalándome mucho el cabello, me halaban demasiado el cabello. Como ves el pelo es abundante. Me agarraban mucho por los cabellos y me daban golpes en la cabeza y también en las rodillas, aquí debajo de las rodillas.

·       ¿Eso fue en los interrogatorios?

– Sí, eso fue en el batallón exactamente. Pero nosotros cuando somos capturados estamos conscientes de que la cárcel se convierte en otra trinchera de lucha, tal vez una de las más difícil porque la lucha allí no es con un fusil, no es con un arma sino que es ideológica. Es el estado que te reprime allí y te quiere pisotear tu dignidad y quiere que tú cambies tu tus ideales y todo eso. La lucha nuestra, por seguir aunque sea allí en las condiciones que sea, defendiendo nuestros ideales, defendiendo nuestra posición siendo dignos y pagando el carcelazo y regresar.

·       ¿Cuánto tiempo estuviste en la cárcel?

– Fui condenada a 5 años 6 meses pero físicamente dos años y pico, porque uno paga con estudio, tuve libertad condicional y toda una serie de cosas.

·       ¿Qué hiciste después de los dos años?

– Apenas me dieron una libertad condicional (después de los dos primeros años), pegué la carrera para acá! Y se tira nuevamente a la carcajada.

·       Aquí estás otra vez en la guerrilla?

– Sí, sí, sí, y esa debe ser la posición de todos los guerrilleros. A pesar de que cuando la familia de uno lo va a visitar dice; “bueno, ya está bien, ya luchaste, ya te sacrificaste, ya vuélvete a la familia”! Pero considero que el aporte nunca es suficiente. Uno quisiera tener mucho más años de vida para seguir aportando. Si no puede aquí, bueno, desde otro campo. Pero seguir aportando nuestra lucha. Es que nuestra lucha es noble, es digna, son unos ideales que no es un poquito de cómo quiera hacer creer el gobierno de por allí, que están que quieren luchar. No, es que nuestra lucha es inmensa, y no solamente somos nosotros aquí, sino que muchos pueblos del mundo están luchando por vivir en condiciones mejores. Pues, salir de allá y venir acá a seguir luchando.

·       ¿Qué piensas tú cuando el gobierno de Álvaro Uribe habla mucho de que hay miles de desertores de la guerrilla que han buscado dejar la guerrilla y están llegando a Bogotá otra ciudad por ese programa de reinserción como dicen ellos. Tú nunca tomaste ese tipo de programa, sino tú volviste al monte. Pero ¿qué piensas sobre esas estadísticas de esos informes del gobierno?

– No, eso es falso, completamente falso. Si hay desertores, no se puede negar de que no haya desertores, sí. Pero no es masivo como quiere decir el gobierno. Algunos son infiltrados y después se van porque han cumplido su misión aquí y entonces ya se van. Entonces ya hacen creer de que de que son que estuvieron aquí. Se aburrieron y los trataron mal. Inventan una cantidad de cosas que son completamente falsas. Entonces se presentan allá y van para aprovechar los beneficios que le da al gobierno, que nosotros sabemos que tampoco es así como el gobierno lo quiere hacer creer.

– Sin embargo en la guerra se dan esas cosas. Pero no es la forma como dice el gobierno que es masivo, no es esa cantidad que ellos dicen. Si fuera así, nuestro movimiento estuviera diezmado y nuestro movimiento es numeroso y cada día por la represión que ejerce entre más días que pasa el estado es mucha gente la que va tomando la decisión de venirse. Porque no tienen alternativa. Mira si se van para la ciudad. . . por ejemplo los campesinos, que nosotros los que más vivimos en carne propia, porque nos desenvolvemos en este medio, los campesinos algunos son desplazados, salen a engrosar esos cordones de miseria en las ciudades a sufrir, no encuentran empleo, no tienen casa, si se enferman no tienen ni cómo ir a un médico, no tienen con qué comer. Mucha gente que es así, que es reprimida ven en nosotros la parte alterna. Y ingresan a las filas guerrilleras. Eso es lo que hace el gobierno con tanta represión es propiciar para que mucha gente se decida a venirse para acá y engrosar nuestras filas. La gente nos ve, porque con los campesinos nosotros hablamos con ellos, le explicamos. Ellos desde pequeños van sabiendo por qué lucha la guerrilla, van conociendo cómo es nuestro comportamiento en realidad, que nosotros somos unos Defensores de sus intereses y no alguien que se que los atropella. Se van vinculando, porque también, por ejemplo, ingresa la hermana mayor, después ingresa el otro hermanito y así los mismos familiares se van encargando de explicarle el resto de la familia cómo es realmente la guerrilla, porque es nuestra lucha, qué es lo que buscamos y que esta es la mejor opción de vida.

La guerrillera ELIANA, la más antigua de las FARC, falleció en 2023 después de haber sido una de los firmantes del proceso de paz en noviembre de 2016. En la foto como radiooperadora del comandante RAÚL REYES. FOTO: DICK EMANUELSSON.


·       ¿Tú tienes hermanos también en el movimiento?

– No, no tengo hermanos en el movimiento porque, como te digo, yo vengo de un pueblo y mis hermanos, mis hermanitas pues, decidieron conseguir maridos y se casaron. Mis dos hermanos consiguieron trabajo y también se casaron y hacen una vida común y corriente. Pero ellos sí son claros de que nuestra lucha es una lucha justa, están muy orgullosos de que yo esté aquí, dicen, lucha tu ya que nosotros no nos fuimos para allá y entonces ellos siempre me dan su voz de aliento y están de acuerdo con los planteamientos exactamente de la FARC y son gente que quiere que triunfe la revolución, para vivir también en condiciones diferentes. Porque viven mal en la pobreza.

·       Han publicado reportes, no solamente el tema de la deserción, que ha inflado mucho el gobierno de Uribe sino también, como hoy, cuando estábamos mirando las noticias a las 7 de la mañana en donde hablaron del tema del abuso sexual a las muchachas de menor de edad, incluso por parte de Amnistía Internacional donde acusan, no en forma general pero que habría casos de abusos sexuales en movimiento guerrillero. ¿Qué sabes tú qué sabes tú sobre eso, has escuchado alguna vez durante tus 17 años en el movimiento guerrillero o has tenido contacto con alguna muchacha que ha sido abusada desde punto de vista sexual por el comandante o por otros compañeros? ¿Cuáles es la sanción si fuera verdad, que un varón guerrillero habría cometido ese delito?

– Eso es completamente falso. Aquí no se ve eso. La mujer es un combatiente más junto con los hombres. Nosotras hacemos parte activa en la vida política-militar común y corriente. De aquí estamos estructurados en las estructuras orgánicas de escuadra, guerrilla, compañías, y así sucesivamente. La mujer desempeña un papel como los hombres. O sea, aquí no hay división del trabajo específica, las mujeres hacen esto y los hombres esto, sino que entre todos hacemos lo mismo. La mujer es libre. Nosotras somos libres en el sentido de que nosotras podemos escoger nuestro compañero. Pero nosotras jamás somos obligadas, que tiene que vivir con fulano de tal, o que, como dicen los medios de comunicación, que el comandante se aproveche por su rango de abusar. No, eso aquí no se da, ni se puede dar. Yo no he conocido, pero en caso de que se dé, en caso de que haya una violación, por ejemplo, en nuestro reglamento de régimen disciplinario eso está constituido como un delito. Los delitos aquí y el procedimiento para la sanción es el Consejo Revolucionario de Guerra y de acuerdo a lo que decida allí la asamblea, ese delito puede dar para fusilamiento. ¡Mira qué grave! Aquí las acusaciones de esos abusos son completamente falsas. Nosotras tenemos nuestros compañeros, podemos tener una relación de pareja.

·       Aquí hay muchas parejas en este campamento que viven junto en sus caletas.

Arjenes y Dario, del Bloque Sur.
FOTO DICK EMANUELSSON.
– Sí, sí. Vivimos con nuestro compañero. La fundamentación de nuestra
unión es el amor. Porque nosotras no tenemos que exhibir el compañero como fuera en un club, una vida social o económicamente que nos mantengan, que comprar la nevera, que la cama, que buscar un compañero con una posición económica privilegiada. No. Eso aquí no pasa porque aquí la organización nos abastece de todo lo necesario. La organización nos da lo que nosotros necesitamos para vivir; nuestras botas, ropa interior, el jabón, el cepillo, todas esas cosas. Nosotros aquí somos profesionales de la Revolución donde, si conocemos a un muchacho que nos gusta y 
nosotros le gustamos a él, no es tampoco desordenada la relación, nosotros tenemos que cumplir unos pasos y de acuerdo a nuestro comportamiento disciplinario y todo eso se produce lo que se llama asociamiento. que es que el compañero y la compañera viven juntos en su misma caleta y hacen una vida de pareja. En el momento que ese amor se acabe, que ya no se entiendan por algún tipo de circunstancias, se va también al organismo y se plantea; “bueno, camarada, no me entiendo, digamos con Juan, y listo, separan y sus relaciones siguen como las nuestras aquí, de fraternidad, de solidaridad, de compañerismo. Pero ya no hay la relación de pareja como tal. Si la muchacha más adelante conoce a otro que le guste, o él a otra que le guste, puede establecer su nueva relación de pareja. Hay esa libertad. Aquí hay parejas de muchos años. De pronto las muchachas más jóvenes que no tienen esa formación así, a veces pueden incurrir un poquito más en eso (“el desorden sentimental”), pero ahí se les va explicando, se les va diciendo de que lo correcto es tener una relación más o menos con bastante estabilidad. . .

·       ¿O sea, estar convencido bien antes que se uno junta en la caleta?

– ¡Eso! De estar convencido para que no haya mayores dificultades después. ¡Chévere! Lo más lindo, lo más importante es que lo que nos une es el afecto y el amor, no nos une ningún otro tipo de interés. No hay absolutamente ningún otro tipo de interés.

·       ¿Qué lectura haces tu acerca de esas declaraciones, que incluso salen de algunas desertoras que han sido objeto de abusos sexuales?

– Son políticas para desprestigiar el movimiento. Generalmente estas muchachas son inducidas a decir eso y lo otro, algunas son infiltradas. Dime tú ¿qué se puede esperar de un infiltrado si no que salga a inventar cosas que jamás han existido en la organización para que mucha gente de pronto no ingrese o para que las que estemos aquí creamos ese cuento, la veamos como una víctima y cosas así. No, pero eso no existe. Es más, si un comandante hace eso a él también se le aplica el reglamento. El reglamento no es solamente para los guerrilleros de base, es para todo el mundo, desde nuestro comandante en jefe.

·       Ese tipo de crítica contra el comandante también se le puede tocar también en las reuniones que tienen las células del partido, porque aquí todo el mundo está organizado en el Partido Comunista Clandestino (PCCC) que se reúne cada 14 días, ¿no?

– Sí, claro, y hacen parte de la célula. Es más; los comandantes no pueden ser miembros de la DIRECCIÓN de la célula. Ellos ahí son un guerrillero más común y corriente. Se le puede hacer la crítica como a cualquier otro guerrillero.

·       ¿Es un militante raso en la célula?

– Es un militante raso más y es de la jerarquía militar y la estructura orgánica y jerárquica pero en la célula del partido es un militante raso más. Ellos no pueden ocupar una posición de liderazgo porque no habría democracia. Porque la célula es un organismo democrático donde uno puede plantear y corregimos nuestros errores, nuestras dificultades y nos superamos y hacemos las críticas, aplicamos los principios leninistas allí.

Integrantes de la emisora guerrillera, Voz de la Resistencia del Bloque Caribe de las FARC-EP. FOTO: DICK EMANUELSSON.


·       Una pregunta para rondar esta entrevista tan interesante. ¿Hay algunos temas o problemas especiales, de todas maneras, porque somos diferentes, somos de dos distintos sexos, temas o problemas especiales para la mujer en la guerrilla?  

– ¿Así como que nos reunamos las mujeres para tratar cosas nuestras? No, eso no existe. Nosotras, como te he dicho ya varias veces, somos un combatiente más.

·       Incluso yo he visto que hay mujeres muy fuertes. Tú también te ves muy delgada, pero. . .

– Es que yo soy delgada porque me cuido de la estética, y se tira a la carcajada.

– No, en serio, que sí, hay mujeres muy fuertes, que tienen mucha más fuerza que algunos muchachos. Por ejemplo, se ve este caso cuando vienen muchachos de la ciudad. No son ni comparables de fuerte a las muchachas del campo.

·       ¡Me doy cuenta!

– Ellas son mucho más fuertes y tienen más resistencia. Son capaces de hacer trabajo físico con mucha fortaleza. Las muchachas que venimos de los pueblos, tenemos un poco de dificultad. Pero uno lo puede superar de pronto no a la par a 100%, pero sí, se puede si se hace el esfuerzo si muchas cosas uno las logra. Aquí específicamente para tratar problemas de la mujer como tal, no hay ninguna estructura. Nosotras aquí en todo somos un combatiente más y aquí a la hora de sacar para las tareas no dicen; “mujeres a un lado, hombres a otro lado”. No, para el combate todo es igual, igual. Si va a la escuadra (estructura guerrillera de doce combatientes) y si en la escuadra hay cuatro mujeres y el resto son hombres, va a la escuadra con sus mujeres y sus hombres. Si vamos a cocinar, si le toca el turno al hombre, el hombre va a cocinar. Porque aquí las actividades no son tampoco que `éstas para mujeres y éstas para los hombres´, que a nosotras nos dedicamos a cocinar, lavar, planchar y eso, no, aquí todos hacemos de todo.

·       ¿No es como a veces que la mujer pobre, sobre todo la mujer pobre en la ciudad dice pues, “nosotras las mujeres somos dedicadas para el hogar y la cocina mientras el hombre es él que decide en el lugar”?

– No, no, aquí decimos por igual, y se ríe ante mi pregunta.

·       Pero ¿no hay machistas también en el movimiento?

– Mira, es que el machismo es una concepción cultural que viene desde nuestros ancestros. Eso no se radica así de la noche a la mañana. Yo soy de la opinión particular que digo, bueno aquí estamos luchando todos en conjunto por la construcción del socialismo. Pero si llegamos allá y los hombres siguen con su machismo hay que volver apuñar los chiles.

·       Oye, eso es muy drástico, ¿no?

– Muy drástico. Pero así tendrá que ser. Porque nosotros estamos luchando por la libertad de hombres y mujeres todos en conjunto. Pero que no nos vengan con el cuento, que después que estemos liberados del estado de opresión, nos van a querer a subyugar. ¡No!

·       Si yo digo, ¡cumple con tu deber histórico de mujer! entonces ¿me da un puño?

Menos mal que tiene sentido de humor, la combatiente Cahtrine.

·       ¿Tú estás seguro del éxito de la victoria de la Revolución colombiana?

– ¡100% ciento!



·       En este momento hay fuertes combates en Toribio en el departamento de Cauca, desde hace 10-11 días y los guerrilleros se quedan allá.

– Sí cada día ésta nuestra lucha es más contundente, somos más, tenemos más fortaleza y tenemos también el apoyo de más gente, no solamente en los países latinoamericanos sino en otras partes del mundo. La gente se está convenciendo de que todas esas mentiras que dice este gobierno, que son las mentiras más grandes del mundo. Son tan grandes que ni él mismo se las cree. El movimiento insurgente cada día es mayor y más contundente. Yo estoy 100% seguro de la victoria, nosotros vamos a hacer poder, nosotros vamos a triunfar, más temprano que tarde. Siendo poder. . . qué lindo va a venir todo ese proceso que nosotros esperamos que llegue.

·       ¿Qué vas a hacer tú cuando triunfe la revolución? Esa pregunta de pronto no está en el orden del día. Pero qué ha pensado, me imagino que tiene sueños como todos?

– Sí, tengo sueños. Yo quisiera ser una gran diplomática.

·       ¿Quizas podría ser embajadora en Estocolmo?

– Ah sí, me gustaría conocer. . .

·       “La Venecia Nórdica”.

– ¡Imagínense! Qué lindo. Uno solamente mira por televisión o por las revistas. ¡Qué lindo conocerlo Europa! A Estados Unidos, ¡no! Pero sí, me gustaría conocer Europa y Suecia. Este es un país que a uno siempre le llama la atención porque se habla de que las condiciones climáticas y todo eso son tan diferentes a las nuestras. Uno dice, bueno, qué chévere conocer algo tan diferente y conocer otras culturas. A mí me gustaría porque quiero conocer muchas culturas. Me gusta mucho que me cuente experiencia de cómo viven en otros países, de cómo de cómo es su folklore, su cultura, su gobierno, toda esa serie de cosas. Ese es mi sueño.

·       ¿Y el sueño tuyo para el pueblo colombiano?

– Para los niños vivir en un país para todo el pueblo colombiano en general. Vivir en un país donde tengamos por lo menos las necesidades básicas satisfechas como que haya empleo, que la gente pueda estudiar, que cada quien tenga su vivienda, que haya libertades democráticas. O sea, que las personas puedan expresar realmente lo que piensan, lo que sienten, que puedan participar activamente de la vida política de nuestro país, que puedan decidir, que sean partícipes de todo eso. Un país más justo, un país donde se defienda la soberanía, donde las armas del ejército deben ser utilizadas es para defender nuestra soberanía no para reprimir al mismo pueblo.

– Sí en general sueño con un país justo, donde haya libertad y pan para todos.

·       Muchísimas gracias, Cathrine, no te voy a ocupar más tiempo porque en cualquier momento te va a llamar tu comandante para hacer la formación y a comer la rica comida para la cena. Muchísimas gracias y mucha suerte siempre. Te queremos con vida.