miércoles, 9 de diciembre de 2015

Colombia: El ataque a Casa Verde (FARC) y la Constituyente 25 años después: lecciones y paradojas



El ataque a Casa Verde y la Constituyente 25 años después: lecciones y paradojas

Por  Roberto Romero Ospina, Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Fuente: ANNCOL. 


El 9 de diciembre de 1990 el país presenció la verdadera puesta en escena de la combinación de todas las formas de lucha, la vieja táctica casi siempre exitosa que inventó el establecimiento para mantener su predominio en la vida nacional.

Ese día, cuando millones de ciudadanos convocados por el Estado, incluidos liberales y conservadores afectos al régimen, acudían a las urnas para elegir los 70 miembros de la Asamblea Nacional Constituyente destinada a cambiar la Carta de 1886, más de 7000 hombres del Ejército, tomaban a sangre y fuego el emblemático paraje de Casa Verde.

Un asalto semejante no se veía desde el 24 de mayo de 1964 cuando 16.000 soldados y tras una operación de cerco, se tomó la región de Marquetalia iniciándose la actual etapa de guerra contrainsurgente que lleva ya 51 años.

Por lo menos cuarenta y seis naves de guerra, entre ellas bombarderos K-Fir, Mirage, aviones AT-37, AC-47, cargados con bombas de 250 libras, helicópteros artillados UH-60 y UH-1H, Bell 212, Hughes y Bell abrirían el camino de la toma.
La llamada Operación Colombia, aprobada por el presidente César Gaviria, iba destinada a liquidar toda la dirigencia guerrillera asentada en una vasta zona de la cordillera oriental que bordea el río Duda a través de cinco objetivos de guerra bautizados como Centauro, Bravo, Espuela, Furia y Águila.

En ese sitio, colindante con los municipios del Meta La Uribe y Mesetas, se asentaban varios campamentos guerrilleros con más de dos mil de hombres en armas conocidos como El Hueco, La Caucha, y el Rincón de los abuelos, entre otros.

 

Casa Verde solo era solo un rancho en forma de ele, contiguo a los citados campamentos que se levantó para las conversaciones que se iniciaron en el gobierno de Betancur tras el acuerdo de Cese al Fuego, Tregua y Paz firmado en mayo de 1984 y de inmediato se convirtió en un emblema nacional por la esperanza de concordia que representaba.

El golpe de mano preparado con mucha antelación, apuntaba a que cuando se instalara la Constituyente, el 4 de febrero de 1991, el movimiento guerrillero agrupado en las FARC, el ELN y una fracción minoritaria del EPL (el M19, el EPL y el Quintín Lame ya se habían reintegrado a la vida civil tras acuerdos con el gobierno de Barco), debía estar derrotado o tan maltrecho que no representara ningún obstáculo a un proceso que debía convertirse en un nuevo tratado de paz, pero sin ellos.

Las pretensiones fallidas de Gaviria
La operación no fue un paseo por el bosque. “Hemos encontrado una resistencia feroz”, dijo un oficial a El Tiempo que precisó además que en los primeros intercambios de disparos hubo decenas de bajas de ambas partes. Por lo menos perecieron más de cuarenta militares entre oficiales y soldados y número similar de guerrilleros. Un helicóptero fue derribado y cuatro resultaron seriamente averiados.

Sin embargo, mucho antes de ser presidente, Gaviria se había propuesto acabar con la comandancia de las FARC bajo cualquier pretexto. Tras el atentado a la vida del ministro de Defensa, general Guerrero Paz, el 22 de noviembre de 1988 y del que salió ileso no así sus tres escoltas que perecieron por la carga explosiva, Gaviria, ministro de Gobierno de Barco, propuso que de inmediato se bombardeara al Secretariado de las FARC sin tener en cuenta que no eran responsables del ataque sino una disidencia de esa guerrilla conocida como “Ricardo Franco”.

El bombardeo tenía el objetivo de impedir cualquier posibilidad de que las FARC, el ELN y parte del EPL participaran en la Constituyente pues cómo se explica que faltando un mes para su apertura se llevara a cabo una operación de esa magnitud y en contravía de los reiterados llamamientos de la insurgencia de querer participar en dicha Asamblea.



Rafael Pardo y Humberto De la Calle entran en escena y la respuesta de las FARC
Rafael Pardo, Consejero Nacional de Seguridad de Gaviria y hoy flamante ministro Consejero para el posconflicto, los derechos humanos y la seguridad, era de la idea de no permitir la presencia guerrillera en aquella zona sin que nada le pasara mientras se continuaba operando.

“Qué tal que las FARC hubieran seguido con una zona de 3000 o 4000 kilómetros como santuario donde no pudiera entrar la fuerza pública ni el gobierno, eso no tenía ninguna presentación”, dijo a un medio al cumplirse 20 años justificando aquel ataque que fue un fracaso estruendoso.

Las FARC respondieron el mismo 9 de diciembre con una ofensiva sin precedentes que dejó decenas de soldados y policías muertos y daños inmensos en la infraestructura económica, en especial en la redes eléctricas hasta el punto que el ministro de Gobierno, Humberto De la Calle, hoy jefe negociador en las conversaciones de La Habana, rogó, embargado por la angustia, un cese inmediato de la ofensiva y llamar a reanudar las conversaciones en una improvisada rueda de prensa en la propia puerta del Palacio de Nariño.

Pardo sería nombrado más tarde como ministro de Defensa de Gaviria y desde allí dirigió todas las operaciones ofensivas contra las FARC. Una vez posesionado en septiembre de 1991, fue célebre el plazo que se puso él mismo para acabar con esa guerrilla: 18 meses exactos. Han transcurrido ya 24 años de aquel lapso perentorio y el grupo alzado en armas no ha sido derrotado militarmente.



Una esperanza truncada
Pero volvamos a la Constituyente que hoy también aparece en el centro del debate en un patinaje de la historia con lecciones poco aprendidas. ¿Qué habría sucedido si en la Asamblea Nacional Constituyente hubiera asistido la plana mayor de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar CGSB y no sólo los comandantes desmovilizados de la Alianza Democrática M-19, el Ejército Popular de Liberación EPL, el Partido Revolucionario de los Trabajadores PRT y el Movimiento Armado Quintín Lame MAQL? No hay duda que el camino hacia la paz, que tenía la obligación de abrir ese cuerpo legislativo de urgencia, tendría que haber sido otro.

Si se tienen en cuenta las cifras de los investigadores del curso de la guerra, que promedian por año en medio millar las bajas de parte y parte, en un extraño equilibro del terror, en estos veinte y cinco años de la del ataque a Casa Verde y de la Constitución del 91, tendremos que hablar de más de veinte mil combatientes caídos. Y qué decir de las decenas de miles de víctimas civiles, entre ellas los cuatro mil inmolados de la Unión Patriótica. La suma puede pasar fácilmente de cien mil personas. Una verdadera catástrofe histórica.

Definitivamente el diálogo y la paz están atados a la convocatoria de una Constituyente de carácter soberano, democrática y popular, señaló en julio de 1990 la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, en respuesta al gobierno a través del Consejero de Seguridad, Rafael Pardo, quien les había enviado una carta donde conminaba a la insurgencia a ubicarse en sitios previamente acordados para iniciar el diálogo mientras se ponía en duda la buena fe de los guerrilleros.

Jacobo Arenas, el segundo al mando de las FARC, en Caracol Radio esgrime en junio de 1990 una contrapuesta: “En esencia, el planteamiento de la CGSB es el de que el único camino para encontrar la paz es crear un medio ambiente favorable a través de la convocatoria a una Constituyente que se ocupe de la redacción de una nueva Carta que refleje la realidad actual del país”. Arenas moriría en agosto de ese año.

La lógica de los alzados en armas era que en medio del genocidio de la Unión Patriótica sería inconcebible que se aceptaran las propuestas de Pardo. También aducían que no había tiempo suficiente para desmovilizarse, como lo exigía el presidente Gaviria, y participar en las elecciones. Todo el tema, entonces, se reducía a los cupos, pero previa renuncia a la lucha armada y el compromiso de una desmovilización de las tropas.

Francisco Caraballo, jefe de la fracción minoritaria del EPL decía desde Casa Verde, un par de meses antes del ataque: “Rechazamos que el requisito para la participación de la insurgencia en la Asamblea Constituyente sea la desmovilización del movimiento armado…, no somos partidarios que este gire un cheque en blanco, es decir, se desmovilice o entre en una tregua prolongada sin que realmente haya algo concreto que justifique ese procedimiento. Desde luego, somos partidarios de la participación del movimiento armado en la Constituyente, pero no de la entrega de las armas como paso previo”.



El ultimátum de Gaviria llega a la CGSB
El punto crucial de este esfuerzo lo representó, un mes antes de las elecciones a la Asamblea, el apoyo para que una comisión especial de la UP –todos integrantes de las filas comunistas– llegara el 8 de noviembre en un helicóptero oficial a Casa Verde, para transmitir las propuestas del gobierno que facilitaran la presencia de la CGSB y a la vez conocer la última palabra de los guerrilleros.

Carlos Romero, presidente la Unión Patriótica, Álvaro Vásquez, secretario general del Partido Comunista, Hernán Motta Motta, senador de la UP y María Osorio, dirigente nacional de esta organización, llegaron aquel día muy temprano, pero sólo pudieron regresar a Bogotá la mañana siguiente después de una borrascosa sesión con el Secretariado de las FARC que contó con la presencia del jefe del EPL, Francisco Caraballo.

Los dos fundadores de las FARC, Manuel Marulanda y Jacobo Arenas.

“La comisión traía prácticamente un ultimátum del gobierno a la Coordinadora Guerrillera para participar en la Asamblea Constituyente, con el agravante, como si fuera poco, de obtener una respuesta inmediata de todas las agrupaciones y frentes, lo que era totalmente imposible en una jornada”, recuerda veinte años después Francisco Caraballo, entrevistado por este periodista.

Añadió que la propuesta del gobierno se reducía a aceptar los diálogos sobre la base de la liberación de los civiles y militares retenidos, un cese unilateral del fuego por parte de la guerrilla, mientras condicionaba la presencia de la insurgencia en la Constituyente a través compromisos serios de desmovilización. En pocas palabras, se nos conminaba a rendirnos”.

Recuerda que la CGSB había demostrado tanto interés en acceder a la Constituyente que esbozó una lista de veinte delegatarios, con voz y voto: once de las FARC, ocho del ELN y cuatro del EPL “pero nunca recibimos una respuesta, mientras que en algunas altas esferas nuestra propuesta fue considera como escandalosa”.

Para el ex dirigente guerrillero, quien salió de la cárcel en 2008, tras pagar una pena de dieciséis años, la actitud del gobierno se explica en “la repetición del mismo libreto que tiene la oligarquía desde hace más de medio siglo de cara a la solución del conflicto armado y social interno que vive el país: desmovilización, entrega de armas y reinserción, sin cambio alguno en la vida política y social del país”.

“Nosotros sabíamos que íbamos a ser minoría en la Asamblea, pero nuestra participación sería un hito político sin precedentes; y subrayo, esa presencia nuestra implicaba de hecho una tregua inmediata de las acciones. Eso no lo quisieron ver en su momento. Hubiéramos sido un factor dinámico en las deliberaciones y seguramente contribuido con nuestras luces en la formulación de un nuevo país”, enfatizó.

Una delegación llega a Casa Verde en una oportunidad anterior.

Un regreso lleno de provocaciones
El regreso de la Comisión no fue menos accidentado que las tensas conversaciones en Casa Verde: se hizo en medio de bombardeos contra la guerrilla en la región de La Uribe, que pusieron en grave peligro la vida de sus integrantes, y aciago preámbulo de lo que vendría el 9 de diciembre.

Los operativos militares contra La Uribe fueron reconocidos por el propio presidente Gaviria, iniciados dos días antes de la visita de la comisión de la Unión Patriótica, lo que hizo que varios analistas se formularan la pregunta: ¿qué sentido tenía enviar una misión, que contaba con la confianza de la guerrilla, para observar su voluntad de diálogo en medio de un operativo militar en marcha? Esos no son gestos de paz, concluyeron y más bien parece un objetivo calculado de propaganda al diálogo para ambientar una ofensiva militar.
Lo que quedó claro al final es que se trataba de bloquear la presencia de la CGSB en la Constituyente. Como lo demostraron los hechos que siguieron, y los que se dieron ya en pleno desarrollo de las deliberaciones que el país seguía día a día.

El domingo 9 de diciembre de 1990, mientras las bombas arrasaban con el símbolo que representaba Casa Verde, Gaviria declara ante el país que quedaba “abierto el camino para que la Constituyente sea el gran tratado de paz que reclamara la Corte Suprema de Justicia, en donde sea posible el pluralismo y la tolerancia por las ideas ajenas”.



Sorpresas te da la vida
El 16 de diciembre de 1990, una semana después del asalto a Casa Verde, Manuel Marulanda, en declaraciones a RCN, señala que “… nunca hemos cerrado el diálogo”. El 10 febrero de 1991, tras una violenta contraofensiva de las guerrillas, Gaviria propone en la Constituyente, “… un diálogo directo y expedito” con la insurgencia y un lugar para reunirse con las FARC y el ELN después de haber señalado a los medios que “la ofensiva guerrillera los tomó por sorpresa”.

Sólo hasta el 4 junio, cuando restaba un mes exacto para que concluyera el trabajo de la Asamblea, pudieron verse cara a cara la Administración Gaviria y la CGSB en la mesa de Caracas, instalada por el propio ministro de Gobierno, Humberto de la Calle.

 
Manuel Marulanda y Alfonso Cano en Casa Verde.

Navarro Wolff, en una entrevista con la revista Semana, en julio de 2011, repasó la situación en forma autocrítica, respondiendo a la pregunta si no nos habríamos ahorrado muchos muertos si la guerrilla hubiera entrado en la Constituyente: “Yo creo que no estuvimos muy lejos de que eso sucediera. Pero eso no se logró por varias razones. Jacobo Arenas murió antes del proceso constituyente, el genocidio de la Unión Patriótica influyó negativamente, además, el día que hicimos las elecciones para elegir a los miembros de la Constituyente, el Ejército entró al campamento de La Uribe de las FARC. A veces creo que si la Constituyente se hubiera demorado seis meses más, probablemente habría podido negociarse un esquema para que entraran las FARC y nos hubiéramos salvado de veinte años de barbaridades”.

La Asamblea Nacional Constituyente, entonces, fue una especie de simulacro de paz. Un pacto de paz, sí, entre un sector armado, el minoritario, y “el régimen” como diría Álvaro Gómez Hurtado, pero dejó trunco el proceso definitivo hacia la concordia nacional.

Pero hay que señalar también, en aras de la justicia histórica, que de no haberse firmado ese pacto parcial de paz por parte del M-19, que había renunciado al camino de las armas y optado por la vía del debate democrático, y propiciado los acuerdos antes de esperar un arreglo definitivo con la CGSB, jamás se hubiera ensayado la paz, y que trajo, de todas maneras, una nueva realidad política para el país otorgándole una Constitución bien diferente a la obsoleta de 1886 y donde prima el reconocimiento a los Derechos Humanos.

El M-19 hizo acelerar la historia sólo un tramo. El trecho restante sigue dependiendo de un acuerdo final de paz, que seguramente demandará un nuevo tratado hacia otra Carta fundamental, esa sí, hacia una paz duradera.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

ANNCOL sufre su peor ataque en 20 años



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Alvaro Uribe juró 2007 de perseguir y encarcelar a los integrantes de la redacción de ANNCOL.



ANNCOL sufre su peor ataque en 20 años 

DICK EMANUELSSON / REDACCIÓN ANNCOL / La semana pasada fue víctima de un ataque la página de la Agencia de Noticias Nueva Colombia, ANNCOL. Fue el peor ataque durante nuestros 20 años de existencia

Mientras algunos medios estatales y ´alternativos´ se reunieron en Brasil, ANNCOL fue silenciada durante 48 horas, tiempo en que los operadores del servidor Nodo50 en Madrid hicieron todo lo posible para restablecer el normal funcionamiento de la agencia, pionera de los medios populares en internet.

Según los técnicos de Nodo50, desde el 2014 el enemigo de la voz colombiana y latinoamericana había logrado introducir códigos maliciosos en los archivos de ANNCOL albergada en el servidor. De esa manera dificultaron el funcionamiento normal del portal.

Pero la semana pasada se decidieron a silenciar la página por completo. Ni siquiera pudimos entrar en la parte administrativa para entrar y corregir las fallas.

¿Por qué la semana pasada?
  • Coincidía con los tres años de proceso de paz en La Habana.
  • Coincidía con el debate sobre el resultado electoral y la perspectiva del proceso de paz.
  • Coincidía con la resolución de la Corte Suprema de Justicia de absolución definitiva en el caso de nuestro director, Joaquín Pérez y los intentos judiciales de silenciar a ANNCOL. Costó al colega y compañero más de tres años de cárcel. Cabe notar que ninguno de los medios presentes en el evento de Brasil hicieron gestos o campañas de solidaridad o pronunciamientos a favor del compañero, tampoco para defender la agencia de ANNCOL. Pero no es nuevo, nosotros conocemos muy bien quienes son los verdaderos amigos y no pedimos una solidaridad falsa.
25/05 - la difesa di joaquín pérez becerra richiede la sua scarcerazione in virtu’ della recente sentenza della corte suprema di giustizia El director de ANNCOL Joaquín Pérez.
Según los técnicos la implementación de los códigos maliciosos fue introducida a principio del 2014. Esto coincide con el escándalo de espionaje al proceso de paz en La Habana.

Si se recuerda el señor Andrés Sepúlveda fue contratado desde febrero de 2014 como un asesor en redes de la campaña de Oscar Iván Zuluaga, candidato uribista a la presidencia. Sepúlveda fue capturado el 6 de mayo de 2014 en operativo adelantado por agentes del CTI de la Fiscalía General en su oficina ubicada en el norte de Bogotá [1].

Después la detención de Sepúlveda fue detenido el hacker ecuatoriano Daniel Agustín Bajaña Barragán. Éste individuo fue reclutado por los organismos de inteligencia y trabajó diseñando el sitio web de la Fiscalía. Bajaña señalaría que trabajó apenas 20 días con Sepúlveda.

Pero la misma inteligencia militar colombiana, armada por sus colegas estadounidenses con la última tecnología de punta también fue desenmascarada por esa época de intervenir, escuchar y “chuzar” las comunicaciones de periodistas colombianos y extranjeros que de una u otra forma han cubierto o cubren el proceso de paz en La Habana [2].

Este es el trasfondo por que el enemigo de paz, tanto en Colombia como su Padrino Internacional vieron a ANNCOL como un peligro que habría que silenciar definitivamente la semana pasada.

Pero no lo lograrán. Seguimos diciendo y escribiendo sobre la realidad colombiana e internacional como hemos hecho durante los 20 años que celebramos este año, no como un medio ´alternativo´ sino un medio antagónico a los sectores que niegan al pueblo colombiano la anhelada paz y una tribuna para lanzar su voz y opinión.

Pregunten a los trabajadores del hospital San Juan de Dios en Bogotá que durante años lucharon para la defensa de su hospital ¿Quién les dio voy y tribuna? ¿O los campesinos en Sumapaz, Urabá, Ciénaga o los obreros gráficos de Quebecor en la zona industrial de Bogotá? La lista es larga y es esa labor que el enemigo quiere silenciar.

Pero si equivocan, como se han equivocado tantas veces.
[1] El País (es): Espionaje a periodistas colombianos
http://internacional.elpais.com/internacional/2014/02/12/actualidad/1392160038_801341.html

[2] La polémica lista de Inteligencia Militar
¿Qué hacía la Central de Inteligencia Militar con un extenso listado de correos personales y oficiales de la Oficina del alto comisionado para la Paz, periodistas nacionales y extranjeros?
http://www.semana.com/nacion/articulo/la-lista-de-periodistas-funcionarios-que-tenia-la-central-de-inteligencia-militar/407290-3

La Clonación de ANNCOL: crimen internacional del militarismo colombiano.
https://anncol.eu/index.php/colombia/politica-economia/item/2163-la-clonacion-de-anncol-crimen-internacional-del-militarismo-colombiano

Video: Uribe ataca a ANNCOL
https://youtu.be/79Wsxd0oaco 



martes, 29 de septiembre de 2015

La delegación de Paz de las FARC rechaza declaraciones de su contraparte sobre la interpretación del acuerdo de “La Jurisdicción Especial para la Paz”

Portada de las diferentes partes de la entrevista con la Calle y Jaramillo en RCN. 
Portada de las diferentes partes de la entrevista con la Calle y Jaramillo en RCN.


La delegación de Paz de las FARC rechaza declaraciones de su contraparte sobre la interpretación del acuerdo de “La Jurisdicción Especial para la Paz”


POR DICK EMANUELSSON / ANNCOL / 2015-09-29 / La delegación de paz de las FARC rechaza en un comunicado las declaraciones hechas por los dos principales negociadores del gobierno. Se trata cómo interpretar el acuerdo suscrito el 23 de septiembre sobre “La Jurisdicción Especial para la Paz”.

“Que no venga nadie a estas horas de la historia de la reconciliación patria a empañar con caprichos infortunados el camino que resta para culminar un proceso que solo debe estar revestido por la gloria. Hay que honrar la palabra, hay que honrar los compromisos”, resume el comunicado de las FARC.

Abogado Enrique Santiago Romero.
Las declaraciones por parte de la delegación gubernamental se hicieron a raíz de una entrevista realizada por ANNCOL el sábado pasado con el asesor jurídico de las FARC, Enrique Santiago Romero. El asesor subraya que el acuerdo, que en Colombia fue titulado como “histórico” la semana pasada por la prensa y el establecimiento, ahora ha causado pavor en sectores guerreristas y medios de prensa. Porque el acuerdo jurídico va a convertir en objetos a todos los actores de la guerra, tanto militares, guerrilleros como no combatientes que tendrán la posibilidad de decir la verdad sobre acusaciones en su contra durante estos 50 años de conflicto armado, incluyendo a aquellos sectores civiles-económicos que han sido instigadores o autores intelectuales en los crímenes.

Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo, negociadores visibles de la delegación gubernamental, declararon anoche en RCN-TV que “Mensajes de Anncol luego del acuerdo de justicia fueron una torpeza” (Sergio Jaramillo) o que “fue una provocación de Anncol” (Humberto de la Calle).

No entendemos, sinceramente, las declaraciones en contra ANNCOL por parte de la Calle y Jaramillo. ANNCOL es una humilde agencia de noticias alternativa que no tiene nada que ver con el proceso de paz más que lo cubrimos como otros medios de comunicación. Transmitimos declaraciones, como las del asesor jurídico de las FARC y hacemos un periodismo que sí, no siempre ha caído bien en los sectores del Poder Fáctico en Colombia. Pero sabemos cuál es nuestro deber y los principios por nuestro trabajo. ¡Que no dispare al periodista!

La entrevista con Enrique Santiago Romero, asesor jurídico de la delegación de las FARC en La Habana:
https://app.box.com/s/tmxq6bmheglxpn3qmp9qvsccr5x7udyk

 


A continuación publicamos el comunicado de la delegación de paz de las FARC desde La Habana:

El comandante guerrillero Pastor Alape saluda al prisionero de guerra, el general Rubén Dario Alzate que media hora después del encuentro fue liberado por las tropas guerrilleras del Frente 34 de las FARC-EP en el departamento de Chocó.


La Jurisdicción Especial para la Paz es un acuerdo en firme
 
La Habana, Cuba, sede de los Diálogos de Paz, septiembre 28 de 2015

Después de escuchar serena y minuciosamente las exposiciones de la mañana de hoy de los doctores Humberto de la Calle y Sergio Jaramillo, miembros del equipo negociador del gobierno en La Habana, sobre el punto cerrado Jurisdicción Especial para la Paz, nos permitimos comunicar de forma cabal y asertiva lo siguiente:

1. El acuerdo denominado Jurisdicción Especial para la Paz, Principios básicos del componente de justicia del Sistema integral de verdad, Justicia, Reparación y No repetición, está cerrado. No es cierto que con respecto a su contenido sustantivo y procedimental haya temas que requieran precisión adicional o un desarrollo que implique aclarar lo que no necesita aclaración alguna, porque lo escrito y recogido en el texto es totalmente trasparente, igual que gramaticalmente aceptable, suficiente en tanto al objetivo buscado y diáfano en sus diversas expresiones.

2. No se puede aceptar por ningún motivo la unilateral interpretación de lo alcanzado en el acuerdo, porque serán los futuros magistrados quienes al asumir su tarea en la nueva Jurisdicción Especial para la Paz tendrán la competencia para aplicar sus alcances.

3. El documento sobre Jurisdicción Especial para la Paz es un acuerdo en firme, por tanto no puede ser variado en ninguno de sus puntos. Poner en duda su contenido es poner en duda la fecha acordada para la terminación del conflicto.

4. El día 23 del presente mes tuvo lugar en la capital cubana un acto sin precedentes: El Jefe del Estado de la República de Colombia, el Jefe del Estado de la República de Cuba, y el Comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP, se reunieron de manera solemne para dar la buena nueva de que la paz sí es posible. Dentro de este contexto con la firma de los jefes de delegación se protocolizó el acuerdo alcanzado. Copias del mismo fueron entregadas a los garantes.

5. El acuerdo lo aplaudió el Santo Padre, el Secretario General de Naciones Unidas, la Unión Europea, el Departamento de Estado de los Estados Unidos y varios gobiernos del mundo. El propio Presidente Santos informó al país que el ex Fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, lo había denominado como “una obra de arte”. Y resulta que ahora se anuncia que aún se requieren precisiones adicionales.

6. En el acuerdo no se habla de concentración de tropas de las FARC-EP ni de lugares de confinamiento para quienes brinden verdad plena y exhaustiva.

Para nosotros, quienes integramos las FARC-EP, lo sucedido el miércoles pasado no fue una puesta en escena para impresionar a la galería. Se trató de una entrega solemne de un documento que compromete a las partes. Conllevó ese acto la manifestación del empeño de la palabra de mujeres y hombres en rebelión, alzados en armas durante más de sesenta años, que anhelan la paz. Que no venga nadie a estas horas de la historia de la reconciliación patria a empañar con caprichos infortunados el camino que resta para culminar un proceso que solo debe estar revestido por la gloria. Hay que honrar la palabra, hay que honrar los compromisos.

Delegación de Paz de las FARC-EP

domingo, 27 de septiembre de 2015

Colombia: No habrá firma de paz si no se erradica el paramilitarismo: Asesor jurídico de las FARC



El rol fundamental del paramilitarismo es eliminar a la oposición política, respaldar al Estado y la clase política de la oligarquia colombiana en su modelo neoliberal.


COLOMBIA:
No habrá firma de paz si no se erradica el paramilitarismo: Asesor jurídico de las FARC
 
Por Dick Emanuelsson, ANNCOL



ANNCOL / 2015-09-27 / No será posible una firma de paz si el paramilitarismo sigue intacto, dice en una extensa entrevista con ANNCOL Enrique Santiago Romero, asesor jurídico de las FARC en las negociaciones con el gobierno sobre el Acuerdo Sobre Jurisdicción Especial Para La Paz.


– Evidentemente que no. No creo que es posible un acuerdo final si no hay un acuerdo estricto previo del desmantelamiento acerca del paramilitarismo y un acuerdo en el que no solamente se implica el Estado sino toda la sociedad y también los antiguos guerrilleros. 

El abogado Enrique Santiago en su oficina en Madrid.

En la entrevista el abogado español, que tiene mucha experiencia y asesoría de conflictos armados, subraya que el acuerdo será aplicable a todos los actores implicados en las violaciones de los derechos humanos durante el conflicto armado de medio siglo. Significa que no solamente militares, policías, guerrilleros o paramilitares van a ser objeto por un proceso del Tribunal Especial, sino también no combatientes. Eso explica la furiosa oposición del ex mandatario Uribe y su más cercano aliado, el procurador Alejandro Ordóñez que solo han querido colocar a los guerrilleros en el banquillo de los acusados.

¿El Pacto de Silencio de Pinochet a Colombia?

También hay un riesgo, dice Santiago, que los altos generales y personajes se acuerdan de un Pacto de Silencio al estilo chileno en donde Pinochet y sus colaboradores más cercanos hicieron un pacto que duró hasta hace poco, es decir, más de 40 años para no revelar los actos de crímenes realizados por el estado.

Y Colombia representa mucho más crímenes de estado que la dictadura militar en Chile de 17 años.

Escucha toda la entrevista (50 min.):